En este artículo/entrevista, publicado en la web Filmcomment y titulado «Cinematic Faith», Christopher Nolan habla de su visión del personaje de Batman, de la trilogía del Caballero Oscuro, y sobre el trasfondo político e ideológico de sus guiones. Aunque realmente debo al blog una reseña en condiciones de la peli, The Dark Knight Rises fue probablemente mi película favorita (o una de ellas) del 2012, así que a mí me ha parecido súper interesante ver a Nolan hablando de ella y de la trilogía en general.
Porque, la verdad sea dicha… ¡qué gran trilogía!! 🙂
Así que os dejo con la entrevista, que es súper larga y he traducido por eso, por su interés.
¿Cómo llegaste a Batman Begins, y qué te atrajo de hacer un reboot de una saga que ya había sido adaptada por Tim Burton y Joel Schumacher?
Es una señal de cómo de rápido cambian las cosas en la industria del cine, pero no hubo conceptualmente nada que tuviera que ver con un «reboot». Esa idea no estaba ahí cuando me aproximé a Batman. Es una nueva terminología. Warner Bros. tenía los derechos de este personaje maravilloso, y no sabía qué hacer con él. Había llegado a algo así como un punto muerto con su repetición previa. Me entusiasmaba la idea de llenar este hueco – nadie había contado la historia del origen de Batman. Y aunque la película de Tim Burton había hecho una versión definitiva del personaje, fue una visión muy idiosincrásica de Tim Burton.
Tenía en mente una especie de tratamiento de Batman como el que Richard Donner adoptó a finales de los setenta cuando lo hizo con Superman. Para mí lo que representaba era: primero, una descripción detallada de la historia original, que ni siquiera había sido descrita de forma definitiva en los cómics a lo largo de los años, curiosamente. Y segundo, buscar el tono de una interpretación del personaje que presentase una figura extraordinaria en un mundo ordinario. Así que quería que los habitantes de Gotham vieran a Batman extraño y extraordinario, como lo vemos nosotros.
El tono general de la película es realista comparado a muchas películas derivadas de cómics. El mundo alrededor de Batman es plausible y no está particularmente estilizado o exagerado.
El término «realismo» es a menudo confuso y se utiliza algo arbitrariamente. Supongo que «creíble» es la palabra que utilizaría yo. Quería un mundo que estuviese retratado de forma realista, aunque en él pudieran ocurrir eventos extraños, y esta figura extraordinaria podría estar caminando por esas calles, las calles tendrían la misma concreción y validez de las calles de cualquier otra película de acción. Así que tenían que ser creíbles en ese sentido. Y así, cuanta más texturas y capas pudiésemos lograr para esta película, cuanto más táctil fuese, más podrías sentir y emocionarte con la acción. Así que solamente a un nivel técnico, realmente quería abordar esta idea de lo que llamo la cualidad táctil. Realmente quieres entender cómo olerían las cosas en este mundo, cómo sabrían las cosas, cuándo empiezan los huesos a quebrarse y los coches empiezan a espachurrarse. Sientes estas cosas en cierto modo porque el mundo no es intensamente artificial y creado por gráficos de ordenador, algo que resulta en una cualidad anodina y estéril que no es tan emocionante. Para mí eso fue para hacer al personaje más especial. Si puedo creer en ese mundo porque lo reconozco y puedo imaginarme a mí mismo caminando por esa calle, entonces cuando esta figura extraordinaria de Batman desciende con su disfraz teatral y presenta este aspecto tan teatral, va a ser más emocionante para mí.
De hecho, pasamos gran parte de la primera mitad de Batman Begins, no en Gotham, sino más bien siguiendo al joven Bruce Wayne en su odisea por Asia y su entrenamiento con Ra’s Al Ghul y la Liga de las Sombras.
Queríamos salir de la noción de Gotham como un pueblo, como una especie de entorno místico y claustrofóbico que es lo que siempre había sido antes. Queríamos mostrarla como Nueva York, en un mundo más grande. Así que llevar a Bruce Wayne por el mundo, mostrar cómo se construye a sí mismo utilizando habilidades adquiridas de todos estos sitios alrededor del mundo, sentíamos que eso posicionaría a Gotham como la ciudad internacional de nuestro mundo de Batman.
