Into the Flesh es una serie que trata de zombis, aunque no diría que es el típico tratamiento que se les suele dar. En este caso los zombis se comportan casi de forma más humana que los vivos. Es más una especie de fábula sobre la convivencia, la aceptación y la tolerancia que la típica historia de zombis devoracerebros. Pero explicaré un poco de qué va por si no la conocéis.
El protagonista de la serie es Kieren Walker (Luke Newberry), habitante de la población ficticia de Roarton, Lancashire (en realidad la serie ha sido rodada en Marsden, West Yorkshire). Kieren, al igual que otras miles de personas, estaba muerto y resucitó en un evento que en la serie llaman «The Rising». De ese modo, cierto día miles de personas (todos muertos en 2009) resucitaron como zombis rabiosos. Vamos, los típicos zombis de toda la vida, devorando cerebros, atacando todo lo que se moviese, etc. Después de ese evento, milicias armadas dieron caza a esos zombis, y muchos fueron asesinados. Pero el Gobierno encontró una medicación que los convertiría en personas «normales» pues les devolvía la conciencia. Así que después de someterlos a terapia psicológica, y darles dicho tratamiento, los zombis parecían recuperar su conciencia. Si añadimos el maquillaje para la piel y lentillas para los ojos, cualquiera de los resucitados pasaría por persona normal. El tratamiento y rehabilitación se aplicó a todos los zombis no asesinados por las milicias.
Y es después de todo ese proceso que tiene el punto de partida la serie. Kieren vuelve a casa por primera vez desde su resurrección. Solo debe tener cuidado con su maquillaje, ponerse las lentes de contacto, e inyectarse a diario (¡imprescindible!) y podrá seguir pareciendo una persona. Si no se aplica el tratamiento, volverá a ser un zombi rabioso. Se refieren oficialmente a ellos como supervivientes del Partially Deceased Syndrome (PDS), algo así como Síndrome de los Parcialmente Fallecidos, aunque mucha gente los llama peyorativamente «rotters». Tanto Kieren como otros que han pasado lo mismo que él pueden tener recuerdos fragmentados de lo que hicieron cuando estaban rabiosos, y claro, no fue nada bonito. Además, los habitantes de Roarton son bastante extremistas y están en contra del tratamiento de estos enfermos como si fueran humanos. De hecho, hay muchos que no tendrían problema en verlos muertos… de verdad.
En la primera temporada (3 capítulos), vemos cómo Kieren vuelve a su casa después de meses de rehabilitación. En su familia, sus padres – Sue (Marie Critchley) y Steve (Steve Cooper) – están deseando que su vuelta vaya lo mejor posible. En cambio, su hermana Jem (Harriet Cains), tiene sentimientos encontrados, pues en su día perteneció a una milicia que cazaba a rabiosos como su hermano, pero a la vez lo quiere. Kieren también se encuentra con Amy Dyer (Emily Bevan), que como él resucitó; se hacen amigos y ella intenta hacerle ver que su condición es algo positivo. También se reencuentra con Rick (David Walmsley), que antes de morir tenía una relación muy estrecha con Kieren; el padre de Rick, Bill, es el líder de la milicia local dedicada a matar a los no-muertos, y se niega a aceptar lo que es su hijo ahora. En esta temporada se exploran conflictos entre personas del pueblo defensoras y detractoras de los enfermos de PDS, también los conflictos entre Kieren y su hermana, y las complicaciones de la relación de Kieren con Rick. En esta primera temporada se introduce ya la idea de un Profeta No Muerto, del cual habla Amy.
En la segunda temporada (6 capítulos), la acción evoluciona a un plano de confrontación más global. Los resucitados empiezan a rebelarse contra el rechazo que sufren. Cobran mucho protagonismo personajes nuevos. Son Maxine Martin (Wunmi Mosaku), política de un partido que no considera a los retornados personas reales, y aplica políticas agresivas para tratarlos como ciudadanos de segunda; pero tiene planes ocultos que motivan sus acciones. También aparece Simon Monroe (Emmett J Scanlan), que afirma ser uno de los doce discípulos del misterioso Profeta No Muerto, y tiene vínculos con el Ejército de Liberación de los No Muertos. Y también tendrá importancia el personaje de Phillip Wilson (Stephen Thompson), un joven con un brillante futuro político (si no fuera por ciertas inclinaciones suyas). Y también hay otros personajes relevantes, no voy a enumerarlos todos pero básicamente en la segunda temporada lo que tendremos será una pequeña guerra en ciernes en el pueblo, que implica a no muertos rebeldes, no muertos reformados, y los detractores de todos los que sufren el síndrome.
Entre las dos temporadas solo suman 9 capítulos. Vale, son bastante largos, pues todos duran más de 50 minutos, pero aún así es una serie bastante corta. Además, acostumbrados a una avalancha de productos de zombis donde se les retrata más o menos siempre de la misma manera, esta novedad en el enfoque me ha gustado, centrándose más en los conflictos morales y problemas de convivencia que en las vísceras y la sangre. Toda la serie tiene de algún modo la intención de hacernos reflexionar sobre el «qué pasaría si…», explorando varios puntos de vista del tema. La violencia, la intolerancia, el tratamiento desde los estamentos públicos, los conflictos personales en la familia, diferentes maneras de afrontarlo por parte de los vivos y los retornados… en mi opinión está todo bastante bien tratado. Además, consigue ser entretenida en todo momento, tiene buen ritmo y buenas actuaciones por parte de actores que – para mí al menos – son bastante desconocidos. La ambientación y fotografía también me han gustado, con un toque frío y tétrico en todo momento. Roarton no es precisamente un pueblo al que nadie quisiera ir de vacaciones, pero cuando terminamos las dos temporadas es casi como si conociésemos sus lugares más destacados, la casa de Kieren y su familia, etc.
Aunque el final de la segunda claramente es muy abierto, y deja algunas tramas sin resolver e incluso abre alguna nueva en los últimos minutos, todavía no está confirmado si va a haber tercera temporada. El creador de la serie, Dominic Mitchell, al parecer hizo algunas declaraciones el año pasado donde decía que esperaba que hubiera una tercera temporada, y que habían cerrado varias tramas pero habían dejado otras abiertas «por si acaso». Incluso hay una petición en Change.org (sin demasiado éxito, todo hay que decirlo :/ ). Por lo que a mí respecta, me gustaría que continuase, ¿por qué no? Aunque si no continúa creo que el final de la segunda temporada también me podría servir como series finale.
A los que gusten del tema de los zombis, pero tratados de manera un tanto diferente, creo que la serie les puede gustar y para ellos la recomiendo.
Web oficial
Ficha IMDB
Número de capítulos (1ªT y 2ªT): 3 y 6
Fechas emisión UK: Marzo 2013 (1ªT) y Mayo-Junio 2014 (2ªT)
Duración de los capítulos: aprox. 50 minutos
Información Bitacoras.com
Valora en Bitacoras.com: Into the Flesh es una serie que trata de zombis, aunque no diría que es el típico tratamiento que se les suele dar. En este caso los zombis se comportan casi de forma más humana que los vivos. Es más una especie de fábula sob..…
La empecé a ver en inglés pero me pareció un poco aburrida, y tampoco tenía mucho tiempo.. Ahora que está en castelano igual le doy una segunda oportunidad
Pues a ver qué te parece en este segundo intento, alcorze… ya lo contarás! 🙂
Que lástima yo apenas acabo de saber de ella pero me quede con ganas de mas…que mal…me gusto mucho.