Los amigos que perdí, de Jaime Bayly (Reseña)

Los amigos que perdi - Jaime BaylyNo quise rogarle nada, doctor. Uno también tiene su orgullo. Solo me atreví a preguntarle si estaba seguro de que tenía que irme. Su respuesta fue brve: Sí. Mañana mismo. Me fui a los pocos días, tras recobrar lo poco que me quedaba en su cuenta bancaria. Usted dormía. No pude darle un abrazo. Dejé dinero para pagar las cuentas pendientes y una nota pidiéndole disculpas y dándole las gracias. Me fui pero usted nunca se fue de mí, doctor. Aquí lo tengo conmigo. Aquí lo llevo en mi corazón. Y eso, la gratitud de haber sido su amigo, estoy seguro de que es para siempre. Cierro los ojos y le doy el abrazo que no pude.

Por recomendación de un amigo a través de la web Goodreads (recomiendo la web, por cierto, la llevo utilizando desde hace mucho para registrar mis lectuas), me apunté para leer este libro de Jaime Bayly, sobre amistades perdidas y por lo que he leído, con marcado tono autobiográfico.

Ya digo, que antes de comenzar a buscar información sobre el escritor, no tenía ni idea de que fuera un personaje popular en Perú, ni los motivos de esa popularidad. Escritor, periodista y presentador, al parecer se destaca por su tono irreverente y sus eventuales incursiones en temas políticos nacionales. También escribe una columna semanal en la web Perú21.

Este libro lo leí hace ya algunos meses, y sin embargo me costaba ponerme a reseñarlo. Simplemente porque me cuesta reseñar libros que me gustan mucho, y también aquellos con los que me ocurre lo contrario. Es el segundo caso el de este libro. De él, me llamó la atención su tema, pues habla precisamente de lo indicado en el título, amigos perdidos a los que el autor quiere y no puede recuperar. El protagonista, Manuel, que al parecer tiene muchas similitudes con el autor, vive en Miami, solo y no por voluntad propia. Le gustaría que alguno de sus amigos le llamara; pero no lo hacen. Y no lo hacen porque ha ido perdiendo amigos por el camino, casi todos por méritos propios. La novela es epistolar, pues se trata de una colección de varias cartas dirigidos a ellos. Entre los amigos perdidos se cuentan: Melanie, con la que vivió un romance; Daniel, que le enseñó muchas cosas, entre otras a divertirse bebiendo y frecuentando prostíbulos, a Manuel, que también soñaba con ser escritor; a Sebastián, el actor con el que tuvo una aventura secreta; y al doctor Guerra, un pintoresco personaje que reside en Lima.

El tema me llamó la atención porque, al igual que casi todo el mundo, yo también he perdido amigos. Esperaba sentir cierta empatía con la historia que iba a leer, con respecto a los errores que el protagonista confiesa haber cometido y que han conducido a que sus antiguos amigos no quieran saber de él. Sin embargo, y a pesar de que aquí se cuentan con todo detalle las amistades y errores que llevaron a la desaparición de estas, no me ha sido posible encontrar ninguna conexión con la historia. Las cartas sirven para intentar dar explicaciones de los errores cometidos, a sabiendas de que las personas a las que van dirigidas no las leerán, ni quieren saber nada de él. El ‘quid’ de las ofensas hacia sus amigos, además, radica básicamente en que Manuel contó sus  intimidades en alguna novela anterior. Aquí, un escritor ya maduro se arrepiente de sus errores de juventud cuando ya es demasiado tarde.

El libro consta de unas trescientas cincuenta páginas, y sabiendo que hay cartas a cinco personas, la aritmética no falla: cada una de ellas tiene más de cincuenta páginas. Poco de epistolar puede tener eso para mí, una carta puede ser larguísima pero casi nunca llegará a ese extremo. No hay estructura, sino que las ideas, anécdotas e historias fluyen sin demasiado orden de manera muy irregular y sin enlazar. Manuel se confiesa a trompicones, sin intentar buscar el interés del lector y, en consecuencia, perdiéndolo por momentos.

Dado que al parecer este Manuel tiene muchas similitudes del propio Jaime Bayly, supongo que para alguien que lo siga como celebridad, la novela tendrá el atractivo de buscar paralelismos entre fantasía y realidad… que además parece que son muchos, como el propio autor confiesa. He leído incluso que en una entrevista afirmó que uno de los amigos le había llamado para decirle que le había gustado la carta.

En resumen, y dado el elevadísimo factor personal de esta historia, y el estilo inconexo y reiterativo, no he sido capaz de sumergirme en la historia, que por lo demás me parece que pretende ser más transgresora de lo que en realidad es.

Autor: Jaime Bayly
Año primera publicación: 2000
País autor: Perú
ISBN: 978-8433924568
Los amigos que perdí en Amazon.es
Número de páginas: 353
Dedicatoria:
A mi padre, el amigo que no perdí.

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