Y después de Up all night, llega Free Agents. No tenía ni idea de qué iba (tengo poca retentiva con tanta serie que se estrena estos días xD), pero por el título no me esperaba que fuera otra comedia. Whatever… allá vamos con otro capítulo de 20 minutillos de una comedia, pero esta bastante diferente a la anterior. Al parecer es un remake de una serie británica del mismo título, que no he tenido el placer – o la desgracia – de ver.

Empezamos con la pareja protagonista, Alex y Helen, que acaban de tener sexo. Empiezan a hablar, y dado el contexto y las cosas que dicen, nos enteramos de que a ella se le murió su prometido no hace mucho, y que él tiene hijos a los que apenas ve y además está en proceso de divorcio. Pero lo mejor viene a la mañana siguiente, pues lo que parecía un poco de sexo casual… es un poco de sexo casual, pero entre compañeros de trabajo. Nadie más sabe que se acuestan, y tratan de mantenerlo en secreto como buenamente pueden.

Su entorno de trabajo resulta ser bastante divertido, con compañeros con ganas de cachondeo y un trabajo de relaciones públicas interesante. El jefe resulta ser un viejo conocido para los que veíamos a Buffy, solo que en este papel está muy diferente. Ya sin gafas, y con muchas ganas de darle y hablar del «tema» por excelencia (enseñando fotos incluso), Stephen (interpretado por Anthony Head) resulta un personaje interesante que le da bastante vidilla a la serie. Como curiosidad, comentar que aparece tanto en la serie original como en este remake. También tenemos a la extraña pareja compuesta por el típico colega juerguista y el típico nerd, dos compañeros que parece que también darán pie a situaciones divertidas. El vigilante de seguridad también tiene un punto gracioso. Al ser el reparto más grande que el de Up all night, por ejemplo, este primer capítulo no ha servido más que para presentar a los personajes. Evidentemente, a Alex y Helen los hemos podido ver más, sobre todo a Alex (interpretado con carisma por Hank Azaria), que está pasando una crisis bastante jodida con todo lo del divorcio y demás. Después, ya repartiendo protagonismo, vemos cómo ella (una encantadora Kathryn Hahn) trata de superar la muerte de su prometido (del que tiene decenas de fotos colgadas en su apartamento… creepy), mientras sus amistades le animan a salir y conocer a otros hombres. Así que dado el panorama, ella decide ayudarle a salir de la depresión, para que él la deje en paz y no quiera llorar en su hombro constantemente.

Y bueno, en conjunto tenemos una serie simpática con personajes simpáticos y con química, que no dura mucho y se hace amena. De momento me ha gustado, corre el riesgo en convertirse en ñoña, pues encontrar el equilibro es una serie tragicómica es complicado, pero parece que pueden ser capaces de evitar que eso ocurra más de lo debido. Pero al fin y al cabo, estamos acostumbrados a ver tensión sexual entre compañeros de trabajo en las series, pero es bastante curioso que aquí la tensión esté resuelta desde el principio. Seguramente siga viendo más capítulos para ver cómo evoluciona la cosa, aunque espero que vayan metiendo alguna trama laboral de los dos, parecía tener bastante potencial para el lado cómico de la serie.

PD: Para los muy frikis, ojo al pequeño papel de uno de los héroes – Paul, el experto en Lovecraft – de la peli friki The Last Lovecraft: Relic of Cthulhu, en esta serie interpretando a Marvin, el cajero de supermercado. La verdad es que no creo que salga mucho más. Por cierto, tengo pendiente la reseña de la peli.