Tengo que confesar dos cosas antes de empezar a escribir la reseña del 8º capítulo. Una es algo que hago siempre, y es leer spoilers del capítulo antes de verlo. Hace años, cuando veía una serie, evitaba los spoilers a cualquier precio; sin embargo ahora con algunas series, los busco con curiosidad. En este caso, a raíz de lo que leí, rompí otra de mis costumbres, que es la de ver el capítulo el mismo día que sale. Esta semana, no he podido verlo hasta el sábado. Y no es que me faltara tiempo, no, es que no me veía capaz. Pero ya sigo después del aviso, pues todo sería spoiler.
Importante: todo lo que escribo a partir de aquí, es un recuento de lo que pasa en el capítulo. Así que sobra decir que tiene SPOILERS sobre el capítulo… y muchos.
Básicamente el motivo por el que me costaba ver el capítulo era Viserys, y lo que ya había leído (y bueno, se veía venir en capítulos pasados) que le iba a pasar en este capítulo 8. Con el paso de lase semanas, le he ido cogiendo mucho cariño al personaje, y me da pena todo lo que ha tenido que pasar, con esa familia tan poco bien avenida.
Y, antes de nada, un árbol genealógico de los Targaryen no viene nada mal. Yo me lío a veces, sobre todo con los niños, y me viene muy bien poder consultarlo.
En la primera escena estamos en Marcaderiva, donde Rhaenys recibe noticias acerca de Corlys, que estaba luchando en los Peldaños de Piedra, ha recibido graves heridas en la batalla, y además lucha contra una fuerte infección. Todo indica que es cosa que horas o días que muera, lo están llevando a su tierra, trayecto que llevará tres días según estima Rhaenys. Le acompañan su nieta Baela, que está viviendo con ella en este momento, y su cuñado Vaemond Velaryon. Este ya tiene sus planes, para reclamar el señorío de Marcaderiva y ocupar el lugar de su hermano. Rhaenys le recuerda que es Lucerys Velaryon el sucesor oficial de ese trono, mientras que él sutilmente recuerda que los hijos de Rhaenyra no tienen la sangre de los Velaryon. Y que Marcaderiva le corresponde a él. Vaemond confía en que le apoyarán en Desembarco del Rey, ya que afirma que no es Viserys quien ocupa el trono ahora mismo, sino su mujer Alicent.
Cambiamos de escena. En Rocadragón, Daemond entra en una cueva de dragón, y descubre que Syrax ha puesto tres huevos. ¿Cuál será el destino de esos huevos? Veremos. El tema es que le traen un mensaje de Marcaderiva, de su hija Baela. Se supone que Baela le está avisando de las pretensiones de su tío Vaemond.
Vemos a Rhaenyra embarazada, supervisar las clases que recibe su hijo mayor, Jacaerys. Este está muy ansioso por aprender alto valyrio, ya que tiene muy claro que algún día será rey. Es entonces cuando llega Daemon y le cuenta a Rhaenyra lo que está a punto de ocurrir en Desembarco del Rey. Baela les ha explicado en su nota que va a cuestionar el linaje de los hijos de Rhaenyra, para poder gobernar él en Marcaderiva, y posiblemente para ello se ha aliado con Otto Hightower. Así que deciden ir a Desembarco del Rey para poder defender el derecho de Lucerys a gobernar Marcaderiva.
Se da a entender que hace años que no van por allí, y cuando llegan nadie les recibe en el castillo. Un nuevo desaire de Alicent, hacer que únicamente les reciba un señor menor (Lord Caswell). El paso del tiempo se nota en el castillo, y ven que los Hightower han hecho «reformas» convirtiéndolo en algo menos Targaryen, lo que se traduce en menos dragones, y más estrellas (símbolo de la Fe de los Siete). Avisan en el consejo que han llegado, y entonces queda claro que fue Otto, quien dio órdenes para el frío recibimiento a Rhaenyra (Alicent pone cara de extrañada). Por cierto que es Alicent, quien ocupa la silla en ausencia de Viserys. No nos han explicado todavía cómo está, pero todo apunta a que mal, muy mal, tanto que prácticamente no gobierna. En el consejo también sale el tema de la sucesión en Marcaderiva, va a haber una audiencia al día siguiente, donde los aspirantes expondrán sus argumentos para poder heredar (Corlys no dejó un escrito formal para la sucesión de Lucerys). Alicent se dispone a ir a saludar a Rhaenyra y Daemon, pero le interrumpe un guardia real (Ser Errik Carwyll), que le dice que ha de ir urgentemente a los aposentos de su hijo Aegon, por una «situación delicada».
