Ya tenía ganas de hincarle el diente a esta peli, por el tema que trata y para ver si me reconcilio de una vez por todas con Julianne Moore (cosas mías, pero desde siempre le he tenido bastante manía). Sea como sea, no hay casi ningún actor al que le tenga manía suficiente como para no ver una película si el argumento me interesa.
En este caso, la protagonista es Alice Howland (Julianne Moore), doctora y profesora de universidad, experta en lenguaje y lingüística. Al principio de la película la vemos celebrando su cumpleaños con su familia, felizmente casada con John Howland (Alec Baldwin), y con tres hijos adultos: Lydia (Kristen Stewart), Tom (Hunter Parrish) y Anna (Kate Bosworth). Poco a poco Alice se da cuenta de que sufre pequeños olvidos, se queda en blanco en una presentación, se desorienta cuando sale a correr… cosas que aisladamente no tienen tanta importancia pero todas juntas hacen que vaya a ver a un médico para hacerse pruebas. Pero le detectan una fase temprana de Alzheimer, y de ahí parte la historia. Si ya es una enfermedad dura para personas más mayores, hay que imaginarse que para una persona todavía joven para perder sus facultades, en plenitud laboral y personal, es todo un drama.
La verdad es que es un tema delicado, por supuesto bastante incómodo de ver. Es algo realmente extraño, pero hay que pensar que esa enfermedad puede tocarle a cualquiera, antes o después. Lo horrible del Alzheimer es el lento deterioro, del que el enfermo es consciente al principio. Lo horrible de la historia es que Alice sabe lo que le va a pasar, sabe que todo lo que ha investigado y estudiado en su vida desaparecerá de su cabeza, quién sabe a qué velocidad. La película es incómoda y muy triste, porque al fin y al cabo, esta enfermedad es una de las más temidas actualmente. En un momento determinado, Alice dice que preferiría tener cáncer. Difícil decisión entre dos enfermedades terribles si nos dieran a elegir, ¿verdad?
Me ha sorprendido el enfoque que le han dado a la película. La fuerza de la historia descansa en la interpretación de Julianne Moore (sí, me ha conquistado), a la que vemos pasar por diferentes fases en relación a su enfermedad. Alec Baldwin simplemente le presta apoyo y da la réplica, pues la película se centra en ella y cómo afronta su nueva situación, y no en su familia. El mensaje del título es claro, Alice sigue siendo Alice, con enfermedad y todo.
La película se basa en la novela del mismo título de Lisa Genova. No es tan formidable la historia como el retrato de Alice que construye Moore, pero aún así se ve con emoción y facilidad. La película es de esas que con elegancia, nos recuerda cómo de frágil es nuestra mente y nuestra salud. Cómo no hacen falta enormes tragedias repentinas para destrozarnos la vida, sino que a veces el deterioro puede ser mucho peor que la muerte. Aún así, la película quiere tocar alguna nota positiva, poniendo énfasis en lo positivo que se puede extraer de la vida mientras se puede. De todos modos, imposible ser positivos con esto, lo que toca es ser realistas.
No la recomiendo para un domingo por la tarde. Sí, es un buen drama, pero es triste hasta la desesperación.
Llegados cierto punto, nada tendrá sentido. No tengo control sobre qué ayeres conservo y cuáles se borran. Con esta enfermedad no se negocia. Olvidaré hoy, pero eso no quiere decir que hoy no importe. Solía saber cómo la mente maneja el lenguaje, y podía comunicar lo que sabía. Solía ser alguien que sabía muchas cosas. Nadie me pide mi opinión o consejo ya. Echo de menos eso. Solía ser curiosa e independiente y segura. Echo de menos estar segura de las cosas. No hay tranquilidad en sentirse inseguro todo el tiempo. Echo de menos hacerlo todo con facilidad. Echo de menos ser parte de lo que ocurre. Echo de menos sentir que me necesitan, echo de menos a mi vida y mi familia. Mis ayeres están desapareciendo, y mis mañanas son inciertos, ¿así que para qué vivo? Vivo para cada día, vivo en el momento. Pronto, el día de mañana, olvidaré que estuve aquí en pie ante vosotros y di este discurso. Pero solo porque lo olvidaré algún día no quiere decir que no haya vivido cada segundo hoy.
Director: Richard Glatzer y Wash Westmoreland
Guión: Richard Glatzer a partir de la novela de Lisa Genova
Año: 2014
País: USA
Duración: 101 minutos
Ficha IMDB
Reparto: Julianne Moore, Alec Baldwin, Kristen Stewart, Kate Bosworth, Hunter Parrish, Erin Darke, Shane McRae, Victoria Cartagena, Stephen Kunken, Eha Urbsalu, Cali T. Rossen, Kristin Macomber, Cat Lynch, José Báez, Jamie Lee Petronis
Información Bitacoras.com
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Hola, gracias por tu reseña.
Habrá que verla 🙂
Por cierto, me ha hecho sonreir eso de «¡insensatos!, muy gandalf …
Un saludete,
Pablo
P.D: Llegué aquí hace apenas un par de días por tu reseña de «De que hablo, cuando hablo de correr»
Hola Pablo! Pues me alegro de que hayas decidido curiosear un poco más!
Bueno, en esta película pesa más la interpretación de Julianne Moore, que la peli en sí, quizás un tanto flojilla.
Gracias por comentar. 🙂