Después del capítulo 4×01, que la semana pasada describí como de cierta transición, para ponernos al día, ha llegado el 4×02, uno de esos con los que hay que tener cuidado si no queremos enterarnos de qué ha pasado. En cuanto se ha emitido, no han faltado por todos lados comentarios, bromas, y reacciones a lo ocurrido en él.

Mi primer consejo: vedlo lo antes posible.
Mi segundo consejo: ni de coña leáis esta entrada hasta no ver el capítulo.
Así que avisados quedáis. Así que sí, en este capítulo estamos a punto de celebrar una boda. Y ya sabemos que las bodas en Poniente suelen ser de traca. En nuestro mundo, lo peor que te puede pasar en una boda es que resbales borracho en la pista de baile y te graben en vídeo. En Poniente, en cambio… Pero empecemos desde el principio. En el capítulo, aparte del mayor protagonismo de los Lannister (por la boda entre Joffrey y Margaery, el León y la Rosa del título), volvemos a ver a Bran, a Stannis, Melisandre y compañía, y también a Ramsay y Th… Hediondo.

Y precisamente en la primera escena es a Ramsay, Hediondo y a otra chica de cacería en el bosque. Vemos a Hediondo, anteriormente conocido como Theon Greyjoy, muy integrado y metido en su papel de esclavo de Ramsay. Pues bien, lo peculiar de esta cacería es que están cazando a una chica llamada Atanasia, que corre despavorida por el bosque intentando huir de Ramsay y sus perras. No es que tenga ninguna posibilidad de salir con vida, la verdad. Mientras veía la escena maldecía mi memoria porque no recordaba que Ramsay tuviese una compañera de aventuras. Pero sí, en realidad salía en la tercera temporada. ¿Os acordáis de cuando Theon perdió sus «atributos»? Ella era una de las chicas que fue a verlo poco rato antes. No es un personaje que salga en los libros. Así que tras esa «entrañable» escena, que más o menos nos pone al día de cómo van las cosas con Ramsay y Theon, pasamos a otra cosa.

Y viajamos a Desembarco del Rey, donde Tyrion y Jaime hablan un ratillo de lo mal que está llevando el segundo eso de vivir sin una de las manos. Toda la vida, siendo el Matarreyes, ha basado su fama y su estilo de vida en la fuerza bruta y su habilidad física, y ahora que ha visto sus capacidades mermadas debe adaptarse a la nueva situación. Ya lo vimos en el capítulo anterior y seguimos en este. La relación entre Jaime y Tyrion siempre ha sido infinitamente mejor que la de Cersei con Tyrion, así que vemos cómo Jaime le pide, en cierto modo, consejo. Y resulta que Tyrion le puede ayudar.

Jaime: ¿Cómo voy a proteger al Rey cuando apenas puedo limpiarme mi propio culo?
Tyrion: Ahora eres el Lord Comandante. Dirige. Déjales el combate a otros. ¿Cuándo fue la última vez que padre usó una espada?
Jaime: No soy padre. Soy el Matarreyes. Cuando la gente se entere de que no puedo matar ni a una paloma…
Tyrion: Entrena, pues. Aprende a luchar con tu otra mano.
Jaime: ¿Con quién? ¿Contigo? La gente habla. Tan pronto como alguien descubra que no puedo luchar, se lo contará a todos.
Tyrion: Necesitas un espadachín bueno y discreto. Y, mira tú por dónde, tengo al indicado.

Y resulta que el nuevo entrenador personal de Jaime es…

No, no es como en los libros Ilyn Payne, dado que el actor por desgracia ha muerto. Pero en la serie han optado por Bronn y es una muy buena opción también. Ahí los dejamos, a ver si Jaime recupera destreza…

Volvemos a Fuerte Terror, con Roose Bolton volviendo a su casa después de ser huésped de los Frey. Resulta que vuelve con su mujer, Walda, y no muy contento con su bastardo Ramsay. Lo primero que le pregunta al llegar es por su «trofeo», es decir, por Theon Greyjoy, que al parecer Roose quería utilizar para otros fines que no eran la diversión de su bastardo. Básicamente su intención era intercambiarlo con Balon Greyjoy para conseguir Foso Cailin.

Roose: Lo has desollado.
Ramsay: Le he pelado algunas partes. Y le he quitado otras.
Roose: Era el hijo y heredero de Balon Greyjoy. Ramsay: Llevamos mil años desollando a nuestros enemigos. Nuestro blasón es un hombre desollado.
Roose: El mío, no el tuyo. No eres un Bolton. Eres un Nieve.

 

¡Zasca! Bueno, la cuestión es que es muy significativo ver cómo hablan de Greyjoy en pasado. Así se hace evidente que, no es solo que Theon no sea el que era, sino que ya casi no llega ni a ser una persona. Tremenda la prueba de fidelidad de hacer que afeite a Ramsay y que lo haga sin tentación de degollarle, incluso cuando le comunican que han asesinado a Robb Stark, su casi hermano.  Y hay otra revelación que Ramsay le hace a su padre, y es que los niños Stark (Bran y Rickon) siguen vivos. Así que la prioridad ahora para los Bolton es dar caza a los (casi) últimos Stark, y les tocará a la Cabra (Vargo Hoat, el mismo que cortó la mano a Jaime) y a Ramsay ir a buscarlos al Castillo Negro, que es el primer lugar a donde irán a buscarlos. A cambio de conseguir Foso Cailin, Roose ofrece a Ramsay «reconsiderar» su posición.