Siguiendo esa idea de cómo Bruce Wayne se convierte en Batman, hay un gran énfasis en las películas del Caballero Oscuro, y, en realidad, en todas tus películas, sobre cómo funcionan las cosas, sobre cómo se construyen las cosas. Nada se da por sentado o se presenta como un fait accompli. Si Batman necesita un traje, vemos cómo lo encarga, y de donde vienen sus juguetes. Tienen una explicación práctica: son prototipos militares de Industrias Wayne. Literalmente lo vemos construirse a sí mismo de un modo que muchas historias de orígenes intentan disimular. Es como en The Prestige cuando vemos las maneras en que los magos consiguen sus ilusiones.
Mucho. Estoy interesado en el proceso, el proceso de convertirse en algo. Estoy fascinado por la idea de que Bruce Wayne sea un hombre normal sin superpoderes, y se convierta a sí mismo en esta figura enorme que parece tener habilidades extraordinarias. Y una vez empiezas, es como quitarle el polvo a algo. Una vez que has limpiado un punto, una vez que has despegado la lógica o realidad de lo que parece ser, tienes que continuar hasta el final. Nunca me han gustado las películas que van parte del tiempo hacia una parte y luego toman un giro improbable. Así que en términos de dónde saca algo, cómo puede conseguirlo, realmente hemos intentado encontrar la mejor solución posible y presentarla en la película. Lo que hemos descubierto es que, de forma muy parecida a The Prestige, ese proceso se convierte en una parte muy interesante del entretenimiento de la película.
Ra’s Al Ghul es un personaje fascinante, porque no es el villano malvado y cliché que quiere dominar el mundo, es un villano ideológico. Parece haber haber sido arrancado de los titulares de la actualidad, especialmente con su retórica sobre la decadencia del capitalismo occidental.
Con mis co-guionistas David Goyer y mi hermano [Jonathan Nolan], decidimos al principio que los grandes villanos en películas, la gente que más nos ha calado, son los que dicen la verdad. Así que con Ra’s Al Ghul, queríamos que todo lo que dijera fuera cierto en cierto modo. Así que él mira el mundo desde una perspectiva muy honesta en la que cree de verdad. Y aplicamos lo mismo al Joker y a Bane en la tercera. Todo lo que dicen es sincero. Y en términos de su ideología, realmente es que el fin justifica los medios. Era importante en Batman Beings que Bruce llegara muy lejos por este camino con Ducard, hasta el punto en que quieren que corte la cabeza de alguien porque ha robado algo. Y en ese punto está ese momento casi cómico en que Bruce se gira hacia Ducard y dice: «No puedes decirlo en serio». En ese punto, te sorprende cómo de seductor puede ser el entrenamiento y el adoctrinamiento. Todas las vendas se caen de sus ojos. Pero incluso después cuando Ra’s Al Ghul vuelve y está a punto de destruir todo Gotham, hay una lógica en todo lo que dice. Creo sinceramente que los villanos que dan miedo son los que tienen una ideología coherente detrás de lo que dicen. El desafío fue hacer que el Joker fuera parte de la ideología, siendo anárquico y con una falta de ideología en algún sentido. Pero es muy específico, una falta de ideología ordenada, así que se convierte, paradójicamente, en una ideología en sí misma.
En cierto modo, las películas parecen un tour por diferentes escuelas para crear la revolución. Tienes a Ra’s Al Ghul con un caso claro de ideología extremista…
Casi religiosa, diría.
Y luego tienes la anarquía del Joker, y en The Dark Knight Rises vuelves con los seguidores de Ra’s Al Ghul que intentan llevar a cabo sus planes enmascarándolos como una lucha de clases.
Lucha de clases pero también con una aproximación militar y dictatorial. Si miras las tres, Ra’s Al Ghul es casi una figura religiosa, el Joker es la figura anti religiosa, el anarquista en contra del sistema. Y luego Bane viene como un dictador militar. Y los dictadores militares pueden tener ideología en la que basarse, pueden tener una base religiosa, o una combinación de ambas.

Algo en lo que has hecho hincapié es la identidad fragmentada de Bruce Wayne/Btman, algo que ciertamente es una parte central del personaje, pero está mucho más presente en estas películas. Al final de The Dark Knight a algún nivel cree que puede que se haya convertido en el villano de la historia, que puede que tenga demasiada sangre en sus manos, y que Batman debería irse y dejar a Gotham en paz. Son áreas oscuras en las que ninguna película de Batman se había aventurado antes, y parecen estar relacionadas en un interés que tienes en lo dual o a veces más que dual naturaleza de la identidad.
