Título original: Dans ma peau
Director: Marina de Van
Guión: Marina de Van
Año: 2002
País: Francia
Duración: 93 minutos
Ficha en IMDB: Ver
Reparto: Marina de Van (Esther), Laurent Lucas (Vincent), Léa Drucker (Sandrine), Thibault de Montalembert (Daniel)
La verdad es que di con esta película de pura casualidad. Andaba buscando información sobre otra película que en inglés titularon de forma parecida (la otra era In her skin y esta, In my skin en su traducción al inglés), y me encontré con imágenes de esta película francesa, que tiene una premisa bastante extraña y, la verdad, algo asquerosita para quien tenga reparos para ver sangre o mutilación en la pantalla.
Al principio, conocemos a Esther, una mujer de la que apenas sabemos nada tan al inicio a nivel laboral, y que tiene un novio con el que no convive. Esa noche acude a una fiesta con amigos y se hace daño caminando por un lugar en obras a oscuras. En el momento no se da cuenta, pero cuando ve que ha manchado de sangre el suelo, se da cuenta de que en realidad sí se ha hecho una profunda herida en la pantorrilla. Una herida tan grave, que cuando acude a urgencias, le dicen que posiblemente tendrá que arreglarse la pierna con cirugía estética. Y es que mientras caminaba en la oscuridad se ha hecho una profunda herida que necesita de constantes cuidados y curas. Pero esa herida fascina a Esther, que la mira, la toca y se siente muy interesada por ella. Al parecer, este hecho resulta determinante para ella, que empieza a ser más consciente de su cuerpo y de las «posibilidades» que este le ofrece. No tarda mucho en hacerse más cortes por el resto del cuerpo, algo que inicia como un placer culpable que oculta al resto del mundo.
Pero poco a poco, las personas de su entorno empiezan a percatarse, bien por pura cercanía y contacto cotidiano, bien porque ella misma se lo explica, de lo que ocurre. Las reacciones son diversas, y como en el caso de cualquier otra adicción, es difícil para el resto comprender o enfrentar un problema así. Se enfadan, se muestran comprensivos, quieren apartarse o ayudar, y nada parece servir para nada, porque Esther continúa con su sendero de autodestrucción sangrienta.
Mientras, Esther debe afrontar un ascenso en su carrera profesional, y con las dificultades que ello por sí conlleva, acompañadas por las lógicas de su nueva y peligrosa adicción. Cada vez su obsesión por la mutilación irá en aumento y será más difícil disimular frente a todos y llevar una vida normal. Sin embargo, nadie parece ser capaz de ver lo que está ocurriendo realmente, y mucho menos ella. Desde mi punto de vista, eché en falta aquí algo de autoconsciencia (aunque fuera transitoria). Cuando uno es adicto a algo, puede no ser consciente de ello la mayor parte del tiempo, pero al menos tiene algún periodo de lucidez y ve lo que hace y lo que es, aunque al final no pueda hacer nada para remediarlo.
La película, desde luego, tiene cierto atractivo y pulso que hace que uno mantenga el interés hasta el final. Que la peli tenga una duración estándar (unos 90 minutos) también ayuda, pero a la vez encuentro que el ritmo es desigual, y eché de menos quizá más escenas con significado… En general me ha parecido un ejercicio valiente por parte de la directora, Marina de Van, que también es guionista y protagonista de la película. Los demás actores tienen más bien una presencia testimonial, si acaso el que interpreta al novio (Laurent Lucas) tiene más presencia y además era una cara conocida para mí, que ya lo vi como protagonista en la película Calvario – otra peli francesa a tener en cuenta -. Pero volviendo a lo que es Dans ma peau, es una película algo irregular que, sin embargo, nos habla de manera muy convincente del mundo de la destrucción, tanto de uno mismo como de los demás, de la máscara que mostramos ante el mundo para ocultar lo que somos en realidad, de la soledad que se siente a veces frente a los demás, de las ansias de liberación, y bueno… que no sobra que la manera de reflejar esas ideas sea impactante, claro. Me ha gustado «encontrar» esta película, que aunque con defectos de ritmo y momentos algo lentos, me resultó muy interesante.
A mí esta peli me alucina. De hecho, fue ella la que me inspiró para crear el personaje que generó mi novela «Cuerpos descosidos». En el blog de Walpurgisnacht hice una vez un post sobre mis pelis de terror favoritas y la incluí, si mal no recuerdo. Muy inquietante, sin llegar a ser de terror muy genérico.
No me suena de nada, pero no tiene mala pinta, a ver si me la agencio;)
Esta no creo que la vea, el cine francés ya me da miedo siendo normal, ¡imaginate este!
¡¡Sangreeee!! Se acaba de despertar mi instinto vampiro…
Ajá, esta la tengo descargada desde hace 198373 años 😉 y no la he visto, a ver si toca esta noche porque con tu crítica me siento enganchada ya!
Besos, amiga