The Slap es una miniserie de 8 capítulos estrenada este año en los USA. En realidad es un remake de una serie australiana titulada igual, y a su vez esta está basada en la novela de 2008 del mismo título.
La premisa es una familia relativamente feliz, con sus más y sus menos, que a raíz de un incidente que podría pasar sin tener mayor importancia, empieza a descomponerse. El incidente es una bofetada que un hombre de la familia da a un niño en una fiesta de cumpleaños. El problema es que el niño no es su hijo sino de otro matrimonio, los padres afirman que el niño ha quedado traumatizado y quieren denunciar.
Todo arranca en la fiesta del 40 cumpleaños de Hector Apostolou (Peter Sarsgaard). Los Apostolou son una gran familia, y todos se llevan bastante bien, o al menos eso parece al principio. Pero claro, como suele ocurrir hay muchos secretos que la familia oculta. Para empezar, Hector, que en principio está felizmente casado con Aisha (Thandie Newton) (que trabaja como doctora en una clínica bastante absorbente) y con un par de hijos. Pero lo que nadie sabe es que en secreto no hace más que pensar en la niñera de sus hijos, Connie (Makenzie Leigh). No es que sea algo exclusivamente platónico, porque Connie también está enamorada de él, de hecho ella asiste al cumpleaños y tienen alguna escenita…
Por otro lado, en la fiesta también está la familia del niño abofeteado, los Weschler. El padre, Gary Weschler (Thomas Sadoski), es un artista de pensamiento liberal que vive de su arte. La madre, Rosie (Melissa George), también es liberal y muy sobreprotectora con su hijo Hugo. Hugo (Dylan Schombing), en la fiesta de cumpleaños, muestra un comportamiento bastante salvaje de niño mimado al que le permiten todo, y ahí está parte del problema.
La otra parte del problema es el hombre que le da la bofetada. Harry Apostolou (Zachary Quinto) es un hombre de mucho temperamento, primo de Hector y propietario de un negocio de coches. Los padres de Hector lo criaron como a un hijo, y Harry valora sobre todas las cosas el dinero y el poder que le otorga este y su dureza de carácter. Su mujer, Sandi (Marin Ireland) tiene un carácter mucho más dulce, y tienen un hijo, Rocco (Owen Tanzer).
Por otro lado tenemos a Anouk Latham (Uma Thurman), amiga de la infancia de Hector que también está en la fiesta, está metida en el negocio de la televisión y tiene bastante éxito; acude a la fiesta con su nuevo novio, que trabaja en su serie, Jamie (Penn Badgley). Y para completar el cuadro en la fiesta está el mejor amigo de Connie, que está sacando fotos a los invitados, Ritchie (Lucas Hedges); y los padres de Hector, Manolis (Brian Cox) y Koula Apostolou (Maria Tucci).
A medida que pasan los ocho capítulos iremos teniendo los puntos de vista de los diferentes personajes. Veremos el día a día de Hector, de Harry, Connie, Aisha, Rosie, Manolis, Ritchie y Anouk. Descubriremos que cada uno tiene sus secretos y que hay motivaciones ocultas a veces para que tomen las decisiones que toman o para alinearse con uno u otro bando. Veremos las alianzas y subgrupos que se van formando en el seno de la familia, y cómo eso afecta a las dinámicas que existían antes del incidente. Cómo el tema de la bofetada sirve de detonante para conflictos mucho más antiguos que estaban latentes. Lo que ocurre es que los problemas siempre han estado ahí, y solo hacía falta una chispita para hacerlos explotar. Como por ejemplo, la falta de entendimiento total entre Harry y Rosie; o la tensión que a Aisha le genera el comportamiento matriarcal de su suegra.
En mi opinión, la serie tiene un buen ritmo. En ocho capítulos se va construyendo la tensión y todo el entramado de relaciones entre los personajes para llegar a un punto culminante: el juicio, la resolución. Al final se nos dice quién, ante la ley, es culpable y quién es inocente. Pero a medida que pasan los capítulos nosotros nos hemos ido formando una opinión; hemos ido juzgando a los diferentes personajes; hemos tomado partido, como los protagonistas, por una postura o por otra. Y seguramente hemos visto que nadie tiene el 100% de razón, que ninguno de los protagonistas es «bueno» o «malo». Que seguramente el niño se merecía una bofetada pero no se la dio la persona más adecuada, siendo Harry un hombre con problemas de control de la ira.
Quizá la serie tiene puntos mejorables, pero me ha encantado el casting y la he seguido con interés. Los ocho capítulos pasan volando.
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Ficha IMDB
Número de capítulos: 8
Fechas emisión: Febrero – Abril 2015
Duración de los capítulos: 43 minutos