Título original: Miecz przeznaczenia
Autor: Andrzej Sapkowski
Año de primera publicación: 1992
ISBN: 9788496173729
Editorial: Bibliópolis
Número de páginas: 287 páginas
Leído en… español
Pues bueno, en la víspera de la reseña del primer capítulo de la segunda temporada de Juego de Tronos, que se emite hoy en los USA, vengo con una no menos épica saga literaria, aunque con un tono totalmente diferente. Hace ya algún tiempo leí y reseñé el primer libro de esta saga de Geralt de Rivia, El último deseo (mi reseña está aquí). Si ya aquel me gustó muchísimo, y lo leí por recomendación de reseñas y opiniones de personas en cuyo gusto confío y mucho, también es verdad que esas mismas personas y críticas dicen que los últimos libros de la saga decaen bastante en interés. Así que mi intención es dosificar muchísimo estos primeros libros y no precipitarme por llegar a un final que, seguramente, me decepcionará. Ay, el mal de las sagas…
Pero a lo que iba. En este libro, y todavía con el esquema de historias cortas (aunque en este libro no tan cortas, de hecho), seguimos conociendo a Geralt y a otros personajes, algunos de los cuales ya conocíamos del primer libro (como Jaskier) y otros que no. Al igual que el primer libro, la materia prima de los relatos, aparte de la fascinante personalidad del brujo, son leyendas y cuentos de la mitología de la Europa central y del Este. Geralt sigue siendo un personaje de la leche, y los que le rodean le suelen dar la réplica a la perfección. Así, al cabo de las páginas, tenemos diálogos memorables e intercambios realmente afilados y llenos de humor e ironía, aunque también tristeza y melancolía en casi todo momento. En el primer libro teníamos aquellos capítulos titulados «La voz de la razón» intercalados entre los cuentos, que le daban una continuidad y un sentido más global al conjunto. Aquí, la continuidad ya va implícita en la historia, y a pesar de tratarse de historias separadas, los hechos son consecutivos y hay un hilo conductor. También, aprovechando este esquema de relatos largos que casi son novelas cortas, se profundiza mucho más en Geralt, sus circunstancias y su manera de pensar y actuar, y también en los personajes que le rodean y en los que van apareciendo. Geralt aparece aquí en algunos momentos fuera de su contexto y vida de brujo «mata-bichos», y lo vemos, aparte de viviendo aventuras, pasando necesidades económicas, conviviendo con su pareja, o de camino sin un destino muy definido.
Y hablando de destino, este juega aquí un papel muy importante. El destino en general pero también el destino de Geralt en particular. Y es que, ¿cómo va a creer Geralt que tiene un destino, si vive pensando que no hay nada esperándole a él, a diferencia de lo que ocurre con otras personas? Durante el libro iremos viendo cómo Geralt cambia su percepción con respecto al destino, el suyo y el de los demás, y sobre todo sobre ese «algo más» sin el cual el destino no es suficiente. También jugará un papel central Yennefer , y Jaskier adquirirá una relevancia y una profundidad que no tenía en el primer libro.
Los relatos incluidos son, por orden:
– Las fronteras de lo posible
– Esquirlas de hielo
– Fuego eterno
– Un pequeño sacrificio
– La espada del destino
– Algo más
Si tuviese que hacer un ranking personal, y a pesar de que todos los relatos son consecutivos y están íntimamente relacionados, creo que dejaría en último lugar de preferencia el relato «Esquirlas de hielo». Supongo que esto no es muy buena señal porque en este relato se profundiza en el binomio Yennefer-Geralt y es en el que más protagonismo tiene ella, que también es un personaje principal. Lo siento, no me gustan demasiado este tipo de relaciones asimétricas y me resulta un poco cansado leer sobre ellas. Y como en esa historia poco pasa que no tenga que ver con Yennefer, es el fragmento del libro que menos me gustó. Por otro lado, y si tengo que decir las que me gustaron más, no podría decir solo una. «Las fronteras de lo posible» me encantó con su búsqueda del dragón dorado y el análisis de las diferentes posturas de los personajes con respecto a esa búsqueda, con el genial personaje de Tres Grajos y otros compañeros de aventura de Geralt en esta ocasión. Genial de principio a fin. Me pasó lo mismo con los dos últimos relatos, muy relacionados, «La espada del destino» y «Algo más». El primero, centrado en una expedición de Geralt a Brokilón, centro neurálgico de las tierras controladas por las dríadas, está lleno de referencias al destino; y el segundo, también, y tiene un desarrollo sorprendente que me gustó mucho. Confieso que las últimas páginas me arrancaron unas lagrimitas.
Así que sin poder decir mucho más por no revelar spoilers, diré que me ha encantado el libro, de una manera diferente al primero quizás, y ahora estoy preparada para comenzar la «auténtica» saga del Brujo, que comienza en el tercer libro. Dejaré pasar unos cuantos meses, para así dosificarme lo bueno de la saga. Los personajes siguen pareciéndome geniales, sobre todo el de Geralt, los diálogos son la leche y las aventuras son muy interesantes y llenas de referencias a una mitología que casi desconozco por completo. Eso le añade a los libros una dimensión nueva e interesante a mis ojos.
