A veces uno va al cine sabiendo lo que va a ver casi con pelos y señales. Hoy en día es así. Lo tráilers que destripan películas casi por completo abundan más de lo que deberían, y a veces es inevitable tener más que pistas, detalles de la historia, después de ver algún que otro tráiler o buscando información. En este caso creo que el tráiler no estaba del todo mal y por tanto iba con una idea muy general de qué trata la película.
En los primeros minutos, tenemos una batalla a vida o muerte entre algunos de los X-Men en serios apuros frente a una temible amenaza, que a estas alturas no sabemos de dónde viene. Están Kitty Pride (Ellen Page), Bobby/Iceman (Shawn Ashmore), Bishop (Omar Sy), Blink (Bingbing Fan) y algunos más, dejándose la piel – literalmente – para defenderse de la amenaza que les llega por todos lados. La batalla es intensa, el enemigo (unos seres que se transforman según las debilidades de su adversario en cada momento) temible, pero finalmente… ¡blop! Todo desaparece. Ellos, los otros… todo. Pronto tendremos la explicación a eso, y tiene que ver con viajes en el tiempo, que se pueden realizar gracias a Kitty Pride. La explicación de la gran persecución que sufren los mutantes en ese momento (año 2023), tiene su origen en el acto que una sola persona llevó a cabo 50 años antes. Y eso lo explican a Kitty Pride y los demás unos ancianos Magneto (Ian McKellen) y Charles Xavier (Patrick Stewart). Les acompaña Logan/Lobezno (Hugh Jackman), que será vital en el plan. Y el plan es, nada más y nada menos, que Logan viaje al pasado, convenza a los X-Men de que viene del futuro, de la amenaza que se cierne sobre ellos, etc. y entre todos, eviten ese error que les va a condenar a la aniquilación y la persecución incesable.
Cuando Logan viaja al pasado, tiene que vérselas con un Charles Xavier (James McAvoy) hecho polvo, destrozado no solo físicamente, sino también psíquicamente, que es más importante. La única compañía con la que cuenta Charles cuando llega Lobezno es Hank/Bestia (Nicholas Hoult). En 1973, aparte de evitar lo que tiene que suceder, tienen un antagonista muy entusiasta, el Dr. Bolivar Trask (Peter Dinklage), que les pondrá las cosas bastante difíciles. De hecho, él es el responsable de la creación de los primeros prototipos de soldados-robot que cazan y exterminan mutantes, y que con el tiempo se convertirán en las temibles criaturas que hemos visto – en el futuro – en los primeros minutos. La película transcurre, así por encima, en un 90% en el tiempo pasado, así que será esa ambientación la que veamos más. El vestuario de la época, la tecnología, los políticos (la caracterización de Nixon por parte de Mark Camacho), algunos eventos paradigmáticos de esos años, como la guerra… todo supone un buen telón de fondo para los conflictos que se plantean entre los personajes. Y es que de forma muy similar a X-Men: First Class, hay una clara dicotomía entre los intereses y manera de gestionarlos de Charles Xavier y Magneto, y de algún modo, en esta película se da continuación a conflictos que quedaron abiertos en la anterior, conflictos centrados sobre todo en las dudas que alberga Raven/Mística (Jennifer Lawrence) con respecto al camino que quiere seguir.
Hay varias escenas geniales que a mí me hicieron botar en el asiento del cine. Uno es el muy cómico tiroteo que tiene lugar en el interior del Pentágono y en el cual tiene un papel crucial Peter/Quicksilver (Evan Peters), la que protagoniza Magneto en un convoy de trenes, o todo el tramo final, donde no paran de sucederse escenas espectaculares y donde, a ritmo cada vez más acelerado, se van alternando imágenes del pasado con las del futuro. En esta película quien se luce más es Magneto y sus habilidades. Ni Charles Xavier, ni Lobezno, consiguen llenar la pantalla tanto como él. Ya no es el Magneto de First Class, que no sabía si quería inclinarse por una u otra opción, aquí ya ha madurado sus ideas y tiene muy claro lo que quiere, y lo que no, para los mutantes. Sabemos que en el futuro Magneto y Charles son buenos amigos, pero hey, en el pasado les costó llegar a entenderse. Por otro lado, repito, tenemos al personaje que sirve de bisagra y les une pero a la vez separa, una casi en todo momento balbuceante Mística, quizá la que, de los tres, ha evolucionado menos en la historia desde la película anterior. Y la actriz que, de los tres, demuestra para mí menos calidad interpretativa. Así pues, una historia compleja donde entran en juego personalidades e ideologías fuertes, los conceptos de tolerancia y sobre todo, de lo diferente y la aceptación – o no – que reciben quienes lo son por parte del entorno.
