La verdad es aburrida.
Ya hacía tiempo que encontraba el momento para ver esta película, dado que tras disfrutar tanto con La Gran Belleza (que merecidamente ha recibido el Oscar este año a Mejor Película de Habla no inglesa), busqué qué más habían hecho el protagonista y el director. Resulta que hace unos cuantos años juntos también formaron tándem para esta otra película del 2004.
El protagonista de la historia es Titta Di Girolamo (al que interpreta Toni Servillo) , un hombre que vive de forma permanente en un hotel de Lugano, Suiza. Lleva viviendo ahí nada menos que ocho años, y al inicio de la película vemos algo de su día a día, de su insomnio, de cómo observa a los demás. Parece estar esperando algo, solo que no sabemos el qué. Se intercalan con sus escenas las de otros habitantes del hotel: los ancianos que otrora fueron dueños del mismo, ahora arruinados, tienen que resignarse a vivir en una de las habitaciones; la gente que pasa por allí; los empleados; la camarera, Sophia; la mujer de la limpieza, que vive intrigada por Titta; las personas con las que mantiene negocios… Titta mantiene esa rutina, consistente al parecer en no hacer nada especial (aunque eso es solo a simple vista, luego sabremos que hay mucho más tras la aparente calma). Y es que a medida que pasan los minutos sabremos más sobre sus costumbres (algunas muy sorprendentes), sobre su familia, sobre cosas que están bajo la superficie y no ve ninguno de los que le rodean. Un día las cosas cambian, y de ahí el título y el tema del enamoramiento. Tampoco es que vaya a contar mucho más. Yo misma no sabía demasiado de lo que ocurriría y creo que es mejor así. Pero hay que decir que a diferencia de La Gran Belleza, en Las consecuencias del amor hay un gran cambio y una evolución en el argumento. Mientras que una es constante, pausada, esta otra llegado cierto momento se acelera y tiene un cambio acentuado. No digo que una cosa sea mejor que la otra, solo que las dos películas no tienen demasiado que ver entre sí en cuanto a historia.
Tenemos aquí a un protagonista carismático e interesante, interpretado de forma magnífica por Toni Servillo (de verdad que tengo que ver más películas de este hombre…). Buenos secundarios, aunque ninguno llega a brillar – ni de lejos – tanto como él. Él es la película. La historia también está adornada con buenos diálogos, salpicados de reflexiones que pueden conmover, sorprender, y en definitiva, hacernos pensar. El marco del hotel es una constante, aunque la acción transcurre en algunos momentos en otros lugares. Será recurrente la habitación de Titta, y el vestíbulo. La música servirá para dar énfasis a algunas escenas, y realmente es música que no pasa desapercibida. Reconozco que en determinados momentos no me pareció del todo adecuada, pero en conjunto es muy ecléctica y bastante particular (aquí se pueden ver algunas de las canciones que salen en la película).
En resumen, es una película que me ha gustado ver. Quizás tiene algunos defectos de desarrollo o flojea en la parte de más acción, pero en general me ha parecido muy buena. Nada que ver, sin embargo, con La Gran Belleza, a pesar de que comparten las dos pelis protagonista y director (en incluso, en algunos momentos, un tono y recursos similares…). A tener en cuenta, y con algunos diálogos para enmarcar. Termino la reseña con algunos que me gustaron especialmente.
Si eres amigo de alguien lo eres siempre.
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Tal vez sentarme en este taburete sea lo más peligroso que he hecho nunca.
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La mala suerte no existe. Es solo una invención de los perdedores y los pobres.
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Los tímidos avisan de todo, pero se les da muy bien pasar desapercibidos.
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Todos los hombres tienen secretos vergonzosos.
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Lo peor que puede pasarle a un hombre que pasa mucho tiempo solo es no tener imaginación. La vida, ya de por sí aburrida y repetitiva, se convierte en ausencia de fantasía en un espectáculo mortal.
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Existe en el mundo una especie de secta cuyos miembros incluyen a hombres y mujeres de todas las clases sociales, de todas las edades, razas y religiones. Es la secta de los insomnes, de la cual formo parte. Los que no pertenecen a la secta dicen a veces a aquellos que sí pertenecen: «si no se puede dormir, siempre se puede leer, ver la televisión, estudiar o hacer cualquier otra cosa». Este tipo de frases resultan profundamente irritantes para la secta de los insomnes. La razón es muy simple, los que sufren de insomnio solo tienen una obsesión: quedarse dormidos.
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Solo una cosa es verdad, lo sé. De vez en cuando, subido a un poste de la luz, en medio de una extensión de nieve, con un viento gélido y cortante, Nino Giuffré se detiene, la melancolía lo invade y se pone a pensar. Y piensa que yo, Titta di Girolamo, soy su mejor amigo.
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Proyecto para el futuro: no subestimar las consecuencias del amor.
Director: Paolo Sorrentino
Guión: Paolo Sorrentino
Año: 2004
País: Italia
Duración: 100 minutos
Ficha IMDB
Reparto: Toni Servillo, Olivia Magnani, Adriano Giannini, Antonio Ballerio, Gianna Paola Scaffidi, Nino D’Agata