Es paradójico, pero para poder reflejar la dualidad de Bruce Wayne, tuvimos que convertirlo en tres personas. Me senté con Christian Bale al principio y decidimos que estaba el Bruce Wayne privado, que solo Alfred y Rachel llegan a ver; el Bruce Wayne público, que es la máscara que se pone, de playboy decadente; y luego la criatura de Batman que ha creado para contraataca contra el mundo. Convirtiéndolo en estos tres aspectos, realmente empiezas a ver la idea de que tienes una persona privada que está luchando con todo tipo de demonios e intentando sacar algo productivo de ello. Creo que el momento más interesante para mí que tiene Christian en Batman Begins es la escena en la fiesta en que finge estar borracho y ser desagradable con sus invitados para sacarlos del lugar, para salvarlos de los hombres de Ra’s Al Ghul. Pero hay algo de verdad ahí que sale, y puedes ver eso en esta actuación. Es una actuación, pero Bruce Wayne como actor está sacando algo que realmente siente. Es muy amargo, y me gustan las capas que Christian pudo poner ahí.
¿Hubo algún momento clave durante la elección de casting donde supiste que Christian Bale era perfecto para el papel?
Christian fue en realidad el primer actor con el que me reuní para el papel. Pero dada la inversión, el estudio quería que juntara a varios actores para ser puestos a prueba. Y sacamos el viejo disfraz y rodamos las pruebas y Christian lo hizo de un modo tan parecido a la concepción que habíamos pensado en el guión. En términos del potencial para la rabia que su personaje tiene, la carga que su personaje lleva con él, fue capaz de proyectar eso muy bien en su prueba y tener ese fondo subyacente no solo de Batman sino de Bruce Wayne el playboy. Hay una oscuridad de la que el personaje se ha imbuido con la tragedia a muy temprana edad, y es el motor que impulsa todo lo que hace.
Parece que realmente quieres a los actores, y eso se refleja en estas películas de una forma muy potente, incluso aunque tendemos a no pensar en grandes películas de acción como vitrinas para buenas actuaciones. Pero eliges buenos actores y les das cosas interesantes para hacer. No están ahí solo por su nombre.
Me encantan los actores y siento que buenos actores pueden encontrar la profundidad de una caracterización que enriquezca la película. Sentí mucho de la magnitud de Batman Begins debería venir del casting, y una vez más eché la vista atrás a Superman de Richard Donner por eso porque eligió a Marlon Brando y Glenn Ford y a Ned Beatty, todos los personajes fueron interpretados por estas grandes estrellas. Así que buscábamos esa profundidad en el casting. Y luego cuando se quiere explorar el mundo de Gotham, y revisitarlo, y revisitarlo de nuevo en The Dark Knight Rises, porque tienes este decorado de estrellas extremadamente talentosas ahí, puedes lidiar con la verdad de algunas de estas situaciones extraordinarias que la mitología del personaje y tu enfoque han reunido. Es algo que raramente se ve en películas de este tipo. Christian lo dijo muy bien cuando dijo que The Dark Knight Rises trata de las consecuencias. Lo que iba a hacer era decir, «Vale, sé que tenemos a Christian Bale y a Michael Caine interpretando esta escena juntos, ¿y son capaces de llegar a la verdad de que si las cosas que ocurrieron en The Dark Knight en realidad ocurrieron? ¿Qué pasa si en realidad contar las mentiras que contaron para alcanzar una verdad mayor o alcanzar el objetivo de salvar una ciudad? ¿Qué es lo que les ocurre después de un tiempo? ¿Cuál es la realidad de la relación entre Bruce y el criado de la familia Wayne que tiene la tarea de criar al único hijo de la familia, su tesoro más preciado en el mundo, porque les han matado a tiros ante él? ¿Y qué tiene que haber pasado este niño?» Miro a estos actores y digo, «Os escribiré una escena donde estas cosas tengan importancia, estas consecuencias salgan a la superficie». Y sé que van a encontrar la verdad en eso, y que va a ser devastadora a veces y estimulante a veces, y va a llevar el drama a tonos operísticos, y extremos de emoción donde en realidad sientes algo porque han encontrado la verdad de la situación. Experimentas emociones de un modo muy intenso.

