Después de un estreno temporada algo «templado», afrontaba este segundo capítulo con algo de miedo a qué pasaría, si sería igualmente parado, si tendría escenas de esas que no parece que pinten demasiado… pues bien, el capítulo no ha resultado ser la montaña rusa que podría pensar, y sin embargo, siendo algo paradito, este capítulo me ha dejado con mejor sabor de boca que el de la semana pasada (mi reseña aquí). Vamos allá, y como siempre, podéis esperar spoilers a cascoporro del capítulo.

Empezamos con Bran, un personaje que no habíamos visto en el 3×01 y al que toca situar en la trama. Está en uno de sus sueños, y en el sueño aparecen también sus hermanos (Robb y Jon), y su padre (del cual solo escuchamos su voz, no hay cameo de Sean Bean, se siente). En ese sueño será donde veamos por primera vez a Jojen Reed, que habla a Bran con enigmáticas palabras, y le dice que no puede matar al cuervo de tres ojos porque él mismo es el cuervo. Buena elección para Jojen, la verdad es que el actor que lo interpreta me gusta mucho, tiene el punto justo de sabiduría y malicia como para hacerlo instantáneamente interesante.

Por cierto: ¡cómo ha crecido Bran!

Pasamos a Robb, que comparte tiempo con su nueva esposa (uf, no soporto demasiado a ese personaje, lo siento). Después, vemos cómo Catelyn se entera simultáneamente de la muerte de su padre y de la desaparición de sus hijos más pequeños, Bran y Rickon. Las relaciones siguen siendo tensas entre Robb y su madre… aunque por algún motivo las escenas que tienen ambos no me acaban de convencer.

Y aquí llega uno de los platos fuertes del capítulo, aunque en los libros esto tardaba un tiempecito en revelarse, conocemos ya el destino de Theon después de que los Bolton tomaran Invernalia y expulsaran a los Hombres del Hierro. El pobre Theon está pasándolas putas mientras un tío encapuchado lo tortura sin miramientos. Este es uno de esos cambios que según mi punto de vista son totalmente bienvenidos. Me alegro de que vayamos a tener algo (o mucho) de Theon en esta temporada.

Otro de los puntazos del capítulo, para mí, es ver juntos a Brienne y Jaime por primera vez desde la segunda temporada. Sus diálogos llenos de veneno, la mordacidad y mala leche de Jaime… extraña pareja, y la verdad es que me gustan sus escenas, al igual que me gustaban los capítulos de los libros donde salían.

Jaime: ¿Erais leal a Stannis?
Brienne: Dioses, no.
Jaime: Ah, a Renly. ¿En serio? No estaba hecho para gobernar nada de mayor importancia que una comida de doce platos.
Brienne: Cerrad la boca.
Jaime: ¿Por qué? Conviví con él en la corte desde que era un muchacho, no lo olvidéis. Cómo dejar pasar a ese pequeño tulipán. Correteando por los pasillos
con sus trajes de seda bordada.
Brienne: Lo conocía mucho mejor que vos. Lo conocía tan bien como cualquiera. Como miembro de su Guardia Real me lo confió todo. Habría sido un rey maravilloso.
Jaime: Parece que os gustaba bastante.
Brienne: No me gustaba.
Jaime: Dioses, es cierto. ¿Se lo llegasteis a decir?
Brienne: No, por supuesto que no.
Jaime: Mucho me temo que no erais el tipo de Renly. Le gustaban más las jovenzuelas de rizada cabellera, como Loras Tyrell. Vos hubieseis sido demasiado hombre para él.
Brienne: No me interesan esos rumores repugnantes.
Jaime: A menos que se refieran a mí. Lo de Renly es cierto. Sus inclinaciones eran el secreto peor guardado de la corte. Es una lástima que el trono no estuviera hecho de pollas. No hubiese habido forma de bajarlo de allí.

Joffrey con su modisto y su madre. Cersei le pregunta qué opina de Margaery. Vemos cómo el pequeño Joffrey se le está yendo de las manos a Cersei, y como sigue siendo tan de hostia continua como en las dos primeras temporadas.

Pasamos a Sansa y Shae, otros personajes que sí habíamos visto en el 3×01 y volvemos a ver (¿realmente un personaje como Shae necesita tantos minutos en pantalla cada capítulo?). Hablan de las intenciones que puede tener Meñique con ella, y básicamente hacen tiempo hasta que Sansa sale a los jardines y se encuentra con los Tyrell (Loras, Margaery, y finalmente, Olenna). Nuevo personaje en juego: Olenna, la Reina de Espinas, que resulta ser manipuladora como su nieta, pero multiplicado por mil. No parece mal personaje, pero todo el conjunto de la escena para mí fue largo y aunque no carente de interés, quizá sí excesivamente estático y suave. Pero tengo que reconocer que recuerdo que en los libros la situación y la conversación en sí las recuerdo muy parecidas a como las han reflejado en pantalla.

Pasamos a Robb, que habla con Lord Karstak. Quizá no coincida con nadie, pero esta conversación ha sido para mí de las más interesantes. Porque habla de batallas y de la guerra (algo que parece más que relegado a un segundo plano, ¡que hay una guerra en marcha, y muy sangrienta!), habla de malas decisiones y de cosas que están por ocurrir.

Y después llega una escena entre suegra un nuera un poco forzada, la verdad. Se supone que como Catelyn está triste y con su hijo las cosas están como están, acaba confesándole cosas a su recién estrenada nuera. Le habla de las muchas veces que se ha preocupado por sus hijos, y cómo ha terminado considerando y tratando a Jon Nieve como un hijo más. La verdad, este speech de Catelyn no me ha resultado creíble, y más después de haberla visto en los libros. No sé… y encima con una musiquita un tanto empalagosa que hizo que la escena no me gustara nada.

