Ya hacía tiempo que no veía una peli de miedo y tenía ganas de alguna… eso sí, conseguir ver una película de terror medio buena se ha convertido en prácticamente una misión imposible. Una pena, porque me encantan.
En esta, Amelia (Essie Davis), es una viuda que cuida sola de su hijo pequeño, Samuel (Noah Wiseman). El mismo día que nació Samuel murió su padre, pues hubo un accidente de coche mientras el padre llevaba a Amelia al hospital para que diera a luz, y él perdió la vida. Al inicio de la película conocemos la peculiar relación que tienen madre e hijo. Samuel muestra un comportamiento errático y altamente dependiente de su madre, e incluso muestra comportamientos potencialmente peligrosos que hacen que ella se vea forzada a sacarlo de la escuela. Ella trabaja como cuidadora en un geriátrico, e intenta compaginar su trabajo con los cuidados que requiere Samuel, incapaz de llevarse bien con otros niños o de comportarse con normalidad en presencia de cualquiera. Samuel construye armas para destruir a los monstruos que cree que viven en su casa, le cuesta dormir por sus frecuentes pesadillas. Y un día le pide a su madre que le lea un cuento misterioso, Mr. Babadook, antes de dormir. El libro ha aparecido de no se sabe dónde y habla de un monstruo misterioso llamado Babadook, del que parece imposible escapar. A partir de ahí comenzarán a pasar cosas extrañas… ¿está todo en la imaginación del niño? ¿Realmente existe Babadook?
En la película se trata el tema de una familia disfuncional viviendo aparte del mundo. La familia la componen solo Amelia y Sam, y ya antes de que ocurra nada de lo de Babadook y el libro, podemos comprobar que los dos llevaban una vida algo enfermiza y apartada de la sociedad. En ese sentido la ambientación opresiva ya la tenemos antes de que comience el terror, y eso está bien. En general y si no la habéis visto, yo diría que no esperéis de esta peli los típicos sustos o mucha presencia de monstruo, sino que es de esas películas que ahondan más en los problemas psicológicos de sus personajes, en los miedos y en la vertiente de otro tipo de miedo que no es el de golpes y sustos.
Así que quien espere una película de terror típica, quizá se decepcione con esta. Es diferente, más psicológica. Hasta cierto punto de la película, se centra más en la manera que tiene de gestionar Amelia el comportamiento de su hijo y su propio trauma por la muerte de su marido, que en la amenaza sobrenatural. Los retratos que hacen Essie Davis y Noah Wiseman de la madre y el hijo me han gustado mucho, están convincentes en sus respectivos papeles y eso no suele ser nada fácil en este tipo de películas.
Sin embargo… no todo lo que tengo que decir es bueno. No es una película larga – una hora y media escasa – y emplea mucho tiempo en construir el retrato de los dos protagonistas. Eso está bien, porque así conseguimos empatizar con ellos. Sin embargo, y sin contar nada más, me ha parecido que la última parte parece un poco apresurada, un poco demasiado atropellada. Sin abandonar el enfoque psicológico y de tensión, me hubiera gustado que se hubiera invertido un poco más en la ambientación y efectos, pero no es lo que menos me ha gustado de la película. Lo que me ha dejado un poco fría es el desarrollo de la historia, y el encontrar elementos previsibles y giros que se veían venir por su falta de originalidad.
Aún así, no es una mala opción para pasar el rato con una peli de terror. Visto lo visto, mejor aprovechar los pocos estrenos que tenemos del género últimamente.
Por cierto, que he leído que por un módico precio se puede comprar una edición impresa del libro, una réplica del que se ve en la película. Es a través de la web oficial.
Directora: Jennifer Kent
Guión: Jennifer Kent
Año: 2014
País: Australia
Duración: 93 minutos
Ficha IMDB
Reparto: Essie Davis, Noah Wiseman, Daniel Henshall, Hayley McElhinney, Barbara West,Ben Winspear, Tiffany Lyndall-Knight, Tim Purcell, Benjamin Winspear, Cathy Adamek, Carmel Johnson, Adam Morgan, Craig Behenna, Michael Gilmour,Michelle Nightingale, Stephen Sheehan
Hola Sonia,
como comentas no es la típica película de miedo, de susto fácil y previsible.
A mi me gusta particularmente la atmósfera opresiva que se va formando en la película.
Yo recomendaría verla, ya que es una película aceptable de miedo, y no demasiado «convencional».
Por lo demás, una cosa que a mi particularmente no me ha gustado, es su final 🙂
Un saludo,
Pablo