Es adecuado porque en Batman Begins es después de una visita a la ópera que el joven Bruce es testigo de la muerte de sus padres.
Sí, claro. Y la teatralidad de la ópera y la cualidad grandiosa de su presentación, pero también las emociones que genera, siempre han estado bajo el entendimiento de cómo hacer que funcionen estas realidades intensificadas. ¿Por qué trabajo en este género para el público? ¿Qué me permite hacer como cineasta que no podría hacer en un universo más cotidiano? La respuesta es esta cualidad operística. Es esta habilidad para explotar las cosas con emociones mucho más intensas que son accesibles a un público universal. Sentía que no llegaba a experimentar eso en películas comerciales del gran público en ese momento, así que realmente quería disfrutar eso como cineasta. Lo he pasado muy bien con estas tres películas, realmente he disfrutado de esa relación con el público.
¿Cuáles fueron los desafíos técnicos y físicos de hacer estas películas? Son mucho más grandes que cualquier cosa que hayas hecho en tu carrera. ¿Te intimidó eso?
Bueno, fue intimidante en teoría, pero gran parte del desafío al hacer una gran película es no permitirte a ti mismo verte atrapado en el modo en que otras personas hacen grandes películas. Porque puedes poner a un equipo alrededor de ti de gente muy experimentada, y eso te da una red de seguridad, pero también tiene muchos obstáculos. Sin embargo, es posible hacer películas de gran presupuesto de un modo parecido a como se haría una película más pequeña, y es posible mantener parte de la espontaneidad y creatividad que tienes en el decorado. No todo. Tienes que ajustar tus métodos, pero no quieres ir sobre raíles con todo el tema de la película de gran presupuesto por miedo e inexperiencia. Tuve conversaciones con mi productor y él decía, «Oh, habrá algunos días donde solo conseguirás una situación en toda la mañana», y yo dije, «Nunca trabajaré así, porque es demasiado aburrido y creativamente es atrofiante». Con el equipo que tenía, fuimos capaces de hacer las cosas más ágiles, a pesar de todo lo enorme del asunto.
Y lo que aprendí es que no importa cómo de grande llegue a ser la película, la gente siempre se quejará de que es demasiado pequeña. Para el estudio, nunca era suficiente. Así que aprendes a relajarte un poco con eso, y confiar en tus instintos en cuanto a dimensión, sobre que parecerá lo bastante importante cuando esté hecha. Así que cuando llegamos a The Dark Knight, estábamos cómodos ambientando la película solo en Gotham, en situaciones más claustrofóbicas, porque al dar la vuelta al mundo en Batman Begins y con una gran escala, con un monasterio que explota y se derrumba por la pendiente y todo, en el momento en que llegamos a The Dark Knight teníamos la confianza para decir, «Si ponemos en la pantalla grandes personajes y un gran conflicto, y hacemos un drama de crimen urbano, la dimensión estará ahí, solamente en el modo en que saquemos al Joker caminando por la calle con una metralleta. Será una gran imagen». Fue una gran parte de invertir en ese tipo de fotografía de cuadro que no había hecho antes.
Hay una fuerte cualidad de analogía entre tus películas en general y las películas del Caballero Oscuro en particular. Hablabas de que querías tener un mundo muy táctil, y al ver The Dark Knight Rises en IMAX 70 mm no puedes escapar a la sensación de ver una película hecha sobre celuloide, albeit con cientos de tomas CGI, pero integradas de un modo que no sientes esa cualidad digital del modo en que lo hacen muchas películas que hacen un gran uso de tecnología digital.
Recientemente vi una copia de 70 mm de The Master y me di cuenta de que, aparte de mis propias películas, es la primera película fotoquímicamente terminada que he visto en muchos años, y tiene el aspecto que una película debería tener. Para mí, simplemente es superior. En The Dark Knight Rises, tenemos 430 tomas de efectos de 3000, así que la idea de que la cola mueve al perro y luego terminas la película en el reino digital es ilógica. Hacemos que las 430 escenas encajen dentro de las 2500 que hemos hecho fotoquímicamente. Por esa razón, nunca he hecho una película con más de 500 tomas de efectos. Estas películas tienen cerca de un tercio o una cuarta parte del número de tomas de CG de otras películas de ese tipo. Esto me permite seguir trabajando fotoquímicamente y hacer que los tipos de los efectos especiales impriman sus negativos para que así podamos cortar el efecto con su lámina de fondo en la película, y podamos ver cómo encaja.