Por el lado de Jon Nieve y Mance Rayder, las cosas mucho más interesantes. Vemos un poco más de Mance, nos ponen en situación con respecto a cómo están las cosas Más Allá del Muro: Mance ha conseguido poner de acuerdo a tribus que llevaban mucho tiempo siendo enemigas a muerte, por una causa común. La amenaza de los Otros es tan grande que ha obrado ese pequeño milagro. Otro personaje nuevo: Orell, un warg que ayuda a Mance, a través de sus visiones. Se menciona el Puño de los Primeros Hombres. Buena elección del actor que interpreta a Orell, parece un personaje con potencial e interesante.

Después viene una escena de la Guardia de la noche y Sam Tarly, en una demostración más de que es insoportable y merece morir… y sin embargo sigue vivo. Se nota que soy anti-fan de Sam, ¿eh? xD

Y ahora sí que los Reed llegan a escena de verdad, y no en un sueño. Su llegada es con bastantes malos modos, pero al parecer no vienen para nada malo y además Jojen parece conocer a Bran y dice que llevan tiempo buscándolo. Buen Jojen, me gusta. Meera… bueno, me gusta menos pero creo que es coherente cómo está representado su personaje.

Y vamos a ver por primera vez en esta temporada a Arya, que sigue por esos caminos de Poniente con Pastel Caliente y Gendry. Cuando los vemos, están a punto de encontrarse con otro de los personajes nuevos: Thoros de Myr, un sacerdote borracho, parlanchín y bastante listo. Gran elección de casting, me ha gustado mucho.

En la siguiente escena, Tyrion y Shae hablan de Sansa, de si es conveniente que Shae se cuele en la habitación de él, ella se pone celosa y demás de algún cometario de Tyrion… bueno, una escena de trámite para revelar cierta información sobre la naturaleza de su relación, pero un poco larga para mi gusto. No soporto al personaje de Shae, pero en fin…

Y pasamos de escena con sexo (que no se ve), a escena sin sexo pero en donde las hormonas (de Joffrey, en este caso) se revolucionan por completo. Es la escena de la ballesta, una escena que nos muestra cómo de embelesado está Joffrey con Margaery y cómo ella le manipula, al parecer, a su voluntad. O dicho con otras palabras: cómo Margaery consigue poner palote a Joffrey con cuatro tonterías.

De vuelta a Theon, vemos cómo siguen torturándole. Pero puede haber esperanza: un sirviente afirma que su hermana vendrá a rescatarle. Ay, Theon…

Y volvemos a Bran y Jojen, Jojen parece estar más que al corriente de todo lo que le ocurre de extraño a Bran: los sueños, el cuervo de tres ojos… interesantes personajes y una trama con bastantes posibilidades. Veremos.

Y en una taberna, vemos a Arya y sus amigos con Thoros, que no sabe decir ‘no’ a una copa. xD Temas de tamaño y esas cosas aparte, no sé si estaréis conmigo en que Arya no da la impresión de ser tan fuerte (sobre todo emocionalmente) como en los libros, la verdad es que en ese sentido creo que estoy un poco decepcionada. Pero en cuanto al físico y la destreza, claro está que no cualquiera puede medirse con Thoros, gran borrachín y también un gran luchador. La Hermandad sin Estandarte de Thoros, además, ha encontrado al Perro, que reconoce a Arya y la delata como una Stark ante todos. Ahí queda eso.

Y ya al final del capítulo, volvemos a ver a Jaime y Brienne, que tienen sus más y sus menos. Jaime está bastante débil y nada puede hacer para enfrentarse a Brienne para intentar escaparse, y lo vemos, pero además viene una pandilla bajo el estandarte de los Bolton que les interrumpe. Uh-oh. Final del capítulo, no nos dejéis así.

 

Así que en resumen, para mi gusto hay varias escenas que me resultaron largas y poco interesantes. Hoy por hoy, me interesa más lo que sucede «sobre el terreno» (líneas argumentales de Robb, Jon, Arya, Jaime e incluso Bran) que las intrigas palaciegas y lo que sucede en Desembarco del Rey (escenas de Joffrey, Margaery, Sansa y… me duele decirlo, pero también Tyrion).

De este capítulo me han encantado varios momentos (alguno de los cuales no he situado en el texto de arriba por amor a la posible sorpresa para algunos 🙂 ):

– Jaime y Brienne, la extraña pareja. Brienne resulta ser una interlocutora perfecta para  Jaime, pero ¿qué pasará ahora?
– Bran, ahora su trama ha cobrado mucho interés gracias a los Reed (sobre todo Jojen).
– Oooh… el Bastardo de Fuerte Terror. Apenas acaba de empezar (¡Reek!)
– Thoros de Myr, que parece que va a ser un personaje memorable.
– ¡Ha vuelto Sandor Clegane! ¡Guau!

Así que por esos momentos, el capítulo ya es, para mi gusto, mejor que el primero de la temporada, que fue bastante de introducción y puesta al día.

Y para ir aliviando la espera hasta el próximo lunes, esta es la preview del capítulo 3 (‘Walk of Punishment’), y su sinopsis:

Tyrion adquiere nuevas responsabilidades; llevan a Jon al Puño de los Primeros Hombres; Daenerys se reúne con los esclavistas; Jaime llega a un acuerdo con sus captores.