Le scaphandre et le papillon (La escafandra y la mariposa), de Julian Schnabel (2007)

Título original: Le scaphandre et le papillon
Director: Julian Schnabel
Año: 2007
Duración: 112 min.
País: Francia/USA
http://www.imdb.com/title/tt0401383/
Reparto: Mathieu Amalric, Emmanuelle Seigner, Marie-Joseè Croze, Anne Consigny, Patrick Chesnais

Síndrome de cautiverio. Eso es lo que sufre Jean-Dominique Bauby (Mathieu Amalric) tras sufrir un ataque y despertarse con una parálisis total. Eso significa que no puede mover ni una sola parte de su cuerpo, excepto uno de sus ojos. No puede hablar, no puede mover nada… solo puede ser testigo mudo de lo que ocurre a su alrededor. Y esta historia es una historia real, la historia de Jean-Do tuvo lugar en el año 1995 (podéis leer más detalles en el enlace) y es realmente sobrecogedora.

Después del accidente, y de su despertar con su nueva condición, poco a poco iremos viendo lo que le ocurre en el presente, todo a través de su mirada y con sus comentarios/pensamientos. También iremos alternando con algunos flashbacks en los que conoceremos a Jean-Dominique en su pasado reciente y no tan reciente. Su trabajo como redactor jefe de la revista Elle, sus historias de amor y desamor, etc.

A medida que las personas de su vida van desfilando para visitarlo, Jean-Do irá reflexionando sobre las cosas en las que se ha equivocado, y sobre otras que le gustaría haber hecho y de las que ahora no es capaz. Según avanza en su terapia con la doctora Henriette Roi (Marie-Joseé Coze), veremos también las motivaciones de ella. Para ella, el tratarlo es un reto pues es un hombre que admira y a la vez un hito en su carrera profesional. Ella, a veces, irá contando cosas de su propia vida, que es creyente, o sus opiniones, y esto establecerá una relación bastante entrañable entre los dos. Ideará un método para que Jean-Do se pueda comunicar: pondrá las letras del abecedario ordenadas por frecuencia de uso en una cartulina, y cuando ella las enumere, él parpadeará cuando llegue a una letra determinada. Así, letra a letra, se construyen las palabras que le gustaría pronunciar, aunque evidentemente es un método lento y laborioso para los dos.

Aunque al principio sí es así, la cámara no siempre estará en el punto de vista de Jean-Do. A partir de cierto punto veremos lo que ocurre con planos más generales, que hacen el visionado más llevadero. Lo digo porque uno puede pensar que toda la película va a ser como se ve al principio (momentos post-accidente) y la verdad es que por suerte no.

Y será a partir de cierto punto donde veremos que lo que Jean-Do quiere cumplir un deseo: escribir sus memorias. Lo malo es que el único medio de comunicación que tiene con el exterior será su ojo izquierdo. Dictará de esa forma que he explicado sus memorias a la asistente que le acompaña, y la verdad es que es impresionante saber que eso ha ocurrido de verdad. Es de esas películas que le hacen pensar a uno en la suerte que tiene de estar en plenas facultades, poder disfrutar de la vida, con más o menos medios, pero sano. Y joder, que cuenta uno de esos casos en que sus protagonistas han dado ejemplos de una fortaleza inmensa.

Así que, en resumen, una película de esas para pensar y plantearse cosas. Es una peli dura, evidentemente su protagonista está como está y no hay finales felices (solo hay que leer la historia en que se basa), pero aún así es de esas películas tristes que ayudan a plantearse cosas para bien y a mirar nuestra realidad con otros ojos. Nunca está de más tomar un poco de conciencia y perspectiva de lo que tenemos y es realmente valioso.

Algunas frases de la peli para terminar:

Ahora tengo la impresión de que mi vida ha sido una sucesión de pequeños fracasos. Las mujeres que no supe amar, las oportunidades que no supe atrapar, los instantes de felicidades que dejé pasar. Sabía el resultado de la carrera pero era incapaz de apostar por el ganador.

Aparte del ojo, acabo de darme cuenta de que tengo otras dos cosas que no están paralizadas: mi imaginación y mi memoria. La imaginación y la memoria son las dos únicas vías para escapar de la escafandra. Puedo imaginar lo que sea, a quien sea y donde sea.

3 comments

  1. Las películas tan tristes o con dramas humanos tan reales no son para mí. Me asusta y da pena ver ese tipo de películas, y eso que se pueden sacar buenas enseñanzas de muchas de ellas.

  2. Yo la vi hace un par de años y la recuerdo bastante dura, contando la realidad de esa situación con mucha intensidad. No te deja mal cuerpo, sin embargo, porque como dices ya sabes lo que hay y nada te sorprende realmente.

    Me resultó curioso el hecho de que la cámara mire a través de los ojos del protagonista, mientras éste explica lo que piensa pero sin poder expresarlo.

    saluditos

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