Jodaeiye Nader az Simin (Nader y Simin: una separación), de Asghar Farhadi (2011)

Título: Jodaeiye Nader az Simin
Director: Asghar Farhadi
Guión: Asghar Farhadi
Año: 2011
País: Irán
Duración: 123 min.
Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt1832382/
Reparto: Peyman Moaadi, Leila Hatami, Sareh Bayat, Shahab Hosseini, Sarina Farhadi, Kimia Hosseini, Babak Karimi, Ali-Asghar Shahbazi, Shirin Yazdanbakhsh

Esta era una de las películas pendientes que me quedaban de todas las nominadas (en este caso ganadoras) de los Oscars. Esta película se ha llevado el premio de Mejor Película Extranjera, y como el año pasado me llevé una alegría tremenda con la premiada, In a better world (En un mundo mejor), esperaba repetir experiencia. Quería encontrarme con otra película bien contada, alejada de los canones estadounidenses y con una historia humana. Y es justo lo que he encontrado, como era de esperar. 

Y aquí estamos, como el título indica, ante la historia de Nader (Peyman Moadi) y Simin (Leila Hatami), que ya en la primera escena comparecen ante un juez para conseguir la conformidad para separarse. Lo que ocurre es que, aunque ambos estaban de acuerdo en abandonar Irán para mejorar sus vidas y la de su hija (Termeh), la noticia del Alzheimer del padre de él, Simin, hace que decida quedarse. Nader quiere irse igualmente, así que ese es el motivo de la separación, no que se lleven mal o realmente tengan otros motivos de peso. Veremos cómo ella se muda fuera de la casa familiar, cómo Simin contrata a una asistenta que cuide de su padre, cómo la hija de ambos lidia con la situación… Veremos en cada escena atisbos de una realidad muy distinta a la nuestra, que se manifiestan en pequeñas o grandes cosas. Escenas como la de la asistenta que duda si puede cambiarle la ropa interior al padre de Simin cuando se mea encima, y plantea la duda a su guía religioso, cómo la hija de ella promete no decírselo a su padre, cómo unos y otros se refieren a la religión…

Pero cuando ocurre lo que ocurre, se inicia una lucha legal que involucra a dos familias muy diferentes. Una, más dominada por la tradición y con temperamentos completamente diferentes a los de la otra familia. La otra, más progresista, y por qué no decirlo, con más dinero. Las dos familias tienen hijas, de diferentes edades, pero formas muy diferentes de afrontar los problemas. Todo lo veremos a través del prisma de Nader y Simin, y no la otra familia, y sobre todo nos meteremos en la piel de Nader. Pero será Termeh quien ejerza en cierto modo de juez de todo lo que ocurre, quien tendrá que elegir si irse o quedarse, si quiere estar con su madre o con su padre. Y será una incógnita que se quede en nuestra mente, dando vueltas…

Es una película de esas que gustan si gusta el cine pausado, con muchos diálogos y situaciones que dan qué pensar. Todo forma parte de un mosaico en que hasta los detalles más mínimos tienen importancia, mucha más de la que parece. Veremos los extraños juicios a que se someten los personajes, las pruebas que cada uno aporta al caso, las diferentes versiones de los personajes y las circunstancias que han hecho que sean como son. Si algún defecto tengo que ponerle, es mostrar en ocasiones a los personajes muy polarizados (aunque no hay blanco ni negro, y sí muchos grises, hay personajes como el del marido de Razieh, Hodgat, que no demuestran ambiguedad ni demasiados matices). En otros momentos Simin parece un poco cegada por la animadversión hacia su ex marido, pero en conjunto se muestra un conjunto muy equilibrado de personajes, cada uno con sus motivaciones, con su vida y con toda la mochila de cosas que le ha llevado a estar donde están.

Llaman la atención las diferencias con nuestra propia sociedad (más respeto a los mayores, una teocracia siempre presente, un sistema judicial extrañamente rocambolesco, incluso las normas de circulación, la relación entre hombres y mujeres, todo), es un ejercicio curioso de empatía mezclado con una historia sencilla pero que engancha por sus buenos diálogos, por su realismo y por algunos de sus personajes.

Las actuaciones son perfectamente creíbles, tanto las de los adultos como las de las niñas. El elenco actoral, junto a la fotografía y la sobria puesta en escena, hacen que la película sea un ejercicio realista a la vez que hermoso. En su historia principal, es una historia humana que podría ocurrir en cualquier parte. En el fondo, nos muestra un Irán dividido entre tradición y deseos de cambio. Muy recomendable.

5 comments

  1. Información Bitacoras.com…

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  2. La tengo ya en mis manos, a ver cuándo encuentro el momento. Es el tipo de películas que me gustan, las que hablan de nada, simplemente de realidades, de afrontar el día a día.

    • Pues espero que te guste, Vir!
      En este caso, aparte de mostrar la realidad cotidiana, tiene un hilo conductor realmente interesante y que da qué pensar. Yo creo que la disfrutarás. 😉

  3. Comprendo que hay que ver todo tipo de cine. Pero este tipo de pequeñas historias cotidianas no es lo que más me entretiene. Muy buena reseña.

    • Gracias, Carlos. Ya, es que este tipo de historias tienen que gustar para poder disfrutar de la peli. Según los gustos, puede resultar hasta aburrido. Un beso!

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