Dos factores podrían haberme hecho tener mala predisposición con esta serie. El más importante, es que soy una atea sin remedio desde hace muchos años; inevitablemente una serie que trata sobre exorcismos tiene que tener muy presente conceptos como dioses, diablos, alma inmortal, blah, blah… Sí, para mí escuchar hablar de infierno, cielo, el Bien y el Mal, es como si escuchara hablar de hobbits o dragones. Tal cual, por eso no descarto una serie que esté bien sobre el tema. El segundo factor es su creador, Robert Kirkman, y sé que esto precisamente habrá provocado que mucha gente la vea, pero es que yo dejé en la cuneta The Walking Dead hace tiempo, es superior a mí (al menos hasta la fecha).
Como he dicho, el creador de la serie es Robert Kirkman, y además la historia se basa en cómics suyos del mismo título. Cada capítulo se titula como un número del cómic, del que hasta ahora se han publicado 19 números. Casi existe material, entonces, para la segunda temporada, y como no soy lectora de esos cómics, no sabré nada de nada de lo que va a ocurrir. En esta primera temporada ha pasado igual, y me han encantado algunas de las sorpresas argumentales que iban apareciendo. Pero voy a contar un poco de qué trata la serie, ya al margen del cómic, ya que obviamente no puedo opinar si está bien adaptado, si ha habido cambios respecto al material original o no. De hecho, la serie comenzó a desarrollarse antes del cómic.
La historia de la serie la vamos conociendo poco a poco, pero intentaré contar lo que sabemos al inicio de la temporada, sin tener en cuenta las revelaciones de después. Kyle Barnes (Patrick Fugit), vuelve al pueblo en el que se crió con su madre, Rome, después de muchos años y al parecer algún hecho traumático relacionado con ella. Al inicio de la serie lo vemos reencontrándose con el Reverendo Anderson (Philip Glenister), que en ese momento se enfrenta a una tarea algo fuera de lo normal en su tarea como sacerdote: llevar a cabo el exorcismo de un niño pequeño. Kyle, a pesar de que hace meses que ha vuelto a la casa donde se crió, no la cuida y vive en malas condiciones; su hermanastra Megan (Wrenn Schmidt) le ayuda y va a verlo de vez en cuando, ella es la única persona que lo acepta e intenta cuidar de él. Poco a poco se nos revelará que la madre de Kyle le pegaba y maltrataba de muchas maneras; aunque Megan cree que se trataba de una enfermedad, mucha gente cree que fue poseída por fuerzas maléficas. El marido de Megan, Mark (David Denman) es policía y no ve con buenos ojos a Kyle, por algo que ocurrió con Kyle y su ahora ex mujer, Allison (Kate Lyn Sheil) y su hija. Por cierto, que en el presente vemos que no puede ver ni a su hija ni a su mujer, poco a poco y mediante flashbacks averiguamos el motivo.
Toda la temporada gira en torno a la extraña relación que Kyle tiene sobre las personas poseídas que se va encontrando. Y lo extraño es que hay una alta proporción de posesiones y hechos extraños en los alrededores del pueblo. Y es que algo grande parece estarse cociendo en el pueblo, algo que hará que Kyle no pueda dejar los hechos extraños y traumáticos de su vida atrás. Los demonios lo reconocen y amenazan con que lo perseguirán, y de hecho así ha sido durante toda su vida. Durante la temporada averiguamos algo más del motivo, a la vez que asistimos a ciertos cambios en el pueblo de Rome, algunos relacionados con la llegada de un forastero llamado Sidney (Brent Spiner). Entre otros personajes importantes tenemos al Jefe de Policía Giles (Reg E. Cathey).
De la serie me ha gustado su casting, las actuaciones son buenas en todos los casos, ninguna me ha chirriado, ni entre los personajes principales ni en los secundarios. También me ha gustado la manera en que abordan las posesiones, no son solo las típicas de gente echando espumarajos por la boca y maldiciendo en arameo, sino que también afectan a personas vivas y que parecen normales en casi todo. En cuanto a la evolución de la historia, me ha gustado, y excepto el comportamiento de algún personaje (el Reverendo parece pensar poco y actuar de forma muy poco inteligente en general), todo ha fluido bien, interesante y de forma natural.
La serie no es para los que tengan problemas para ver violencia en televisión. Hay escenas bastante duras y hay sangre a litros en algunos momentos. Como las buenas películas de terror, consigue que en ciertos momentos uno sienta tensión por saber qué ocurrirá a los personajes. En mi opinión, el ritmo está bien llevado y el miedo que inspira no se basa en sustos fáciles o a base de sonidos fuertes. Los personajes son interesantes, y el tono de la serie es muy muy oscuro. Esta es de esas a las que seguiré la pista en la siguiente temporada, ya que la serie fue renovada para otra temporada antes del estreno de la primera. Y si me preguntáis y no ha quedado lo bastante claro, la recomiendo si os gustan estos temas.
Fecha estreno en USA: 3 de junio de 2016
Número y duración de los capítulos: 10 / 45-55 minutos
Información Bitacoras.com
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