FRAGMENTOS DEL LIBRO
-Y corzo que comen, los tíos -añadió, triste, Cortapajas -. Y ¿qué hemos comido nosotros? ¡Marmota! Y la marmota, os pregunto, ¿qué es? Una rata, no otra cosa. Entonces, ¿qué es lo que hemos comido? ¡Una rata!
-Déjalo -habló Devastadón-. A poco probaremos cola de dragón. No hay otra cosa como la cola de dragón asada a la parrilla.
—
-Voy con ellos porque soy un golem sin voluntad propia. Porque soy un arbusto de estopa que el viento arrastra a lo largo del camino. ¿A dónde, dime, podría ir? Aquí por lo menos se han reunido algunos con los que tengo de qué hablar. Algunos que no cortan la conversación cuando me acerco. Algunos que, incluso si no les gusto, me lo dicen a la cara, no tirándome piedras por la espalda. Voy con ellos por la misma razón que fui contigo hasta la taberna de los almadieros. Porque todo me da igual. No hay ningún lugar al que podría querer dirigirme. No tengo meta que se halle al final del camino.
Tres Grajos carraspeó.
-Siempre hay una meta al final de cada camino. Todo el mundo la tieen. Incluso tú, aunque te parezca que eres tan diferente.
—
-¿Sabes en qué reside tu problema? Tú crees que eres distinto. Arrastras contigo esa diferencia, eso que consideras como anormalidad. Te cargas con el peso de esa anormalidad sin darte cuenta de que para la mayor parte de la gente, aquellos que piensan razonablemente, eres de lo más normal bajo el sol, y ojalá fueran todos tan normales. ¿Qué más da que tengas reacciones muy rápidas o que la pupila se te haga un punto a la luz del sol? ¿Que veas en las tinieblas como los gatos? ¿Que sepas de hechizos? Vaya cosa. Yo, querido mío, conocí a un tabernero que era capaz de tirarse pedos sin parar durante diez minutos, de tal forma que tocaba la melodía del salmo «Bienvenida seas, bienvenida, mañanita tempranera».
—
-Piensas quizá que me conoces. No lo olvides, soy de naturaleza complicada.
-Jaskier -suspiró el brujo, sintiendo de verdad sueño-. Eres un cínico, un cerdo, un putero y un mentiroso. Y nada, créeme, nada de todo ello es complicado. Buenas noches.
—
Jaskier sabía que pocas personas creerían la historia que contaba el romance, pero no se preocupó por ello. Sabía que los romances no se escriben para que se crea en ellos, sino para emocionar.
—
El brujo volvió la cabeza. Los ojos de la dríada brillaban, los labios los tenía medio abiertos y pasaba la lengua por ellos. Por supuesto, pensó. Las dríadas pequeñas están sedientas de cuentos. Como los brujos pequeños. Porque a las unas y a los otros raramente les cuenta alguien un cuento antes de irse a dormir. Las dríadas pequeñas se duermen sumidas en el sonido de los árboles. Los brujos pequeños se duermen sumidos en el dolor de sus músculos. A nosotros también nos brillaban los ojos, como a Braenn, cuando escuchábamos los cuentos de Vesemir, allá, en Kaer Morhen. Pero eso fue hace tiempo… Hace tanto tiempo.
—
-Salta al caballo. Hablaremos por el camino. Eh, diablos, ¡pero no con ese petate! ¿Quieres que a Sardinilla se le estallen los lomos?
-¿Esta es Sardinilla? Sardinilla era un bayo y esta es castaña.
-Todos mis caballos se llaman Sardinilla. Bien lo sabes, así que no intentes distraerme.
—
-¿Crees en el destino, Jaskier?
El trovador alzó la cabeza, lo miró con los ojos muy abiertos.
-¿Por qué preguntas?
-Responde.
-Bueno… creo.
-¿Y sabes que el destino solo es poco? ¿Que hace falta algo más?
-No entiendo.
-No solo tú. Pero exactamente así es. Hace falta algo más. El problema estriba en que yo… yo ya nunca me enteraré de qué.
Desde luego que va de más a menos la saga, y en los últimos acelerando en caída libre. A mí no me ha convencido ningún personaje casi ya desde el principio (no sé si será el efecto post-juego de tronos, pero no me resultan convincentes).
Eso sí, le reconozco algo bueno: me ha persuadido para no volver a acercarme a una saga tocha de éstas tochas para el resto de mi vida xD
A mi me parece de las mejores sagas de fantasía. El ritmo, el lenguaje, la originalidad de los diálogos. El personaje de Geralt me parece muy creible y de lo mejorcito en muchos años. Los primeros tres libros de la saga en mi opinión son de 10. Tanto la espada del destino como el anterior, el último deseo. me parecen un auténtico orgasmo literario.
Ya tenía ganas de leer el primer libro y ahora con este segundo aún tengo más, es imperdonable que no me haya hecho todavía con ellos tras tus estupendas reseñas. Por cierto, ¿se parece esto en algo a la también saga de Elric de Melniboné de Michael John Moorcock? Reconozco que tampoco he podido leerla 🙁
Pues que em encanto comoa ti, aunque como bien dic es es mas una recopilacion de realtos que una novela en su sentido literario; buenos perosnaje, buen sentido del humor, ritmo, accion…y Ciri, la joven Ciri…una dleicia, estoy leyendo ya el cuarto de la saga, ya novela-novela y, es cierto, baja un poco el nivel, solo un poco, todo un aire fresco en al fantasia…un abarzo.