– El dolor es una golondrina -dijo el anciano-. Un día uno se despierta y cree que se ha ido para siempre, pero solo ha migrado a otro sitio, para calentarse las plumas. Tarde o temprano volverá a posársele en el corazón.
Uno de mis propósitos de este año, es ir publicando de vez en cuando reseñas de libros en el blog. Es algo que no hago desde hace tiempo y la verdad es que lo echo de menos… a ver si soy capaz de cumplir lo que me he propuesto. En lugar de recurrir a los infinitos (exagero) libros que tengo leídos y sin reseña, voy a comenzar con el primero terminado en el 2021. De hecho, lo leí en menos de un día porque me enganchó bastante y pude dedicarle las horas necesarias.
Suelo comentar qué me ha llamado la atención para comprar un libro. En este caso fue el título, que me hizo leer la sinopsis. Ahí quedé intrigada, y con ganas de leerlo. Y es que el título llama la atención. Guarda relación con el tiempo que se supone que pasa entre que el corazón deja de latir y una persona muere, hasta que el cerebro deja de funcionar. Es con ese tiempo con el que la autora juega, pues la protagonista del libro (Leila), al inicio del libro la encontramos muerta en un contenedor a las afueras de Estambul. Muerta pero con un cerebro que todavía tiene la capacidad de recordar. Y en los sucesivos capítulos es lo que va a hacer, recordar. Tomando como punto de partida su nacimiento, en una ciudad tranquila y en un hogar tradicional donde su padre tenía dos esposas. Leila vivió desde pequeña entre mentiras e injusticias, y a lo largo de las páginas y a medida que recuerda, se irán introduciendo otros personajes de su entorno. Con un ritmo muy dinámico y que no da tregua, vamos conociendo en mucha profundidad a Leila, pero también a sus amistades, sus cinco amigos que se convierten en su «verdadera familia» y que a su vez han tenido vidas muy complicadas.
Hasta ese día había procurado no mostrar en presencia de su tía el amor que sentía por su madre. A partir de entonces tendría que mantener en secreto ante su madre el amor que profesaba por su tía. Leila comprendió que los sentimientos de ternura deben esconderse, que solo pueden exteriorizarse a puerta cerrada y que después no deben mencionarse.
El libro se divide en dos partes: mente y cuerpo. A su vez, cada parte se divide en capítulos más o menos largos, estos capítulos alternan los de «cuenta atrás» hacia la muerte definitiva de Leila, con otros dedicados a sus cinco amigos. En los de cuenta atrás Leila repasa sus recuerdos, como he dicho antes, y el inicio de toda su historia ocurre en el año 1947 en la ciudad de Van. Como su historia es «solo» una historia, enriquecen el tapiz las de sus amigos, gente que también ha sufrido en mayor o menor medida las injusticias, o el trato discriminatorio por una sociedad donde conviven el tradicionalismo más rancio con la modernidad y la tolerancia. Leila, en el momento de su muerte, era prostituta, por lo tanto vamos a conocer bien ese submundo en la ciudad de Estambul. Sabremos cómo acaban en la profesión tanto personas a las que no queda otra salida y optan por ella, como otras a las que han engañado para ejercerla. Además de conocer las historias personales, el telón de fondo será una Estambul en las décadas entre los sesenta y los ochenta, con muchas revueltas y una división importante entre los que abogan por el progreso y la occidentalización, y los que en cambio se aferran a la religión y las tradiciones.
Son historias muy duras las de todos los personajes, en todo el libro nos encontraremos con violaciones, palizas, abortos… y claro, como mínimo un asesinato. Sin embargo el tono, la manera en que está contado, deja entrever un mensaje positivo e incluso optimista, un homenaje a la diversidad y a la posibilidad de sobreponerse a la desgracia y las injusticias. Cómo es posible encontrar la dignidad en la vida, y también en la muerte, a pesar de que las circunstancias vayan en contra.
En este link podréis encontrar un pequeño fragmento de la novela, así si queréis podéis ver qué estilo tiene y cómo comienza. Yo la recomiendo mucho, me encantó y ya digo, la devoré en pocas horas.
No obstante, bajo esa caperuza donde no existían direcciones y el cielo y la tierra se fundían en una franja de lino negro, el halcón, aunque se sentía reconfortado, seguía estando nervioso, como a la espera de un golpe que podía llegar en cualquier momento. Ahora, años después, a Nalán le parecía que la religión – igual que el poder, el dinero, la ideología y la política – actuaba como una caperuza. Esas supersticiones, profecías y creencias privaban a los seres humanos de la vista y los mantenían controlados, pero en el fondo le minaban la autoestima hasta el punto de que llegaban a tener miedo de cualquier cosa, de todo.
Autora: Elif Shafak
Título original: On Dakika Otuz Sekiz Saniye
Número de páginas: 368
Año publicación: 2019
ISBN: 978-8426407450
Leído en español (Ed. Lumen)
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