Otra vez en Desembarco del Rey, tenemos una interesante conversación entre Tyrion y Varys. Varys le cuenta a Tyrion que hay quien les ha visto a él y a Shae, y que Tywin Lannister no tardará en enterarse y tomar medidas (drásticas, tratándose de él y con sus antecedentes). Así que Tyrion le pide a Varys que mienta por él, algo que el eunuco no piensa hacer. Sin embargo, sí que comentan la posibilidad de sacarla de la ciudad para salvarle la vida, algo a lo que Shae ya se ha negado repetidas veces.

Varys: Nadie llora por arañas ni por putas.

Y empezamos con el tema de la boda. Joffrey está en plena recepción de regalos, y recibe un cáliz nupcial de parte de su futuro suegro. Acto seguido, será su tío Tyrion quien le haga un regalo. Lleva un poco de segundas intenciones, ya que se trata de un libro que narra la historia de algunos reyes. Aunque después de momentos de tensión Joffrey parece aceptarlo más o menos con agrado, después se ve que no le ha gustado demasiado. Su abuelo, Tywin, le regala la segunda espada de acero valyrio que se forjó a partir de Hielo de Ned Stark (recordemos que la primera la tiene Jaime), y lo primero que se le ocurre a Joffrey es probar cómo de afilada está con el libro que le ha regalado Tyrion. Encantador.

Joffrey: ¡Lamento de Viuda! Ese me gusta. Cada vez que la use, será como volver a cortarle la cabeza a Ned Stark una y otra vez.

En contra de la prudencia, vemos cómo Tyrion y Shae se encuentran una vez más. En la escena anterior ya hemos visto cómo Tywin y Cersei la tienen más que fichada, pero Tyrion quiere obligar a Shae a irse. Para ello no duda en insultarla y enfadarla, para que así entre en razón y monte en el barco que ha acordado que la llevará a Pentos. ¿Fin de la historia?

En la primera aparición de Davos, Stannis y Melisandre de la cuarta temporada, se está llevando a cabo una ejecución pública. Entre los ejecutados se encuentra el cuñado de Stannis, y hermano de su mujer, Selyse. Por cierto que si hay alguien convencido de la fe de Melisandre es Selyse, ¡ay omá, qué miedo da esa mujer! Parece que en Bastión de Tormentas no van sobrados de comida precisamente, y eso sirve para que Selyse cuente algunas anécdotas de cuando Stannis y ella llevaban poco juntos. Melisandre va a tener una charlita con Shireen, que sigue medio encerrada en las mazmorras del castillo.

Bran parece que ha estado pasando demasiado tiempo metido en la piel de su lobo huargo, Verano. Por lo demás ahí siguen, por el norte y muertos de frío y hambre. Al poco rato, el grupo se topa con un árbol de los dioses, ante el cual Bran se detiene. Cuando lo toca, tiene una visión que le revela a dónde tienen que dirigirse.

Y ya entramos en la parte final del capítulo. Lo que los fans han dado en llamar «la boda Púrpura», no sin cierto cachondeíto. Así que la parte obligatoria de la ceremonia en el templo, antes de pasar al banquete.

En cierto momento Tyrion averigua por Bronn que Shae se ha subido al barco que le tenía preparado para enviarla a Pentos. Con eso se queda más tranquilo. Lo que pasa es que en el banquete no va a tener mucha tranquilidad por culpa de su sobrino.

Muy buenas las miraditas que se dedican Oberyn y Loras. Picarones… Tenemos varias conversaciones interesantes en el banquete: entre Olenna Tyrell y Sansa, entre Jaime y Loras, entre Cersei y Brienne, Cersei y el Maestre Pycelle… La verdad es que la reina regente no está llevando muy bien eso de dejar de reinar y dejar paso a Margaery en el trono. Y la palma de estas conversaciones la tiene la que mantienen Cersei, Tywin, Oberyn y Ellaria. ¡Eso es lanzar cuchillos por la boca, señores!

Pero no nos olvidemos, ¡es una boda! Y como tal tiene sus atracciones.

La música. Tal como ocurrió en la Boda Roja, tenemos cameo y es el del grupo Sigur Rós, que toca una versión de «Las lluvias de Castamere» que no apasiona precisamente a Joffrey, aunque es chulísima (la he puesto al final del post).

La lucha entre enanos. Joffrey ha preparado un número donde cinco enanos interpretan a Joffrey, Stannis, Renly, Balon Greyjoy y Robb Stark. Tal como es de esperar, el espectáculo es de pésimo gusto y caracteriza lo peor de sus contrincantes, incluidos los que ya están muertos (Robb y Renly).

 

 

Las palomas dentro de la tarta. Sí, hay una tarta a la que Joffrey pega un espadazo y salen volando palomas. Ahora, que eso también se cobra sus víctimas.

Pero no a todo el mundo le hacen gracia las bromas de Joffrey…

Y luego llega el GRAN momento, y es cuando Joffrey pasa a mejor vida entre terribles dolores. Creo que ahí el orgasmo ha sido generalizado. 🙂

Lo malo es que, acto seguido, Cersei ha acusado a su hermano Tyrion de asesinar al Rey Joffrey. Ay, al Gnomo le esperan tiempos difíciles.