Por otro lado, Rhaenyra y Daemon van a ver a Viserys, que guarda cama en sus aposentos. Según lo previsto, está muy mal, se le ve muy débil, muy envejecido y enfermo. Y mucho peor de su enfermedad de la piel, que ya le ha afectado gran parte de la cara. No solo eso, sino que los medicamentos (leche de amapola) que le dan para el dolor, hacen que esté muy confuso, aunque reconoce a Daemon y asimile la noticia de que Corlys está a punto de morir. Daemon le explica en un par de frases la situación… A lo que Viserys contesta que de las cosas de política se están ocupando Alicent y Otto. También le presentan a sus hijos, Aegon y Viserys. Eso al menos le hace sonreír, muy brevemente porque sufre fuertes dolores que le hacen tener que consumir mucha leche de amapola.
Alicent va a ver qué ha pasado con su hijo, y lo que encuentra es a una doncella muy asustada. La chica, que se llama Dyana, le cuenta que Aegon la ha violado. Alicent es comprensiva con ella, le dice que le cree, pero también le deja caer que no debería contarlo por ahí, porque otra gente no será tan comprensiva. El «incidente» se zanja con una bolsa de dinero, y un té para evitar el embarazo. Enseguida después de eso, Alicent va a ver a su hijo Aegon para reñirle. Aegon no ve la gravedad de la situación, así que Alicent le recuerda que está mancillando la honra de su mujer, la suya propia, y además justo en ese día. Aegon se queja (una vez más) de que él nunca pidió todo eso, que parece que a pesar de todos sus esfuerzos nunca es suficiente para ella. Por cierto que la mujer de Aegon es Haelena, su propia hermana (muy típico de los Targaryen).

Por fin, Alicent va a ver a Rhaenyra y a Daemon. Ellos le recriminan estar «demasiado ocupada» para ir a recibirles, por estar ocupada reinando. Clara referencia a que a pesar de estar Viserys vivo, ya no toma decisiones en la corte y todo lo están asumiendo Otto y ella. Por otro lado, Daemon también le echa en cara que se han retirado los escudos de los Targaryen del castillo, para colocar estatuas y estrellas en su lugar. Una vez más, vemos lo muy religiosa que es Alicent.
Vemos a Jacaerys y Lucerys dando una vuelta por el castillo. Van a parar al patio de entrenamiento, donde todo el mundo los mira. Incluso recuerdan divertidos, algunas de las escaramuzas que tuvieron en ese patio con Criston. Justo en ese momento están entrenando Aemond y Criston. El niño tuerto que recordábamos, ahora ha crecido y la verdad, da bastante miedo. Por otro lado, Criston sigue sin tener ni una sola cana (¿hola? ¿por qué por algunos personajes pasan décadas y otros no envejecen ni un poquito?). Aemond saluda a sus sobrinos, con cierta sorna, preguntándoles si vienen a practicar. Justo en ese momento llega Vaemond, lanzando malas miradas a los niños. Ya antes han mencionado que Rhaenys y Baela han viajado en dragón. Nada más llegar, va a ver a Otto y a Alicent para influirles.
En el bosque de dioses, Rhaenyra y Rhaena van a ver a Rhaenys. Se nota que las nietas quieren mucho a su abuela. Rhaenyra le pregunta a Rhaenys por qué está ahí, si va a pedir gobernar ella misma Marcaderiva y por tanto argumentar que Lucerys no tiene derecho para hacerlo. Rhaenys le recuerda lo que (cree que) hizo con Laenor, a lo que Rhaenyra contesta que ella quería mucho a Laenor, y que no ordenó ni fue cómplice de su muerte. Finalmente le hace una oferta, que apoye a Luke y prometan a los hijos de Rhaenyra, Jacaerys y Lucerys, con Laena y Rhaena. Rhaenys no dice ni que sí ni que no, sino que al día siguiente los Hightower van a asestar el primer golpe a Rhaenyra y ella (Rhaenys) permanecerá. Rhaenyra está claramente conmocionada, pues ve claro que al día siguiente la machacarán a ella y a sus hijos.
