Tenía ganas de ver esta película española, dejada un poco de lado por los medios de comunicación y premios en favor de La isla mínima, pero con una premisa y críticas que hacían que me llamase bastante la atención.
Luis (Luis Bermejo) es un profesor de literatura en paro que vive solo con su hija Alicia (Lucía Pollán), una niña de 12 años con un caso de leucemia que no tiene esperanza de cura. Luis trata de cuidar de Alicia de la mejor manera posible, y ella le quiere con locura, pero para él parece no ser suficiente. Así que rebusca en el diario de la niña y descubre que uno de sus deseos es tener el vestido oficial de su serie favorita, «Magical Girl Yuriko». Pero el vestido cuesta más de 6.000 €, y Luis no puede permitírselo ni de lejos. De hecho, la primera escena en que lo vemos es vendiendo libros a una tienda de segunda mano que los compra al peso. También se puede observar enseguida que lo que su hija necesita de él no es precisamente un vestido carísimo, sino atención y amor, así que primer gran error de Luis.
Por otro lado, Bárbara (Bárbara Lennie) es una mujer con un transtorno mental (no se especifica cuál) que intenta compaginar su enfermedad con las relaciones sociales, su vida de pareja con un psiquiatra de mucho dinero, Alfredo (Israel Elejalde). Tiene que seguir una medicación estricta, y una de las escenas en que la vemos al principio es sosteniendo el bebé de unos amigos; le hace gracia imaginar qué cara pondrían si lo tirase al suelo… evidentemente, Bárbara tiene algunos problemas para relacionarse.
El tercer eje de la historia es Damián (José Sacristán), un profesor retirado que vive solo e intenta entretenerse haciendo puzles, escuchando música y en definitiva, haciendo cosas de jubilado. Pero Damián tiene un secreto, y de hecho, a su personaje lo veremos poco, al menos hasta llegar al meridiano de la película.
Los destinos de los tres se encuentran cuando por una casualidad Bárbara y Luis se conocen. Las circunstancias de su primer ‘encuentro’ son bastante particulares, y a partir de ahí comienza un enredo de chantajes que irá in crescendo. Es difícil imaginar, si a uno no le han contado nada, por qué derroteros irá la historia solo conociendo este punto de partida, pero ya adelanto que habrá violencia, depravación, perversión… Lo que ocurre es que todo esto se muestra de forma sutil, no de forma explícita. Acostumbrados en ocasiones a una sobreexposición a la violencia, en ocasiones es más efectivo no mostrar todo y dejar que la imaginación trabaje, llegando en ocasiones a escenas mucho más enfermas y oscuras que las que hubiéramos visto en pantalla. La historia acaba siendo una mezcla de intriga, thriller, drama…
Aunque el ritmo y el desarrollo lento de la película me echarían un poco para atrás, hay otros elementos muy poderosos que hacen que el balance general sea muy positivo. Incluso el propio ritmo pausado juega en favor de una historia enfermiza y fascinante a su manera. El vestido de los dibujos animados japoneses, el bar de amigos de toda la vida, la ‘sala del lagarto negro’, todo pierde brillo, atractivo o peligro en comparación con las miradas tristes y vacías de los protagonistas. De hecho, en la misma película los colores brillantes, los extremos, pierden fuerza en favor de una escala de grises que lo impregna todo.
Magical Girl deja un mal cuerpo que podría explicar si quisiese contar detalles de la película, sus personajes están envenenados, son retorcidos, y están profundamente dañados, se diría que irremediablemente. Incluso el que parece tener intenciones más puras acaba comportándose de manera aberrante, incluso las mejores intenciones acaban teniendo consecuencias funestas. Los actores son muy importantes para que todo esto funcione, y ellos consiguen crear un mundo tóxico y deleznable. Me han gustado Sacristán y Bárbara Lennie, no tanto Luis Bermejo. Y lo impresionante es que Vermut consigue hablarnos de la crisis, del materialismo, la paternidad y la fidelidad, sin dejar de hacer referencias a la cultura en general, a la prostitución, y la educación.
En definitiva, no es una película que recomendaría a cualquiera, pero a mí me ha sorprendido y me ha gustado.
Director: Carlos Vermut
Guión: Carlos Vermut
Año: 2014
Duración: 127 minutos
País: España
Ficha IMDB
Reparto: Luis Bermejo, José Sacristán, Bárbara Lennie, Lucía Pollán, Israel Elejalde, Alberto Chaves
Información Bitacoras.com
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Impresionante lo mucho que gusta esta película… Yo solo puedo decir que me pareció un insulto a la inteligencia… Plana, lenta, aburrida y sobre todo, poco creíble. Película de cartón piedra que me dejó anodadado, más que nada porque esperaba algo más, mucho más, ante todas las buena críticas recibidas… Claro que el problema puedo ser yo, que ya no entiendo prácticamente nada y que estoy desfasado. Pero, desde luego, si esto es lo mejor en un Festival de San Sebastián, tiemblo ante las peores cosas…