Suits es una dinámica serie sobre abogados que se apartan de la norma. Partiendo de esa base, a los diez minutos de empezar ya tenía preparada una mala crítica sobre ella y sobre que nos están contando «lo de siempre». Pero ojo, porque después cambié de opinión y dicen que rectificar es de sabios. xD

Harvey Spector

Tenemos por un lado a Harvey Spector (interpretado por Gabriel Macht), un prestigioso abogado seguro de sí mismo, que es el mejor en lo suyo y trabaja para el bufete de abogados Pearson Hardman. Un típico hombre de éxito, relativamente joven y con una vida de ensueño pero sin compromisos. Le importa ganar, no las personas implicadas en los casos. Parece el típico personaje que ha tenido muchos problemas en su vida y por ello se ha endurecido.

Y por otro tenemos a Mike Ross (interpretado por Patrick J. Adams) un desgraciado bala perdida que sobrevive realizando exámenes de derecho para otros y saliendo del paso como buenamente puede. Al principio del capítulo, lo vemos con su mejor amigo, que se dedica a traficar con marihuana y le ofrece sacar un dinerillo extra ayudándole en una transacción. Mike tiene una memoria fotográfica y una extraordinaria inteligencia, que a pesar de no tener ningún título, posee unos conocimientos superlativos sobre derecho. También, a pesar de su vida caótica, vemos que Mike en el fondo es un buen chico, porque mantiene a su abuela en un buen centro donde la atienden. Luego sabremos que su abuela lo ha cuidado siempre, pues es huérfano de padre y madre desde hace mucho.

Pues bien, por cosas del guión, Harvey debe supervisar un proceso de selección para buscar a un abogado asociado que trabaje para él. Al parecer tiene una manía terrible a los graduados en Harvard (preferidos en la firma), y por eso cuando por una casualidad Mike irrumpe en el lugar donde está realizando entrevistas y le llena el suelo de bolsas marihuana, decide darle la oportunidad  y le realiza la entrevista. ¿Improbable? Sí, claro, pero si llamara a la policía la serie acabaría a los pocos minutos. Y cómo no, Harvey acaba deslumbrado por el intelecto y conocimientos de Mike, y hacen un trato. Él le contrata pero Mike debe fingir que ha estudiado en Harvard.

Mike Ross

Y le pone más condiciones. Por ejemplo, que rompa relaciones con su amigo traficante. Cosa que finalmente hace. Que se compre trajes… y en total, que finja ser alguien que no es.

La historia a partir de ahí ya entra en harina y se supone que será más parecida a lo que veremos en próximos capítulos. En este primer capítulo la jefa de Harvey le asigna un caso «pro bono», que este no quiere investigar, y por eso se lo pasa automáticamente a Mike. El caso no es gran cosa y finalmente, y contra todo pronóstico pues parecía destinado al fracaso casi todo el rato, lo ganan. Sin embargo, no lo ganan gracias a la brillante dialéctica de alguno de ellos o a su capacidad de trabajo. Pues no, utilizan el «método House«: cuando parece que todo está perdido, alguien dice algo y algo hace «clic» en el cerebro de alguno de los protagonistas. Really?


Y a ver, para no extenderme demasiado, voy a intentar recopilar los que me parecieron los mejores y peores elementos de este piloto:

FAIL:
– Su duración. Claro que es un piloto, pero aún así el hecho de que dure más de una hora me pareció excesivo (en el otro apartado podría decir que esa larga duración no se me hizo pesada)
– Los personajes secundarios excesivamente planos (el jefe mezquino, la jefa de Harvey dura pero comprensiva, la asistente paralegal lista pero no suficientemente valorada, etc.), aunque supongo que tienen tiempo para desarrollar matices en el futuro.
– Algunas situaciones son algo tontas o suenan trilladas. Supongo que porque querían quitarse de encima en el piloto el «meterse en situación».
– Hay fallos de ritmo. Quizás sea cosa del piloto, pero parece que hay ratos muertos en el transcurso del capítulo.

WIN:
– Las actuaciones de los dos protagonistas. Aunque los secundarios no brillan para nada, ese no es el objetivo pues ya se lucen ellos dos de sobra por los demás
– Hay «química» entre la pareja protagonista, forman un dúo muy carismático.
– La forma de contar la historia hace que sea ligera y entretenida.
– Los escenarios y la fotografía están cuidados.

En resumen, que el piloto de Suits no es que sea brillante, pero sí entretenido y tiene protagonistas con carisma. Será cuestión de ver más capítulos, a ver si se queda en una promesa, o si, al contrario, cada vez es más interesante. Hay que tener en cuenta que la premisa de la serie es algo increíble, y una vez resuelto eso, creo que puede mejorar mucho. Así que la seguiré viendo.