Va a ver a su padre, que drogado como está, la confunde con Alicent. Y ella le pide ayuda para el día siguiente.
Rhaenyra: ¿Crees que la Canción de Hielo y Fuego es cierta?
Viserys: Sí, el sueño de Aegon.
Rhaenyra: Me dijiste que era nuestro deber mantener el reino unido contra un enemigo común. Al nombrarme heredera, dividiste el reino. Creí que quería serlo. Pero es una pesada losa, muy pesada.
Viserys: Mi… mi única hija.
Rhaenyra: Si quieres que cargue con ella, defiéndeme. Defiende a mis hijos.
En la siguiente escena, le hacen curas a Viserys, que lo pasa muy mal y en el que vemos ya más claramente, cómo ha avanzado la enfermedad. A pesar de todo eso, pide cenar con su familia ese día, aprovechando que todos están en la fortaleza roja. Y rechaza la leche de amapola que le ofrece Otto, quiere estar lúcido en esta ocasión.
Llega el momento de la decisión, donde en la sala del trono, los pretendientes a gobernar Marcaderiva deben defender sus posiciones. Otto está sentado en el trono, representando al Rey en ese asunto. El primero en hablar es Vaemond, que suelta un discurso elogioso sobre la casa Velaryon, y donde subraya que él es familiar más cercano a Corlys, «sangre de su sangre». De momento Vaemond juega al límite sin hacer acusaciones graves (aunque insinuándolas) sobre los hijos de Rhaenyra. Cuando le toca hablar a Rhaenyra, le interrumpe la entrada de Viserys en la sala. Nadie lo esperaba, y cruza por su propio pie, aunque con esfuerzos sobrehumanos, la sala del Trono.
No acepta la ayuda de un guardia cuando está a punto de caerse, pero a medida que sube los peldaños le fallan las fuerzas y se le llega a caer la corona. Es entonces cuando Daemon le ayuda a llegar al trono, y en un gesto muy tierno, le coloca la corona. Es un momento muy bonito entre los hermanos, y hay que reconocer que Daemon siempre ha sido un cabronazo, pero nunca se ha pasado con Viserys. A mí las primeras lagrimitas ya se me escaparon aquí en este capítulo (pero lo que quedaba todavía…).
Es entonces cuando Viserys hilvana un discurso sobre cuánto le sorprende toda la disputa que se está llevando a cabo, pues creía que la sucesión ya estaba zanjada. Da voz a Rhaenys, y le pregunta cuáles eran los deseos de Corlys para su sucesión, a lo que Rhaenys da un paso adelante y dice que el sucesor legítimo es Lucerys, y además anuncia el compromiso de Jace y Luke con Baela y Rhaena. Viserys ratifica a Lucerys como próximo señor de las mareas, y sucesor legítimo de Marcaderiva.
Es entonces cuando explota Vaemond. No solo cuestiona la decisión de Viserys en este asunto, sino que cuestiona la decisión que tomó cuando convirtió a su hija en heredera del trono. La cara de Daemon es un poema mientras lo escucha. Finalmente Vaemond acusa a los hijos de Rhaenyra de bastardos, y a ella de zorra. El mismo Viserys se levanta y desenvaina la daga para cortarle la lengua, pero se le adelanta Daemon, que le decapita. Pobre Viserys, no hacen más que darle disgustos y el dolor le hace la vida imposible.
