Hace un par de semanas acabé de leer 1795, la tercera parte de la Trilogía de Estocolmo. La primera parte de la trilogía, 1793, la leí allá por el 2020, así que finalmente he leído la trilogía más o menos a libro por año, según se han ido publicando (aunque con un poquillo de retraso, eso sí). Aunque debido a mi sequía bloguera no llegué a hacer reseña de 1793, ni de 1794, el segundo volumen, ahora que he finalizado la trilogía creo que corresponde hacer una reseña y comentar qué me han parecido los libros. El resumen, ya os lo digo, es que ha ido de más a menos, al menos en mi opinión.
Comenzaré dando un poco de contexto. Estos libros están ambientados en la Suecia del siglo XVIII (finales de siglo), concretamente en Estocolmo. A pesar de estar ambientado en Suecia, llegan ecos de la Revolución Francesa, acaecida pocos años antes. Es un thriller histórico, en gran parte novela de detectives, pero con un elevado componente casi de terror, y muchísimas descripciones del Estocolmo de la época (que yo no he estado en Estocolmo nunca, pero el de aquella época si era la mitad de horrible, sería un buen lugar para no ir). Enfermedad por todas partes, suciedad, pobreza extrema, gente de todo tipo ganándose la vida como puede (sea de manera legal o ilegal) y conflictos sociales en medio de muchísima miseria, son el caldo de cultivo perfecto para los horribles crímenes alrededor de los cuales gira la historia principal.
Me gustaría solo hacer mención del título completo de cada uno de los libros, ya que me parecen muy bonitos:
- 1793: El lobo y el vigilante
- 1794: El fuego y el Minotauro
- 1795: La hermandad
Debido a que los hechos que se narran en 1794 y 1795, son consecuencia directa del final de 1793, creo que lo mejor será explicar la premisa del primer libro, y sobre los otros comentar muy poco y principalmente mi opinión (hay spoilers muy gordos que podríamos tener solo leyendo la sinopsis de la segunda y tercera entrega).
En 1793 tenemos un Estocolmo convulso, solo un año después del rey Gustavo III de Suecia, se respira mucha tensión política pues la Revolución Francesa está muy reciente, y surgen conspiraciones e intrigas por doquier. Al inicio del libro conocemos a Mickel Cardell, un veterano de la guerra contra Rusia que perdió allí uno de sus brazos, aunque antaño tuvo trabajo ahora se dedica a malvivir y sobre todo darle a la botella para olvidar sus males; en la actualidad trabaja como guardia nocturno. Todo se tuerce cuando descubre un cadáver mutilado en el lago. Se encargará del caso un abogado llamado Cecil Winge, que por encima de todo es un excelente policía, recto e íntegro, de los que no son muy fáciles de encontrar en la ciudad. Por desgracia, también sufre de tuberculosis y está bastant
e grave. Juntos, emprenderán una investigación en la que tendrán que superar sus diferencias, pero sobre todo, los numerosos obstáculos que se encuentren, no solo por parte del costado criminal de la sociedad, sino de entre los propios policías corruptos. ¿Y qué decir sobre el caso que investigan? Sórdido es quedarse bastante corto, la ambientación y el caso en sí son oscuros, crueles, abunda el sadismo y en todo el libro se respira la corrupción, la suciedad, la enfermedad… Es un libro tétrico, difícil de leer a veces y asfixiante, pero que engancha muchísimo a la vez. Acabé de leerlo muy rápido, y la verdad, fue mi libro favorito de ese año.
Todos los libros tienen cierta complejidad en su lectura, pues dependiendo de la historia que nos quiera contar en ese momento, el escritor hace uso de flashbacks, cambios de perspectiva, saltos en el espacio y el tiempo, y en definitiva, obliga a que el lector esté medianamente atento. No estoy diciendo que sean libros complicados de leer, pero sí hay que prestar una atención mínima, al final el transcurso de la acción no es lineal y a menudo tenemos un abanico de bastantes personajes. Y ya he dicho que de la segunda y tercera parte de la trilogía, 1794 y 1795, prefiero no comentar demasiado. Sí se puede decir que la
historia continúa directamente la del primer libro, y que el protagonismo pivota en algunos personajes hacia otros, mientras que algunos de ellos sí continúan. Si queréis leer la trilogía, yo os recomendaría no leer nada del segundo y el tercero (ni las sinopsis), u os fastidiarán seguramente alguna sorpresa.
Estoy bastante acostumbrada a leer libros donde ocurren escenas fuertes, y por tanto no me he visto en la situación de tener que dejar de leer por la crudeza de la escena que estuviera leyendo. Sin embargo, cuando he leído en otras reseñas que hay gente que se ha agobiado un poco leyendo, puedo llegar a entenderlo. No es que las escenas sean fuertes solamente, sino que en ocasiones son muy sádicas y crueles. No solo las situaciones en sí, sino que el ambiente es opresivo y desagradable, casi se pueden respirar los malos olores de una ciudad donde la gran mayoría eran pobres hasta la miseria, donde la suciedad inundaba las calles, y lo más fácil siendo pobre era acabar de la peor manera.
Unos libros que han supuesto una lectura de lo más entretenida, muy bien escritos, y aunque no soy una gran fan del final de la trilogía, reconozco que es más o menos coherente con el recorrido de los personajes y con lo que habíamos leído en los tres libros.
Título original | 1793 1794 1795 |
Año primera publicación | 2017, 2019 y 2021 |
Número páginas | 419, 496 y 464 |
ISBN | 978-8419346445 |
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