Otra serie nueva para reseñar, aunque de original tiene poco como es habitual en los nuevos productos de televisión. En este caso tenemos a un médico que trabaja de forma privada atendiendo exclusivamente las llamadas de ricos y millonarios, que lo llaman a él porque normalmente tienen algo que ocultar. Y el doctor también tiene cosas que ocultar.
El protagonista es William P. Rush (Tom Ellis), una versión médica del típico personaje de «fixer», que por ejemplo hemos visto en la serie Ray Donovan. Rush atiende llamadas de emergencia de gente que puede pagar sus exclusivos servicios, en efectivo y por adelantado. Normalmente y como vemos en el piloto, sus clientes tienen emergencias que no quieren que salgan a la luz por algún motivo (violencia doméstica, situaciones humillantes…) y por eso le pagan mucho y bien. Él mismo también lleva una vida poco ejemplar. Politoxicómano, con mala fama por su afición a las fiestas y a las mujeres, ya os podéis imaginar. Pero Rush no siempre ha sido así. En el pasado fue un cirujano con un futuro prometedor, mientras trabajaba con su padre, el Dr. Warren Rush (Harry Hamlin), y su mejor amigo, Alex (Larenz Tate). En aquello años, también contaba con una pareja estable, Sarah Peterson (Odette Annable), pero todo se fue al carajo una noche por un suceso terrible. Eso terminó con todo: su trabajo, la relación con su padre y con Sarah, y su hasta ese momento brillante futuro. Pasado el tiempo, solo mantiene relación con su amigo Alex, y su trabajo implica que trate a personas cuyos actos son bastante cuestionables. Seis años después de lo que ocurrió, Rush se gana la vida de manera bastante holgada – aunque no siempre segura – con la ayuda de su asistente Eve (Sarah Habel), y va de cama en cama y de raya en raya de coca. Pero por casualidad vuelve a ver a Sarah, y parece decidido a volver a ganársela. Aunque como fue ella la que le dejó, no está dispuesta a dejarse convencer.
En el piloto se nos presenta sobre todo la situación actual de Rush, con algún atisbo al pasado de forma bastante difusa, tanto que supongo que querrán explicarlo en futuros capítulos. También hay escenas bastante breves que muestran su relación con los otros personajes (Alex, Sarah, Eve…), pero sobre todo el foco está sobre su trabajo y dos de los casos que le toca tratar, el del jugador de béisbol maltratador y el del millonario del mundo del cine que se rompe el pene. Un punto a favor del piloto es que es entretenido y fácil de ver. Otro punto que el protagonista tiene cierto carisma y cae simpático, dentro de lo que cabe. El personaje de su amigo Alex parece de momento un simple apoyo y vehículo para la trama, y en lo que respecta a las dos mujeres parece tener mucho más interés Eve que Sarah, que tiene pinta de ser el típico personaje coñazo y aleccionador.
Así que en resumen, una serie de médicos no aporta nada nuevo al panorama, eso lo sabemos todos. Los últimos intentos en este género han fracasado de manera más o menos estrepitosa (Do no harm, A Gifted Man, Monday Mornings… por decir unas cuantas), y esta no tiene por qué ser la excepción. Lo único nuevo que aporta es ese concepto de mezclar la figura del médico con la del fixer, y quizá eso pueda ser lo que haga que la serie funcione. De momento las audiencias no han sido demasiado buenas ni para esta serie ni para Satisfaction, el otro estreno de la cadena USA.
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Ficha IMDB
Fecha estreno USA: 17 de julio de 2014
Duración del piloto: 42 minutos
Información Bitacoras.com
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