De un tiempo a esta parte, me llaman la atención los cómics de temática realista. Los biográficos, los dramáticos… la verdad es que algunas de las últimas lecturas que he hecho de novelas gráficas han tenido temas realistas y me han hecho disfrutar bastante. Es por eso que este Espíritu Maligno me llamó la atención cuando no hace mucho di con él en una tienda. 

La historia trata de Harry Wallman, un ciudadano alemán de mediana edad, que vuelve al barrio donde se crió debido a que no hace mucho se ha enterado de que lo van a derrumbar todo. La nostalgia y los recuerdos hacen que quiera volver a ver las calles que conoció de pequeño. Pero sobre todo, hay un lugar que le interesa especialmente volver a visitar: una librería de segunda mano donde compraba los tebeos de niño. En su visita, con los hechos reales y los lugares tal como están, se mezclan los recuerdos de personas y hechos del pasado. Harry era muy fan de los cómics de horror de pequeño, algo que no estaba nada bien visto ni por su madre, ni por sus profesores. Solo un librero le ayuda a conseguir las historias que adora, y gracias a ello ha conseguido hacerse con una buena colección de tomos y conocimientos sobre lo sobrenatural.

Cuando compré este cómic, me llamó la atención el dibujo. El tema de los recuerdos y el pasado también. Ahora que ya lo he leído, puedo decir que el arte de este cómic es una maravilla. El diseño de cada viñeta es una maravilla. Sin embargo, el guión no le acompaña en calidad.  Hay algo que queda un poco hueco cuando uno termina la historia. Aunque tiene cosas muy buenas y consigue evocar la atmósfera de «realismo mágico» que a veces tienen las cosas para un niño, sobre todo uno que es muy imaginativo, a mi parecer la historia queda coja. Y es que aunque da pinceladas de la sociedad de la época y la vida de este niño (la política que influía en sus clases del colegio, la muerte de su padre trabajando en un astillero, el poco amor por las obras de terror o ciencia ficción, la economía deprimida…), parece que podría contar más. Uno se queda con ganas de más diálogos, más texto y más escenas. La sensación que me ha dejado el cómic, en definitiva, ha sido la de que me ha gustado lo que he leído, pero que no me ha parecido suficiente para darle empaque a una novela gráfica. Se puede quedar más bien en un relato, no tanto por su extensión como por su contenido. Una historia breve, pocos personajes, poca intensidad para mi gusto… Pero ojo, no estoy diciendo que no tenga cosas buenas, que las tiene. Es el pasado enfrentado al presente, la realidad enfrentada a la imaginación, lo que uno ha sido y lo que es…

Guión: Peer Meter
Dibujo: Gerarda Raidt
Año primera publicación:
ISBN: 9788415724605
Número de páginas: 108
Leído en… español (Ed. La Cúpula)
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