Jordan Belfort: Me llamo Jordan Belfort. Él no. Yo. Correcto. Antes formaba parte de la clase media y fui criado por dos contables en un pequeño apartamento en Bayside Queens. El año que cumplí 26 como director de mi propia firma de brokers gané 49 millones de dólares, lo cual realmente me cabreó porque me faltaban tres millones para ganar uno a la semana. No, no, no. Mi Ferrari era blanco como el de Don Johnson en Corrupción en Miami, no rojo.
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Dejadme que os diga algo. No hay nobleza en la pobreza. He sido un hombre pobre, y he sido un hombre rico. Y elijo ser rico todas las jodidas veces.
Qué decir de El lobo de Wall Street. La vi cuando se estrenó en España y desde entonces he tenido en mente reseñarla. Pero es lo que me pasa en ocasiones, a veces hay películas que me cuesta reseñar, sobre todo si me han gustado mucho. Y este es el caso. Me gustó mucho y no quería dejarme nada (o lo menos posible) en el tintero. Allá voy.
La película se basa en hechos reales, concretamente en parte de la vida de Jordan Belfort, que dejó todo esto escrito en su libro The Wolf of Wall Street (está traducido al castellano, lo vi el otro día en una librería y es un tochaco! 😮 ). No voy a andarme con rodeos: Jordan Belfort no es un cabrón, es lo siguiente. Putero, drogadicto, estafador… y encima se lo pasaba de puta madre. Que vale, las dos primeras cosas son cosas suya, pero lo de estafar a gente no le daba muchos remotdimientos. Creo que ese es el principal motivo por el que muchos han terminado criticando la película. ¿Por qué? Porque El lobo es una película divertida, una comedia si se quiere, sobre un tipo indeseable al que nunca le importó dañar a los demás. Lo que Jordan buscaba era dinero, y le importaba bien poco cómo conseguirlo.
Voy a explicar un poco de qué trata todo esto. Jordan Belfort (al que interpreta Leonardo DiCaprio) es un joven de orígenes más bien de clase media, que despunta en Wall Street con una enorme ambición y ganas de comerse el mundo. Sin embargo… mal momento para comerse el mundo. Para empezar porque su puesto en la firma de brokers donde comienza es más bien de lo más bajo. Para seguir, el Black Monday. La firma donde trabaja quiebra, y no es la única. Quedan pocas oportunidades para Jordan en Wall Street, y ni siquiera había adquirido nombre ni experiencia. Pero su breve experiencia en esa empresa es suficiente para que haga buenas migas con su jefe, Mark Hanna (interpretación breve pero genial de Matthew McConaughey, solo de recordar la escena del restaurante me parto de risa xD). Hanna sale poco en la peli, pero le da unos valiosos consejos que Jordan Belfort seguirá religiosamente a partir de ese momento: aficionarse a la cocaína y a tener muchísimo sexo. Esas dos cosas le harán ganar mucho dinero. No es un principio universal, pero a él resulta que le funciona.
Jordan Belfort: A diario consumo suficientes drogas como para sedar Manhattan, Long Island, y Queens durante un mes. Tomo Quaaludes de 10 a 15 veces al día para mi «dolor de espalda», Adderall para estar centrado, Xanax para ser menos brusco, maría para apaciguarme, cocaína para despertarme de nuevo, y morfina… Bueno, porque es genial.
Y aunque Jordan se encuentra de la noche a la mañana en la calle, sin trabajo y sin saber qué hacer, será con el apoyo de su mujer Teresa (Cristin Milioti) que reúna fuerzas para aceptar un trabajo en una agencia de acciones especulativas, un poco al margen de la ley. Ahí es donde empieza a tener éxito, y la que hasta entonces era una compañía de medio pelo gana un montón de dinero gracias a él. Pero Jordan quiere más, y cuando un vecino suyo – Donnie Azoff (Jonah Hill) – se convierte en su amigo y le ofrece trabajar con él, emprenden juntos la aventura de crear una empresa a partir de cero. Para esta empresa reclutan a los padres de Donnie (contables) y algunos amigos de Jordan (algunos de ellos vendedores de hierba). La firma, que bautizan como Stratton Oakmont, básicamente, se dedica a estafar a gente vendiendo acciones que han comprado muy baratas, a precios mucho más caros. Cuando en Forbes llaman a Jordan Belfort «el lobo de Wall Street», muchísimos jóvenes intentan ser contratados en su empresa.
Mark Hanna: Tienes que estar relajado. ¿Te masturbas?
Jordan Belfort: ¿Si me masturbo? Sí.
Mark: ¿Cuántas veces a la semana?
Jordan: Como… tres, puede que tres o cuatro veces.
Mark: Vale, infla esos números, son números de principiante en este nivel. Yo, me masturbo por lo menos… dos veces al día.
Jordan: Guau.
Cuando Stratton Oakmont despega y ganan dinero a espuertas, se amplía la plantilla, y la vida de Jordan (y la de Donnie) se convierte cada vez en más loca y estrafalaria. Se suceden una serie de situaciones impensables que implican prostitutas, drogas de todo tipo (drogas incluso que no conocía, como los Quaaludes), mucho dinero, fiestas locas, y un divorcio y nuevo matrimonio (con Naomi Lapaglia, a la que interpreta Margot Robbie) para Jordan, cuentas en Suiza, peleas y mucho alcohol. Pero no todo es tan «fácil» porque el agente Patrick Denham (Kyle Chandler) del FBI les va detrás.