Lo que más me ha gustado: la puesta en escena; los personajes de Lobezno, Charles Xavier, y sobre todo, Magneto; el entorno setentero donde tiene lugar casi toda la peli; el juego que da lo de las líneas temporales; la creciente tensión; los centinelas-robot del pasado, y sobre todo, ¡los del futuro!; la banda sonora; los efecto especiales.
Lo que menos me ha gustado: Peter Dinklage, que no se luce demasiado en su papel; el conflicto Mística/Raven, me resultó bastante pesado; algunos diálogos y puntos del guión podrían haber estado más trabajados… y no mucho más, en realidad la película me ha parecido buena, me ha gustado y es lo que esperaba (mis expectativas eran altas esta vez).
Cómic en que se basa: Por ahí he visto que se puede leer la historia de los cómics en que se basa la película (la podéis ver aquí). Al parecer y como en cualquier adaptación hay cambios, algunos más significativos que otros (el más importante es cambiar, con respecto al cómic, qué X-Men es el enviado al pasado), pero es curioso en todo caso echarle un vistazo.
Gráfico explicativo líneas temporales: Por otro lado, para los que se hagan un poco de lío con las diferentes líneas temporales, aquí hay una infografía que lo explica bastante bien. En el gráfico se sitúan algunos de los hechos clave de esta película, y también en qué año están situadas las otras pelis de X-Men.
SPOILER ALERT: Escena post-créditos. Como suele ocurrir en las películas Marvel, hay una escena que recompensa a los que esperan que pasen toooodos los créditos finales. En este caso vemos a un mutante encapuchado, que con sus poderes está construyendo él solito pirámides (las grandes pirámides de Egipto), mientras una multitud le aclama. No muy lejos de él, hay cuatro jinetes observándole. El mutante es un joven En Sabah Nur, nombre real del mutante Apocalipsis, y que sin duda tendrá un papel importante en la próxima película, X-Men Apocalypse. En este enlace, se explica muy bien cuál es el papel de este villano en los cómics, cuáles son sus poderes y cuál puede ser la identidad de lo jinetes.
Director: Bryan Singer
Guión: Simon Kinberg
Año: 2014
País: USA
Duración: 131 minutos
Ficha IMDB
Web oficial
Reparto: Hugh Jackman, James McAvoy, Michael Fassbender, Jennifer Lawrence, Nicholas Hoult, Ian McKellen, Patrick Stewart, Ellen Page, Shawn Ashmore, Omar Sy, Peter Dinklage, Evan Peters, Halle Berry, Lucas Till, Daniel Cudmore, Booboo Stewart,Bingbing Fan, Adan Canto, Josh Helman, Larry Day, Amelia Giovanni, Gregg Lowe,Evan Jonigkeit, Mark Camacho, Laurence Belcher, Morgan Lily, Brian Cox, Famke Janssen, Anna Paquin, James Marsden, Kelsey Grammer, Brendan Pedder
Pues yo acabo de verla, y… hombre está entretenida (a ratos, porque hay otros…), pero First Class me gustó más.
La trilogía original de los X-Men me pareció flojita (sobre todo comparada con las últimas pelis de la Marvel), con peleas muy tristes, caracterizaciones espantosas (Juggernaut??) y algunos personajes penosos a más no poder (Cíclope??).
Años después, cambiamos de tercio, reboot al canto, y película de primera.
Entonces, vamos y contratamos al mismo tío que dirigió las primeras? WTF??