Título original: Lost Souls
Autora: Poppy Z. Brite
Editorial: La Factoría de Ideas
Páginas: 354
ISBN: 848896627X
Año publicación en inglés: 1992
Este es otro libro de vampiros, esta vez de la mano de una autora no muy conocida, Poppy Z. Brite, a la que conocía por haber leído otro de sus libros, El arte más íntimo. El caso es que el que yo había leído era posterior a éste, pero yo no lo sabía. Es igual. El caso es que en El arte… la historia gira en torno a dos homosexuales a los que les une el amor por los asesinatos, la necrofilia, el canibalismo, etc. Pues bueno, para mí y resumiendo, este libro, Lost Souls, es como lo mismo pero sin lo divertido y los asesinatos. Ahora me explico.
El alma del vampiro empieza con un título creativo de esos que se suelen hacer en España. El título original, Lost Souls viene a cuento porque dos de los personajes tienen un grupo de música que se llama así. Lección de traducción nº1 (que tiene cojones la cosa): o dejas el título tal cual como el nombre del grupo (se titularía pues Lost Souls) o lo traduces como Almas Perdidas y a lo largo del libro traduces también el nombre del grupo. Pero El Alma del Vampiro no tiene que ver con nada, y menos con el título. Eso para empezar.
Básicamente, hay una historia que lo une todo. Al princpio del libro hay 3 vampiros que llegan a un bar de Nueva Orleans a emborracharse, uno de ellos se acuesta con una chica (no vampira) y ésta se queda embarazada. Poco después en la narración, cuando nace el bebé, se corta esto y saltamos a quince años después.
No voy a explicar mcuho de la historia, sólo comentar unas cuantas cosas en general.
– Los nombres de los personajes son, cuanto menos, extraños: Fantasma (Ghost), Nada (Nothing), Zillah, Twig, Molochai. Y hay un par más que tienen nombres normales: Steve y Christian. Por desgracia, todo lo extraños que son los nombres, lo son de planos los personajes en sí mismos. Tenemos al salvaje vampiro sin remordimientos y que simplemente busca su propio placer, a pesar de que éste implique el sufrimiento de otros (éste es Zillah), los vampiros descerebrados, tontitos y pendencieros (Molochai y Twig), el típico adolescente quejica al que dan ganas de arrearle un guantazo… vamos, lo que hoy en día sería un emo (este sería Nada), el típico chaval que se ha criado con su abuela y alguna anciana más, que se rumorea que son brujas, y que él mismo tiene habilidades especiales (Fantasma), el borracho y autodestructivo (Steve), el típico vampiro con cientos de años y un poco cansado de todo, aunque con conciencia y sensibilidad (Christian). Y me olvidaba de Ann, el único personaje con relevancia que es mujer, vamos, aunque tampoco sale mucho, así que… En general, son personajes que se dividen en dos grupos: malos sin carisma, y buenos que no consiguen interesar, implicar ni importar lo más mínimo al que está leyendo. Siendo así, mal vamos.
– Es curioso como todos, y digo todos los personajes llegan a tener relaciones homosexuales. Se diría que esta chica tiene una fijación o algo que debiera hacerse mirar, pues creo que a no ser que uno se vaya a Sitges o algo así (y ni eso) pueda encontrar tal concentración de tíos que se follan a otros tíos.
– Las características de los vampiros: ni super rápidos, ni les molesta la luz. Estos vampiros sólo son vampiros en que beben sangre. PUeden ir por ahí de día, a pesar de que les molesta el sol en los ojos, y hacer todo tipo de cosas, incluso beber o comer. Y se les mata bastante fácilmente, oye. Además, a no ser por una mención de un par de líneas, uno diría que la raza vampírica se compone únicamente de varones. Bueno, a estos por lo menos, yo creo que no les importaría demasiado si fuera así.
– Hay gente que dice que las novelas de Anne Rice son muy ‘gays’ y que todo el mundo es demasiado guapo y tal y cual. Quien diga eso no ha leído este libro. Aquí todos son excepcionalmente hermosos, todos se desean más que nada, todos se revuelcan sin dejar lugar a ambigüedades. Vamos, es como todo lo malo de Anne Rice, llevado a la máxima potencia.
– Y la historia no es gran cosa. Más bien sencillita, igual debería haberse quedado en unas doscientas páginas, y evitar las 300 restantes, de descripciones tediosas, situaciones estúpidas, y capítulos enteros que no pueden recibir otro calificativo que no sea el de ridículos. Cada vez me gusta menos este tipo de prosa, llena de adjetivos y frases de relleno. Cuando leo algo, quiero que pasen cosas, aunque sean por la cabeza del personaje, quiero que me cuenten cosas, no que dén vueltas a la misma idea hasta marearla durante páginas enteras.
Y por no poner más a parir el libro, ya que he visto que por ahí a la gente le apasiona y le encanta, diré que comparado con esto, Anne Rice escribe libros que son obras maestras. Aquí la historia es simple, los personajes son aún más simples, roza lo ridículo página sí y página también… un libro de vampiros no se convierte en bueno sólo porque meta cada dos por tres una escena gore. Porque a veces, ni las escenas gore pueden compensar la mala cantidad del resto, y depende como estén contadas, pueden incluso aburrir. Con decir que me lo terminé por puro orgullo, ya digo bastante. Se me hizo eterno. Y es que quizás también tenga cosas buenas, pero desde luego, yo no soy capaz de verlas. Quizá va enfocado a un público más juvenil.
Y como ya he tenido bastante leyendo el libro, paso de poner una selección de fragmentos. No ha habido nada que me marcara especialmente como para copiarlo aquí.