Jordan Belfort: ¿Todo esto era legal? ¡Joder, por supuesto que no!
Hay quien no ha podido disfrutar con semejante despliegue de sexo y sobre todo, drogas. Yo me lo pasé como una enana. Hay quien dice que le sobra una hora de metraje, de las tres que dura. A mí no me sobró. Creo que la historia está bien contada. ¿Era necesario poner tanto énfasis en las drogas? Para contar esta historia, yo creo que sí. ¿Da la película a entender que las drogas son divertidas? ¿Es censurable eso? Da a entender que son enormemente divertidas y también todo lo contrario. Quien piense que en El Lobo se hace apología de las drogas que recuerde la escena en que Jordan vuelve del club de campo, o la patética pelea entre él y Donnie. ¿Sexo y putas? Pues también bastante, pero anda… no nos pasemos de puritanos. Uno no puede pretender ver una película biográfica de un estafador drogadicto y vivalavirgen y pretender que sea un dechado de virtudes. Así que eso tenemos, un tipo de lo más indeseable al que vemos pasárselo pipa gran parte de la película. ¿Y qué es lo mejor de El Lobo? ¿Qué es lo que creo que tiene más mérito? Que este personaje, que en otras circunstancias odiaríamos con toda seguridad, nos cae simpático. Al menos a mí.
Gran parte del mérito lo tiene Scorsese, claro, ha sabido darle a la película un empaque y una factura única. Con grandes planos y escenas que se quedan grabadas en la memoria, la película es una montaña rusa de diálogos y situaciones hilarantes. Pero uno sabe que quizá las situaciones no son divertidas sin más, sino que tras la diversión y el entretenimiento hay algo más. Y es lo que en cierto momento de la película Jordan Belfort le plantea al agente del FBI que le persigue incansable. Ahora no encuentro el diálogo, pero como en una escena bíblica, como si fuera el Diablo, pretende tentarle con mucho dinero y una vida llena de comodidades. Creo que en definitiva, y en contra de lo que muchos critican, la película incluso tiene moraleja aparte de puro entretenimiento y diversión. Sí, es larga, pero eso a mí no me ha pesado y seguramente se me antoje volver a ver pronto a DiCaprio ofreciendo su desbocada interpretación de Belfort, a Jonah Hill como el segundón perfecto de dientes fosforitos, o a ese breve McConaughey dando lecciones a Belfort sobre cómo triunfar en la vida.
Y para terminar, para los que sintáis curiosidad por saber cómo de fiel es la película a la realidad, podéis leer este artículo, donde salen incluso fotos de los personajes reales (a la mayoría – excepto Jordan Belfort, claro está – se les ha cambiado el nombre).
Agente Patrick Denham: Estoy seguro de que nos veremos pronto.
Jordan Belfort: Claro. Buena suerte en el viaje de metro de vuelta a casa, con vuestras jodidas esposas horriblemente feas. Mientras, voy a hacer que Heidi lama algo de caviar de mis pelotas.
Director: Martin Scorsese
Guión: Terence Winter (basado en el libro de Jordan Belfort)
Año: 2013
Duración: 180 minutos
País: USA
Ficha IMDB
Web oficial
Reparto: Leonardo DiCaprio, Jonah Hill, Margot Robbie, Kyle Chandler, Cristin Milioti, Rob Reiner, Matthew McConaughey, P. J. Byrne, Jon Bernthal, Jean Dujardin, Kenneth Choi, Henry Zebrowski, Joanna Lumley, Brian Sacca, Jon Favreau, Ethan Suplee, Spike Jonze, Katarina Cas, Barry Rothbart, Shea Whigham
Información Bitacoras.com
Valora en Bitacoras.com: Jordan Belfort: Me llamo Jordan Belfort. Él no. Yo. Correcto. Antes formaba parte de la clase media y fui criado por dos contables en un pequeño apartamento en Bayside Queens. El año que cumplí 26 como director de mi propia f..…
¡A mí también me gustó mucho esta película! No entiendo que la gente la critique por estar protagonizada por unos timadores repulsivos que se llevan toda la peli haciendo el canelo con tanta droga y tanta fiesta. Es como si la gente protestara por «La lista de Schindler» porque habla de los nazis e increparan a Spielberg al salir del cine por haberla rodado. Que se muestre algo en una peli no significa necesariamente que sea apología sobre ese algo, como «Zero Dark Thirty» no hacía apología de la tortura, y en este caso está claro que «El lobo de Wall Street» no hace apología de las drogas. Aquí parece que hay que poner un cartelito debajo de cada escena polémica donde se diga: «Oye, que esto que veis está mal, eh?». En fin, que la peli es entretenidísima y enérgica, y Leo está que se sale. Yo tampoco me quito de la cabeza a McConaughey, de hecho cada dos por tres estoy tarareando la musiquilla esa, juas… Un saludo!
Es muy buena. Una película de culto instantánea. De lo mejor de Scorsese. Debió haber ganado el Oscar a la mejor película pero en cambio lo hizo…lo hizo…