Rob (Rob Schneider) es un «soltero de larga duración» que se acaba de casar con Maggie/Margarita (Claudia Bassols). Lo peculiar del caso es que lo han hecho de una forma un tanto apresurada y sin que ella se lo diga a sus padres y su familia. Así que tras volver de la luna de miel ella le propone ir a ver a su familia para empezar a introducirlo en la familia. Ella tiene raíces mexicanas, así que de repente, Rob se verá inmerso en una familia muy unida, hispana, y la cual al principio no le aceptará demasiado. Rosa y Fernando, los padres de ella, no le verán con buenos ojos y considerarán que Maggie se ha equivocado al casarse con él. En cambio, el tío de Maggie, Héctor, sí le acepta y le da consejos, pero eso sí, presionándole para que le preste dinero.

La comedia en sí no tiene demasiada «chicha», supongo que es más fácil que guste a los fans de Rob Schneider, aunque no descartaría la serie por este primer capítulo. Hay momentos que tienen gracia, como lo de la abuela y el altarcito, por ejemplo, pero en este primer capítulo parece que la cosa no ha dado para más. Para mi gusto, hay gags con la torpeza de Rob que me han sobrado y bueno, que las bromas sobre el desconocimiento de Rob de la cultura de su familia política tampoco tienen una excesiva gracia. La serie ni siquiera se atreve a ser demasiado políticamente incorrecta, así que de momento se ha quedado en un intento de comedia, con risas de lata (y cómo las odio), y la típica pareja asimétrica, en la cual una de las partes es el conocido Rob Schneider. La ventaja es que cada uno ya sabe si el actor le gusta o no, y así sabe si descartar o no la serie.

En resumen, una comedia que no es rematadamente mala, pero que tampoco he encontrado demasiado graciosa. Al parecer, y al menos en su estreno, las audiencias han sido bastante buenas, así que veremos cómo sigue. Yo quizás le dé una oportunidad al segundo capítulo, a ver cómo sigue la cosa tras aceptar finalmente los padres de Maggie que su hija se ha casado con alguien más viejo, feo y bajito que su hija.