Ya en la cena, se percibe mucha tensión entre los dos lados de la mesa. De un lado, están Rhaenyra, Daemon y sus hijos. Del otro lado, los Hightower, incluidos los hijos. Alicent, tan religiosa ella, bendice la mesa con una oración, y después ya pueden comenzar a celebrar. Viserys está muy contento de tener a su familia junta, y brinda por Lucerys y su nuevo título. Incluso se pone en pie y pronuncia algunas palabras. Le apena que se hayan distanciado tanto los miembros de su familia, pero está feliz de verlos a todos juntos. Les pide que se lleven bien, que no estén divididos, y que olviden sus diferencias. Y que lo hagan por él, que se lo está pidiendo. Rhaenyra enseguida brinda por Alicent, agradeciéndole que haya estado todos estos años cuidando de su padre, a lo que Alicent le responde con palabras sobre que tienen más en común de lo que creen, y a su vez brinda por Rhaenyra afirmando que «será una gran reina». Hay momentos de tregua momentánea, Aegon sigue chinchando a Jacaerys y metiéndose con su prometida con bromas de mal gusto. Jacaerys hace un brindis por sus tíos Aegon y Aemond, diciendo que guarda cálidos recuerdos de niñez (viva la ironía) y que espera que se lleven bien como adultos. Incluso Haelena hace un brindis, donde pone de manifiesto que le falta un hervor, diciendo que el matrimonio no es tan malo, que casi siempre la ignoran excepto cuando su marido está borracho (xD). Viserys pide música y Jacaerys saca a bailar a Haelena. Los demás comen y beben, y es un momento donde nos damos cuenta de que Viserys es feliz un rato. Él solo ha querido esto toda su vida, tener una familia bien avenida y tener una vida tranquila. Aquí cayeron unas cuantas lagrimitas más… El momento no dura mucho, pasa mucho dolor y se lo llevan a sus aposentos.
Hay un momento en que a Lucerys le da la risa mirando a Aemond, y este no se reprime más. Hace un brindis, donde alaba lo fuertes que son sus sobrinos Jace, Luke y Joffrey. Tan apuestos y fuertes como un Strong. Enseguida saltan los niños, pero Rhaenyra y Daemon los mandan a sus aposentos para que no se líe más. Alicent se acerca a Rhaenyra y esta le dice que se volverán a Rocadragón. Alicent parece genuinamente deseosa de llevarse bien con Rhae, aunque esto claramente no agrada a Otto.
En otra parte de la ciudad, vemos que Mysaria ha vuelto a Desembarco del Rey, y que tiene a gente espiando en el castillo para ella. ¿Por qué está ahí? ¿A qué propósito sirve?
Vemos ya a Viserys en la última escena muy muy mal. Alicent va a verlo y le lleva leche de amapola para aliviar su dolor. Es entonces cuando Viserys, en su agonía, comete el error que lo lía todo definitivamente. Se confunde y piensa que está hablando con Rhaenyra, continuando la conversación que tuvieron el día anterior. Alicent parece darse cuenta del error, y no le gusta demasiado. Tampoco es capaz de entender todo lo que dice Viserys, pues él habla de la profecía y el secreto que le transmitió solo a Rhaenyra (la Canción de Hielo y Fuego). Pero sí se queda con el mensaje, y se lo lleva a su terreno.
Viserys: Me preguntaste si era cierta, si creía que era cierta.
Alicent: ¿A qué os referís, mi rey?
Viserys: ¿Acaso ya no te acuerdas? Aegon…
Alicent: ¿Nuestro hijo?
Viserys: Al sueño. La Canción de Hielo y Fuego… es cierta. Lo que vio en el norte. El príncipe que fue prometido.
Alicent: No lo entiendo, Viserys.
Viserys: El príncipe…
Alicent: ¿El príncipe Aegon?
Viserys: «Unir al reino contra el frío y las tinieblas». Eres tú. Eres la elegida. Debes hacerlo… debes hacerlo.
Alicent: De acuerdo, mi rey.
Cuando Alicent se va… vemos cómo ya al fin le fallan las fuerzas a Viserys. Muere después de pronunciar algunas palabras, se da cuenta que está muriendo y sus últimas palabras las dedica a Aemma, su primera mujer. «Mi amor»
Aquí ya no fueron lagrimitas, sino lagrimones. Qué gran personaje Viserys, y qué gran interpretación la de Paddy Considine. ¡Premios para él ya!
Y el próximo capítulo ya es el penúltimo, y el 9 por tradición solía ser muy potente en Juego de Tronos. Así que veamos qué pasa, ¡ganas ya de verlo!