Para mí, simplemente es la mejor manera de hacer una película, y el motivo por el que más gente no lo hace así, no lo sé. La novedad de lo digital es parte de eso. Para algunos cineastas, hay un miedo de quedarse atrás, que para mí es irracional porque como director no eres responsable de sujetar una cámara. Puedes contratar a quien sea y rodar como quieras rodar, pero creo, sencillamente, que la economía de la industria favorece el cambio, y hay más dinero en el cambio, sea o no mejor. Pero hablo con un montón de jóvenes cineastas que quieren rodar sobre celuloide y ven el valor de hacerlo.
¿En qué punto empezaste a pensar que había más de una historia aquí, y que esto podría ser una trilogía sin repetirse o canibalizarse?
Creo que fue en los meses después de que se estrenara la primera película. Al final de Batman Begins, cuando gira la carta del Joker, me encontré preguntándome, «Vale, ¿quién sería ese antagonista?» visto a través del prisma de Batman Begins. Quería ver cómo podía traducir al Joker en ese mundo. Ese fue el punto para dar el salto. Y la naturaleza del antagonismo del Joker fue tan radicalmente diferente a lo que ocurría en Batman Begins y era tan diferente a la relación de Batman con Gotham en particular. Así que The Dark Knight es en gran parte una historia sobre una ciudad, cierto tipo de drama criminal, mientras que Batman Begins es más una historia de aventuras. Así que en realidad parecía un género diferente, y entonces sabes que no estás retractándote lo que has hecho, lo estás expandiendo.
Cuando empezaste a escribir el guión de The Dark Knight Rises, ¿pensabas sobre lo que ocurría con la economía y los movimientos como Occupy Wall Street, en términos del retrato de la sociedad en el umbral de algo así como una segunda Revolución Americana?
Estábamos escribiendo años antes de Occupy Wall Street, y en realidad estábamos rodando cuando ocurrió, pero creo que las similitudes vienen de que Occupy es una respuesta a la crisis de los bancos en 2008. Estábamos sentados en un mundo en el que, según las noticias se nos estaban presentando constantemente escenarios de «y si». Como «¿Qué pasa si todos los bancos quiebran?» «¿Qué pasa si todos los stocks no valen nada?» Estas preguntas son terroríficas, y estábamos tomando el punto de vista de que íbamos a escribir sobre lo más escalofriante. Llegamos a la idea de cómo en América damos por sentada una estabilidad para nuestra clase y estructura social que nunca ha sido sostenida en el resto del mundo. En otras palabras, este tipo de cosa ha ocurrido en países de todo el mundo, ¿por qué no aquí? ¿Y por qué no ahora? Así que muchas de las ideas subyacentes de la película vienen de una situación en la cual la economía estaba en crisis y por tanto incluso en las noticias se estaban planteando preguntas – preguntas impensables acerca de lo que ocurriría en la sociedad.
Fue interesante ver el espectro de reacciones a The Dark Knight Rises, con algunos discutiendo si era algo así como neoconservadora o muy de derechas y otra viéndola como una película de extrema izquierda. Y una de las cosas de las que parece que habla la película es de cómo de fácilmente puede la retórica política de un extremo ser adoptada por el extremo completamente opuesto.
Absolutamente, y luego entras en la cuestión filosófica: si una energía o un movimiento puede ser adoptado para el mal, entonces ¿hay que criticar al movimiento en sí? Todas estas diferentes interpretaciones son posibles. Lo que me sorprendió es cómo muchos críticos escribían sobre su interpretación política de la película y no entendían que cualquier interpretación política implicaba ignorar grandes trozos de la película. Y me hizo sentir bien sobre dónde habíamos posicionado la película, porque no pretende ser políticamente específica. Será absurdo intentar hacer una película específicamente política sobre este tema, donde vas en realidad a intentar quitar las cadenas de la vida cotidiana e ir a un lugar más aterrador donde todo es posible. Estás fuera del espectro convencionalmente político, así que está muy sujeto a la interpretación y malinterpretación.
