Bueno, pues seguimos con los pilotos de series nuevas del otoño. De momento el ritmo está siendo demoledor, y temo por mi cordura si sigo con mi intención de verlos – y comentarlos – todos… pero allá voy. xD

En este caso, tenemos otra serie de CBS, protagonizada por Patrick Wilson (ya lo hemos visto en Watchmen, por ejemplo), que interpreta a Michael Holt, un cirujano con muy buena reputación, que gana dinero a espuertas y que es bastante gilipollas. Vamos, lo típico. Lo que no es tan típico es que de repente el buen hombre parece empezar a sufrir unas alucinaciones extraordinariamente vívidas. Para resumir, lo que ocurre es que empieza a encontrarse de tanto en tanto y cuando menos se lo espera, a su ex mujer, Anna (interpretada por Jennifer Ehle, que iba a ser Catelyn Stark en Juego de Tronos, pero al final no lo fue). Después de enterarse de que está muerta – no lo sabía la primera vez que habla con ella – y como es médico, efectúa las pruebas y diagnósticos necesarios para demostrarse a sí mismo que no está loco. Y resulta que no lo está, claro. Quizás si lo estuviera y anduviera alucinando por ahí la serie sería más entretenida. Pero no es así, y el fantasma de Anna es real y tremendamente pesado.

Durante el capítulo pasan más cosas, vemos cómo Michael le cuenta su problemilla a su hermana, Christina Holt (interpretada por Julie Benz, Rita en la serie Dexter), que cree totalmente y sin reservas en estos temas sobrenaturales, y que además tiene un hijo rebelde que la trae por el camino de la amargura, Milo. Todo apunta al drama familiar, como decía. Y en futuros capítulos,  en toda la temporada, no sé si Michael verá solo a su mujer o si también verá a otros fantasmas y tiene un recién adquirido «don» para ver a los muertos. Es que me imagino toda una temporada viendo la relación entre su ex y él y me da un mal. xD

En resumen, y después de estas opiniones tan caóticas, decir que no me ha parecido mala serie tampoco, aunque en futuros capítulos supongo que trabajarán en los personajes para hacerlos más cercanos y que sea más fácil tomarles cariño. La serie está bien hecha y no está mal, pero para mi gusto es demasiado típica y no es más que una mezcla (ya se verá si hecha con más o menos fortuna) de dos géneros ya muy explotados: series de médicos y series de gente que ve fantasmas. Y ya digo, a mí no me ha gustado, pero puede haber gente a la que sí, porque puede tener potencial.