Una nueva miniserie (o serie limitada) de Starz centrada en el mundo del ballet, que recuerda poderosamente a ciertos detalles de la película Cisne Negro, esta nueva producción se presenta llena de caras desconocidas y con tan solo 8 capítulos de duración. Por tanto, me decidí a hacer una reseña de la temporada completa y no del piloto. Total, desde el primer día estuvieron todos disponibles y es de esas series en que verlos es fácil y rápido.
Antes de empezar a hablar de la premisa y los protagonistas, debo decir que la serie en general me ha recordado poderosamente a otra serie del 2014, Mozart in the jungle (aquí mi reseña). Solo que aquella tenía en el centro el mundillo de la música sinfónica, y en este caso es el ballet. Quien haya visto aquella entenderá por qué lo digo, y es que hay patrones que se repiten (Nueva York, la recién llegada a la ciudad, que resulta ser súper talentosa… drogas, sexo, ambición, intereses empresariales). Y supongo que tampoco es casual que en muchos de esos – y otros – aspectos sea una réplica de Cisne Negro.
La protagonista es Claire Robbins (Sarah Hay), que llega al competitivo mundo del ballet profesional en Nueva York. Por razones que luego se aclaran, a sus 21 años ha tenido un par de años en que profesionalmente no ha hecho nada, a pesar de que a los 18 fue aprendiz en una prestigiosa escuela. Eso no le impide ser aceptada en la primera audición a la que se presenta, en la American Ballet Company. A partir de ahí se verá inmersa en los entresijos de esa compañía de ballet tan competitiva, donde los cotilleos, drogas, sexo y malas artes están a la orden del día. Desde el primer día comparte piso con Mia (Emily Tyra), una muy promiscua bailarina que lucha por lograr salir de la segunda fila. Pronto verá quién es la estrella de las bailarinas, y es Kiira (Irina Dvorovenko), con una carrera espectacular, adorada por los medios y también por el Director Artístico del Ballet, Paul Grayson (Ben Daniels). Entre las bailarinas, Claire pronto se aproxima a Daphne (Raychel Diane Weiner), una chica a la que el dinero de su familia ha abierto muchas puertas; también es ella la que lleva a Claire al club Anastasia, donde Daphne trabaja haciendo striptease. Entre los demás personajes están: Romeo (Damon Herriman), el hombre sin techo que vive debajo del edificio donde viven Claire y Mia, un esquizofrénico sin tratar; Ross (Sascha Radetsky), el bailarín masculino principal de la compañía y antiguo amante de Kiira.
Lo que ocurre con Claire es que es muy buena bailando y eso le abre puertas, pero su personalidad y sus traumas le cierran muchas también. Arrastra traumas del pasado que durante la temporada se van revelando, traumas que tienen mucho que ver con su familia y en concreto con su hermano Bryan (Josh Helman). Durante la temporada tendrá que lidiar con esos problemas, y con sus propias ansias autodestructivas, para conseguir triunfar en lo que más ama y se le da mejor: bailar.
Como dato curioso, decir que los productores ejecutivos de la serie tienen vínculos muy fuertes con el mundo de ballet. Moira Walley-Beckett, además creadora, fue bailarina de ballet, y también fue bailarín Lawrence Bender. En el caso de Kevin Kelly Brown, forma parte de una familia donde todos son bailarines; su familia fue la base de la película Paso decisivo. Es por eso también que se ha buscado dar verosimilitud a la serie utilizando a bailarines reales para algunos papeles: es el caso de Irina Dvorovenko/Kiira (en el pasado bailarina principal en el American Ballet Theatre), Sascha Radetsky/Ross (solista actual en el American Ballet Theatre), o Raychel Diane Weiner/Daphne (forma parte de la compañía de ballet de Arizona). Realmente en muchas de las actuaciones se desprende una gran verosimilitud y seguramente ha ayudado que la serie tenga como coreógrafo y consultor a Ethan Stiefel, director artístico del Royal New Zealand Ballet.
Entre las mejores cualidades de la serie está esa de convertirla en interesante, y facilitar incluso ver más de un capítulo seguido (¡y eso que son largos, una hora!). Los personajes consiguen ser interesantes y la historia también, a pesar de ser el mundo del ballet algo muy ajeno a mí y mis intereses. Consigue convertir las rivalidades y conflictos específicos de una compañía de ballet en algo cercano a todos; al fin y al cabo, siempre se trata de los mismos conflictos sea el ámbito que sea, ¿no? Celos, ambición, sexo, deseo, miedo en todas sus facetas… miedo a triunfar, miedo a ser el centro de atención, miedo a quedarse atrás, a envejecer, a no ser lo bastante bueno, miedo al contacto, a sentir… Hay buenos personajes con interesantes conflictos y temas, algunos de ellos muy magnéticos y atractivos. El tono de la serie, oscuro y triste, también parece adecuado para retratar un mundo que a nivel comercial vende un espectáculo bello e impoluto.
Entre las facetas menos buenas de la serie, diría que quizá hay detalles de algunos personajes que quedan sin explicar, sobre todo en lo que se refiere a su pasado. Me hubiera gustado saber más de Romeo, de la relación entre Claire y su hermano, el pasado amoroso de Paul… Además, aunque las interpretaciones en general me han gustado, hay que reconocer que en la elección de la actriz protagonista seguramente ha tenido mucho más peso el que fuera una bailarina que el que supiera actuar. En según qué casos la actuación es bastante plana.
Pero en fin, como conclusión, decir que la serie no está mal. Cuenta una historia, con un trasfondo de ballet, problemas mil, personajes atormentados, y conflictos constantes para tenernos interesados. Me he visto la serie en pocos días, no os digo más. Es de esas que me enganchan. Y no he mencionado nada de la banda sonora y la cinematografía, magistrales. La secuencia de los créditos del inicio – con la canción «Obsession», una versión de Karen O del hit de los 80 del grupo Animotion – es espectacular, con una bailarina ejecutando una danza que complementa con polvo rojo.
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Ficha IMDB
Fecha estreno USA: 2 de noviembre de 2015
Duración de los capítulos: 60 minutos
Número de capítulos: 8