Gordo: Verás, todo está en los ojos.
¿Ves lo que ocurre cuando envenenas con ideas las mentes de los demás?
Aunque debo decir que últimamente no me siento inclinada a ver muchas películas, me gustaría cambiar un poco eso. En realidad hay bastantes que me interesan, solo que no encuentro el momento adecuado, la película adecuada en ocasiones para mi estado de ánimo. En el caso de The Gift, resultó ser una de esas en las que uno prueba suerte y acaban gustando y entreteniendo. Justo lo que busco cuando veo cine.
La historia es relativamente sencilla. Simon (Jason Bateman) y Robyn (Rebecca Hall) se mudan a una Los Angeles, dejando en Chicago su vida anterior. El motivo de la mudanza es que Simon ha conseguido un trabajo mejor, y Robyn ha dejado el suyo de manera temporal, pues al parecer están centrados en formar una familia. De modo que él se vuelca en su nuevo trabajo (y una posible promoción) y ella se queda en casa, decorando su nueva vivienda y trabajando. Al inicio, la relación entre ellos parece inmejorable pero veremos que las cosas no siempre son los que parecen y arrastran problemas del pasado.
Sus vidas van a cambiar bastante con la aparición de un antiguo conocido de Simon, Gordon «Gordo» Mosley (Joel Edgerton), al que encuentran un día por casualidad mientras realizan unas compras. Gordo comienza a aparecer en su casa sin avisar, les hace regalos y las cosas se convierten en cada vez más incómodas. Mientras que Gordo tiene comportamientos bastante extraños, Robyn intenta ser amable pero ve que Simon no lo está llevando muy bien.
Aunque no excesivamente original – la historia recuerda a otros thrillers que implican situaciones incómodas y/o molestas que implican invasión del hogar -, The Gift consigue tener una forma interesante de contar lo que quiere, sin aburrir al espectador en el intento. La película supone el debut en la dirección de Joel Edgerton, que además se ha reservado uno de los papeles protagonistas, produce y ha escrito el guión. No es para nada un mal debut, pues la película mantiene la tensión a través de pequeños detalles, situaciones que en otras circunstancias parecerían inocuas pero en esta situación no. Ahí está el éxito de una película de este tipo, en que consigue que cualquier ruido resulte sospechoso y potencialmente peligroso. También me ha gustado uno de los mensajes subyacentes, y es que el pasado forma parte de uno mismo y de su vida actual, por mucho que se intente mantener tras un muro de contención, como algo ajeno. El otro mensaje tiene que ver con el matrimonio, y cómo a menudo es una trampa pensar que solo por compartir cama también se comparten secretos o confianza total.
Aparte del trío protagonista (ellos más protagonistas que ella), los demás personajes no tienen apenas relevancia. Y tanto Joel Edgerton como Jason Bateman y Rebecca Hall cumplen sobradamente; cada uno de ellos está más que adecuado en su papel, y Jason Bateman me ha sorprendido muy gratamente. Me gusta la dinámica entre ellos, unos como el matrimonio bien avenido (pero no tanto) y el otro, un agente de cambio para ellos, un enviado del pasado de Simon que viene a alterar su vida actual.
Y ya digo, ni la premisa ni el desarrollo sorprenden por su originalidad e incluso resulta que todos los elementos ya los hemos visto por separado en otras producciones. Aún así, el resultado final es una película que entretiene, con bastante lógica, con buenas situaciones y que uno se puede creer. No suele ser el caso en películas de este género.
Un tipo al que seguirle la pista, Joel Edgerton.
Director: Joel Edgerton
Guión: Joel Edgerton
Año: 2015
País: USA
Duración: 105 minutos
Ficha IMDB
Reparto: Jason Bateman, Rebecca Hall, Joel Edgerton, Beau Knapp, Allison Tolman, David Denman, P.J. Byrne, Tim Griffin, Beth Crudele