Y qué digno(a) representante de la misma tenemos…
Vaya mierda, no es sólo que ningún ministro de Cultura de la democracia (evidentemente, antes tampoco) haya valido una mierda, sino que periódicamente colocan ahí a gente, no se sabe muy bien por qué, que no para de decir gilipolleces (en el mejor de los casos) o dar por culo y darnos miedito (en el peor)
Lease mejor escenario posible en un ministerio de Cultura devastado y sin razón de ser… sería uno encabezado por alguna cabeza hueca tipo Esperanza Aguirre en su época, antes de meterse a reina de la Comunidad de Madrid y aspirante a reina absoluta del cotarro. Este tipo de ministra no hace más que dar material a diversos programas de zapping de frases y declaraciones gilipollescas varias como que no sabía quien era Santiago Seguro (en la época que sí hacía películas, si no lo supiera ahora tampoco habría para tanto xD) o decir «¿Sara Mago? No sé quien es esa señora»… Algo así es inofensivo, y al fin y al cabo, ¿quién sabe para qué sirve ese ministerio? Pues eso, así al menos te ríes.
Lo peor que puede pasar es lo que ocurre ahora, una ministra de cultura tocapelotas e igualmente ignorante, que no contenta con soltar ‘perlas’ que harían sonrojar incluso a los niñatos que utilizan el lenguaje ‘SMS’, pretende erigirse en… ¡oh, esperad! ¡en DEFENSORA DE LA CULTURA! Sí, Defensora de la Cultura, así, con mayúsculas, porque ELLA sabe mejor que nadie que los que crean cultura deben cobrar por eso. Y no sólo deben cobrar, como cualquiera, cuando venden su servicio, sino que deben asegurarse de que NUNCA el producto de su trabajo llegue a ser ni remotamente gratuito. Por tanto, defiende el actual sistema de cánones e incluso pretende tomar medidas contra los internautas que se descarguen contenidos. También, con ella, ha salido adelante esa absurda ley del Cine, mediante la cual se incentiva a que mujeres cineastas hagan películas. Vamos, que se subvencionan más a películas que llevan a cabo mujeres que las de los hombres. Cágate lorito. Si fuera por mí, no se subvencionaría ninguna, y mucho menos, las de mujeres. ¿Qué mierda es esa?
Pero volviendo a internet…
Otra de las cuestiones estrellas que abordó fue el de las descargas en Internet. La ministra aseguró que actualmente hay una comisión interministerial que está estudiando el asunto, pero avanzó que no se castigará legalmente al usuario. Reconoció, sin embargo, que es partidaria de limitar la velocidad de la conexión a Internet. Asumió la complejidad del asunto, la necesidad de casar el derecho a la información con la propiedad intelectual.(Extraido de este artículo, os recomiendo leerlo, no tiene desperdicio, aunque aviso que pone de muy mala hostia, y además descubre la Verdad sobre por qué Mozart era TAN pobre… ¡era porque no cobraba derechos de autor! Seriously… xD)
Es una Defensora, sí, del bolsillo de algunos. Y no del nuestro, como habréis adivinado