Llevaba tiempo con ganas de ver esta película, y realmente si no lo he hecho antes ha sido por falta de tiempo (está disponible desde hace al menos un par de meses). Sin embargo, ha sido en su estreno en las salas españolas, cuando he ido a verla. Ya y como suele ocurrir, con un desfase considerable con respecto al estreno en su país, y con un doblaje que deja que desear.
The World’s End – con una traducción extendida sin necesidad de su título, a Bienvenidos al fin del mundo – forma parte de una trilogía de películas dirigidas por Edgar Wright, la «trilogía del Cornetto«, siendo esta la última, siguiendo a Shaun of the Dead (traducida como «Zombies Party. Una noche… de muerte») y a Hot Fuzz (traducida como «Arma fatal»… en fin). Aparte de que posiblemente sea la trilogía con los títulos peor traducidos de la historia, las películas tienen en común al director, a varios de sus actores, y en concreto a Simon Pegg y Nick Frost siempre en papeles protagonistas, y por último, las tres son comedias. Un par de ellas tienen toques de ciencia ficción. En la primera, obviamente, eran zombis. En esta última… no quiero fastidiar la sorpresa a nadie (aunque no sé si el tráiler lo hace por mí).
El protagonista de esta película es Gary King (Simon Pegg), un hombre ya cerca de los cuarenta que vive anclado en su pasado, cuando era un chavalillo con la vida por delante y se lo pasaba bien con su pandilla de amigos. Concretamente, guarda un recuerdo muy nítido de la noche en que terminaron el instituto y estuvieron cerca de conseguir completar la «Milla de Oro». Cuando eran jóvenes, Gary era el líder de su banda, el que tenía coche (la Bestia), y el que quiso que hicieran esa ruta alcohólica. En el pueblo en que vivían, Newton Haven, no había mucho que hacer, excepto alcoholizarse, y la Milla de Oro era una ruta de 12 pubs que había que recorrer en una noche. El reto era tomarse una pinta en cada uno de ellos, y llegar al final. Cuando terminaron el instituto no fueron capaces de conseguirlo, y en la actualidad han perdido el contacto entre ellos y han seguido sus vidas. Sin embargo Gary, tras salir de un centro de desintoxicación, decide buscar y convencer a todos sus antiguos amigos de volver al pueblo y completar la proeza, llegar al Fin del Mundo.
Le va a costar lo suyo, pues todos tienen vidas muy diferentes ahora a las que tenían cuando eran chavales, y sobre todo le cuesta convencer al que fue su mejor amigo, Andy Knightley (Nick Frost), pero finalmente los cinco hombres terminarán de nuevo en aquel pueblo, decididos (algunos más que otros) a completar la Milla de Oro en una noche. Aparte de Gary y Andy, están Steven Prince (Paddy Considine), Oliver «el profeta» Chamberlain (Martin Freeman) y Peter Page (Eddie Marsan). A lo largo de la película también tendremos momentos para la hermana de Oliver, Sam (Rosamund Pike); para el loco del pueblo, Basil (que en realidad es nuestro viejo conocido Walder Frey!); el antiguo profesor de la pandilla, interpretado por Pierce Brosnan; y el Reverendo Verde (Michael Smiley), entre otros. Un buen reparto de actores ingleses que seguramente os sonarán bastante si seguís algunas de las series británicas que se han estrenado en los últimos años.
Pero volviendo a la historia. Lo que al principio parecía una cruzada alcohólica de Andy por recuperar cierta alegría que dejó atrás en su juventud, va a acabar convirtiéndose en una carrera por la supervivencia que ninguno de ellos esperaba. Hay varios temas que se explotan de forma cómica, como lo extraños que se vuelven los lugares donde uno vivió de crío (para los que se han ido), o sobre la juventud perdida, o sobre los sueños rotos, las oportunidades que han quedado atrás y la llamada «crisis de los 40». Aparte de eso, tendremos numerosas bromas sobre el alcohol, la cerveza, y sobre lo desastre que es el personaje de Gary, el «Rey».
Es curiosa la lista de pubs que componen la Milla de Oro, y la verdad es que tienen nombres bastante resultones y llamativos. Por supuesto, el pub número 12 es ‘The World’s End’, aunque no he podido encontrar una lista por ahí los enumeran en los primeros minutos de la película. Según he leído, el director comentó que 9 de los 12 pubs son reales, y los exteriores de los pubs ficticios fueron rodados en Welwyn Garden City y Letchworth Garden City, cambiando los carteles. Aparte de eso, la película fue rodada en Hertfordshire, en los Estudios Elstree (Letchworth) y la estación de tren de High Wycombe.
Y aunque las localizaciones tienen mucho encanto – sobre todo los pubs, que dan ganas de tomarse una cerveza, o cuatro, a pesar de estar en diciembre -, no son mejores que la música. Una buena banda sonora con temas conocidos sobre todo de los noventa, acompañan a nuestros protagonistas en su aventura de una noche. La idea es que las canciones deben ser de la adolescencia y juventud de los protagonistas, dado que lo que Gary pretende es revivir la plenitud que tenía en esos años. Así, la música será toda de esa época. En la banda sonora (cuya lista completa se puede ver aquí), hay canciones de The Sisters of Mercy, Suede, Blur, Teenage Fanclub, The Doors, Pulp y muchos más. Un auténtico gusto para los oídos.
Y nada, que es una comedia ligera sobre unos hombres de mediana edad que luchan por sobrevivir en su pueblo de origen, enfrentándose a problemas cada vez mayores. Si tuviera que elegir lo que más me ha gustado de la película, serían las actuaciones y su sentido del humor cafre y gamberro, muy inglés. La banda sonora es un plus, por supuesto, y convierten a esta comedia de ciencia ficción en una manera de pasar un rato agradable y entretenido (si os divierte este humor, claro). La película es divertida, y aunque quizá decae algo en su tramo final, creo que merece la pena. Eso sí, si es en V.O., mucho mejor como siempre.
Director: Edgar Wright
Guión: Edgar Wright, Simon Pegg
Año: 2013
País: UK
Duración: 109 minutos
Web oficial
Ficha IMDB
Reparto: Simon Pegg, Nick Frost, Paddy Considine, Martin Freeman, Eddie Marsan, Rosamund Pike, David Bradley, Pierce Brosnan, Michael Smiley, Reece Shearsmith, Darren Boyd, Mark Heap
No me entusiasmó demasiado cuando la vi en su día, me gustó más Hotfuzz y Shaun of the death también, aunque me resultó más flojilla. Toda razón tienes en que los doblajes son malísimos!
La de Shaun of the Dead la vi hace tiempo y no me mató demasiado, supongo que no me había hecho a la idea de que fuera humor. Hot fuzz la tengo pendiente, a ver cuándo encuentro rato y la veo!
Los doblajes raramente merecen la pena, ojalá se generalizase la V.O.