La última hora de The Dark Knight Rises, desde la canción de «The Star Spangled Banner» en el estadio de fútbol hasta el final, es una hora de película que nos lleva a través de muchas localizaciones y acción, pero parece como una sola pieza sostenida. Tiene este crecimiento gradual de intensidad y conexión cuidadosa de todo lo que ocurre, y es muy estimulante para mirar.
Intentamos eso con las tres películas, pero de la forma más extrema con The Dark Knight Rises, es lo que llamo esta aproximación de ‘bola de nieve’ a la acción y eventos. Hemos experimentado con esto en The Dark Knight, donde la acción no está basada en partes claras del modo en que lo estaba Batman Begins, sino que fuimos mucho más allá en esta película. La dimesión y alcance de la acción está construida a partir de piezas más pequeñas que encajan juntas para que puedas entrecruzarlas, algo que me encanta hacer, e intentan encontrar un ritmo en conjunción con la música y los efectos de sonido, así que vas aumentando y aumentando la tensión continuamente durante una parte sostenidamente larga de la película, y sin aflojar hasta el último fotograma. Es una estrategia de riesgo porque te arriesgas a cansar a tu público, pero para mí es la forma más emocionante de hacer una película de acción. Es un enfoque que apliqué con Inception también, tener hilos paralelos de tensión que aumenta y aumenta y luego se unen. En The Dark Knight Rises, desde el momento en que la música y el sonido caen y el niño empieza a cantar «The Star-Spangled BAnner», es algo así como que se desata la acción. Me ha alegrado y maravillado que la gente haya aceptado lo extremo de las cosas.

Uno podría decir eso de Inception. Sobre el papel suena como una película que Hollywood no soñaría con hacer – y habla del hecho de que tuvieras mucha fe en la inteligencia del público y en su habilidad de aceptar cosas en películas que no entran en el molde establecido.
Bueno, creo que es interesante. A menudo lo he caracterizado como fe en el público, pero es también fe en las películas, fe en el cine puro. Si puedes hacerte con el sistema apropiado de cine para hacer al público sentir algo, entonces el cine es un comunicador increíblemente poderoso. Tengo fe en ese proceso, que si lo hago bien y las piezas encajan, entonces la gente entenderá lo que tienen que entender y sentirán la intensidad de la experiencia que estoy intentando darles.
The Dark Knight Rises deja la puerta abierta al final para una posible continuación de la saga de Gotham, sin Batman quizás, pero con estos nuevos personajes como Catwoman y el joven policía interpretado por Joseph Gordon-Levitt. ¿Puedes imaginar revisitar Gotham?
Para mí, The Dark Knight Rises es específica y definitivamente el final de la historia de Batman tal como quería contarla, y la naturaleza de final abierto de la película es simplemente una idea temática muy importante que queríamos introducir en la película, que es que Batman es un símbolo. Puede ser cualquiera, y eso era muy importante para nosotros. No todos los fans de Batman estarán necesariamente de acuerdo con esa interpretación de la filosofía del personaje, pero para mí todo vuelve a la escena entre Bruce Wayne y Alfred en el jet privado en Batman Begins, donde el único modo que pude encontrar para hacer una caracterización creíble de un tipo que se transforma en Batman es que necesariamente fuera un símbolo, y se viera a sí mismo como un catalizador para el cambio y por lo tanto hubiese un proceso temporal, puede que un plan a cinco años que estaría encaminado para animar simbólicamente a que volviese el bien a Gotham. Para mí, para que esa misión tuviese éxito, tiene que terminar, así que este es el final para mí, y como digo, los elementos de final abierto todos tienen que ver con la idea temática de que Batman no es importante como hombre, es más que eso. Es un símbolo, y el símbolo pervive.
Información Bitacoras.com…
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Gracias por la traducción. Adoro a Batman y adoro la trilogía que Nolan nos ha regalado.
A mí me pasa igual. Pero es que encima adoro a Nolan y todas las películas que nos ha dado. Espero que con Man of Steel (aunque él no la dirija) nos sorprenda gratamente… y con lo próximo que haga! 🙂
[…] Imagen: http://soniaunleashed.com/2013/01/30/traduccion-de-entrevista-a-christopher-nolan-en-filmcomment-com… […]