Película de la que desde su estreno no he parado de leer cosas buenas y reseñas positivas, en esta ocasión Haneke nos trae una historia triste sobre la vejez, la muerte, y sobre todo, el amor. Y claro, desde que escribí la reseña ha ganado el Oscar a Mejor Peli Extranjera, que, aún sin haber visto las otras candidatas, creo que es de sobra merecido.
Anne (Emmanuelle Riva) y Georges (Jean-Louis Trintignant) son dos profesores de música retirados que rondan los ochenta años y llevan prácticamente toda la vida juntos. Su hija Eva (Isabelle Huppert) vive en el extranjero, lejos. Anne y Georges viven una rutina agradable, se quieren mucho… pero toda esa tranquilidad se rompe el día que Anne sufre un ataque.
Eso es lo que se puede leer en cualquier sinopsis que os podáis encontrar de la película por ahí, y eso, sumado a lo que ocurre en la primera escena (posterior al núcleo central de la historia), son el conocimiento previo que tenemos de la historia de Anne y Georges. Así que algo que ya sabe el espectador a priori se convierte en una especie de lastre, en algo que hace más penoso si cabe el comienzo de la peli. Sabemos que van a pasar cosas muy malas, y a unas personas que parecen encantadoras. Así que vemos al antes y el después del ataque, cómo la operación que le hacen para quitar la obstrucción de una arteria no va bien, cómo ambos deben hacer frente juntos a la nueva situación de Anne, ahora paralizada en la mitad de su cuerpo. No quiero contar mucho más sobre lo que ocurre en el transcurso de la narración, así que lo dejaré aquí. Sí quiero comentar algunos apuntes sobre el ‘cómo’ está hecha.
La película es profunda, y también es bastante lenta. Los diálogos son pausados y a menudo veremos a algunos personajes simplemente estar ahí, sin acción ni ningún diálogo de fondo. Para mi gusto, y esto es bastante personal, la película hubiera ganado quizá si tuviese unos 15 minutos menos. Aparte de eso, las interpretaciones de ambos protagonistas son soberbias, no sabría decir cuál de los dos (si Riva o Trintignant) lo hace mejor. La música es escasa, pero muy pertinente. Aparece al inicio de la película, cuando acuden a un concierto. Aparece cuando ese mismo concertista del inicio, antiguo alumno de Anne, vienen a visitarlos. Y cuando Georges intenta tocar el piano también y de repente interrumpe su ejecución.

Leí en una reseña de un medio extranjero que esta podría ser perfectamente la película de terror definitiva, y es cierto. Porque lo que se nos muestra aquí no son aliens, ni monstruos, sino algo que da mucho más miedo y sabemos que existe de verdad. Como decían en El Club de la Lucha, ‘todo lo que alguna vez amaste te rechazará o morirá’… pero lo terrible es que, como en esta película, muchas veces verás a lo que amas estropearse, sufrir y deteriorarse antes de morir, y no podrás hacer nada.
Película no apta para días de bajón, domingos por la tarde o vuelta de vacaciones… yo fui una tonta y la vi en todas las circunstancias anteriores. Resumiendo, es una buena película – aunque algo lenta – sobre el deterioro a que nos somete la vejez, sobre lo difícil que puede ser el amor, sobre la muerte… Hay quien puede considerarla un peñazo, una película aburrida sobre personas a las que les pasa poca cosa. Toda opinión es válida, y sin embargo, creo pensar que esta película no engaña ni vende algo que no vaya a ofrecer: es un drama sobre la vida misma que puede ocurrirle a cualquiera de nosotros o a personas que tenemos cerca. Y en ese sentido tiene éxito, porque Haneke consiguió dejarme con mal cuerpo y algo alterada con una historia cotidiana y normal, pero no por normal menos triste.
Georges: [telling a childhood memory] … some banal romance or other about a nobleman and a lower middle-class girl who couldn’t have each other and who then, out of sheer magnanimity, decide to renounce their love – in fact, I don’t quite remember it any more. In any case, afterwards I was thoroughly distraught, and it took me a bit of time to calm down. In the courtyard of the house where gradma lived, there was a young guy at the window who asked me where I’d been. He was a couple of years older than me, a braggart who really impressed me. «To the movies», I said, because I was proud that my grandma had given me the money to go all alone to the cinema. «What did you see?». I started to tell him the story of the movie, and as I did, all the emotion came back. I didn’t want to cry in front of the boy, but it was impossible; there I was, crying out loud in the courtyard, and I told him the whole drama to the bitter end.
Anne: So? How did he react?
Georges: No idea. He probably found it amusing. I don’t remember. I don’t remember the film either. But I remember the feeling. That I was ashamed of crying, but that telling him the story made all my feelings and tears come back, almost more powerfully than when I was actually watching the film, and that I just couldn’t stop.
Georges: [contando un recuerdo de infancia] …algún banal romance u otra cosa sobre un noble y una chica de clase media-baja que no podían tenerse el uno al otro y que luego, con pura magnanimidad, dediden renunciar a su amor – de hecho, no recuerdo nada más. En cualquier caso, después estuve totalmente desconsolado, y me tomó algo de tiempo calmarme. En el patio de la casa donde vivía la abuela, había un joven en la ventana que me preguntó donde había estado. Tenía un par de años más que yo, un fanfarrón que realmente me impresionaba. «Al cine», dije, porque estaba orgulloso de que mi abuela me hubiera dado el dinero para ir solo al cine. «¿Qué has visto?». Empecé a contarle la historia de la película, y mientras lo hacía, volvió la emoción. No quería llorar delante del chico, pero fue imposible; allí estaba yo, llorando en el patio, y le conté todo el drama hasta su amargo final.
Anne: ¿Y? ¿Cómo reaccionó?
Georges: Ni idea. Probablemente lo encontró divertido. No lo recuerdo. No recuerdo tampoco la película. Pero recuerdo la sensación. Que estaba avergonzado por llorar, pero que contarle la historia hizo que mis sentimientos y lágrimas volvieran, casi con más fuerza que cuando estaba viendo la película, y que no podía parar.
Director: Michael Haneke
Guión: Michael Haneke
Año: 2012
País: Francia/Alemania/Austria
Duración: 127 min.
Ficha en IMDB
Reparto: Jean-Louis Trintignant, Emmanuelle Riva, Isabelle Huppert, William Shimell, Ramón Agirre, Rita Blanco, Alexandre Tharaud, Laurent Capelluto, Carole Franck, Dinara Drukarova
Tengo muchísimas ganas de verla. A ver si este fin de semana lo soluciono (evitaré el domingo, eso sí)
Gracias por la reseña. Como siempre genial.
Es una de las películas más duras que he visto en mi vida, sino la que más… Felicidades por el post
La tengo preparada para tarde de viernes con manta y chocolate y sobre todo la garantía de un un sin fin de abrazos.
la vida es así de dura y así de hermosa.
Gracias por recordármela.
Sí, que no falten los mimitos para después de verla, porque lo deja a uno medio hecho polvo.
Pero es una buena película, eso sí.
Qué ganas de verla! Y después de ver tu opinión, creo que prontito lo haré.
Besotes!!!
Espero que te guste cuando la veas. Aunque es dura y cruel, creo que tiene una parte de la que podemos aprender y eso siempre es bueno.
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Demasiado triste y real. Si tengo ocasión, intentaré verla.
Besos