Lo mejor que he leído en 2019

Sí, llevo sin actualizar el blog desde agosto. Mea culpa, este rincón ha estado abandonado durante muchos meses…

Pero cuando llegan estos días de final de año me he acordado de las entradas que siempre solía escribir sobre lo mejor que había leído, y me ha dado pena no recuperar esa buena costumbre. Lo hice en 2016, en 2017, en 2018… así que aquí estoy, con el blog un poco oxidado y resistiéndose a que lo actualice. Pero haremos lo que podamos. 🙂

Este año he leído (hasta hoy) 55 libros. Con un poco de suerte acabarán siendo 56 o 57. Mi objetivo era el mismo que todos los últimos años, el de leer un total de 52 libros, un promedio de 1 libro a la semana. Aunque no he llegado a leer casi setenta libros como el año pasado, estoy muy contenta con lo que he conseguido, sobre todo teniendo en cuenta la falta de tiempo, la calidad de lo que he podido leer, el relativamente bajo ratio de «errores» o libros que no me han gustado en estos meses.

Así que sin más, un resumen de lo que más me ha gustado este año, no es precisamente una lista ni un ranking… yo esas cosas no las sé hacer. Además, los libros son tan diferentes entre sí que no sería justo compararlos unos con otros. Así que como en años anteriores, he hecho unos bloques temáticos con los libros que más me han gustado.

 

 

 

 

 

 

DRAMA HISTÓRICO

  • Soldados de Salamina, de Javier Cercas: un drama sobre la guerra civil pero a pequeña escala, que habla de la memoria, los recuerdos, y la nostalgia, usando como excusa el fusilamiento del que se salvó el escritor y luego ministro Sánchez Mazas. Aunque la parte inicial me dejó un poco más fría por las altas expectativas que tenía con el libro, la parte final me ganó por completo. Por los personajes que entran, y sobre todo por las reflexiones sobre qué somos y qué dejamos cuando morimos.
  • Jo soc aquell que va matar Franco, de Joan-Lluís Lluís: novela que juega con un fuerte componente de historia real, recorriendo el norte de Cataluña y Francia para los que debieron exiliarse; pero también con una parte de historia alternativa. ¿Qué hubiera pasado si…? Refrescante, interesante, pero también con un fuerte componente nostálgico. Lo curioso es que la nostalgia la provocan hechos que no llegaron a ocurrir nunca.
  • L’esperit del temps, de Martí Domínguez: Una novela que me gustó aún más porque no me esperaba lo que iba a leer. Todo gira en torno a un médico austríaco, que dejándose llevar por su entorno y por las circunstancias, sirvió al régimen nazi con sus teorías darwinistas. Duro retrato donde explican algunas de las partes que desconocía más del régimen, la vertiente científica y algunas prácticas eugenésicas. Un retrato duro de cómo personas de a pie se dejan arrastrar a veces por el espíritu del tiempo.

 

 

 

 

 

 

TIPOS DUROS

Iba a llamarlo a este apartado novela o género negro, pero finalmente y dado que alguna no encaja exactamente en ese patrón, mejor un título más general.

  • A plena luz (Sutton), de J.R. Moehringer: Una historia que a priori no sonaría muy original (un ladrón de bancos que rememora sus andanzas cuando ya anciano, sale de la cárcel), pero sí lo es por la forma en que está contada. William Sutton sale de la cárcel tras una larga condena; su abogada acuerda con un periódico que pase su primer día en libertad con un reportero y un fotógrafo, recorriendo los lugares que marcaron su vida. Sorprendente en el buen sentido, he pasado muy buenos ratos leyéndola.
  • Perfidia, de James Ellroy: Un libro denso, extenso y plagado de personajes, ambientado en la época de la Guerra Mundial, y en concreto, en los días posteriores al ataque a Pearl Harbour. El asesinato de una familia japonesa en territorio norteamericano sirve de excusa para presentarnos unos tiempos convulsos donde políticos, policías y personas del mundo del espectáculo competían en vicio y corrupción en Los Angeles. Me costó algo entrar en el libro y seguirle el ritmo, pero finalmente fue una muy buena experiencia. De mayor quiero ser como Dudley Smith (ja ja). Primera entrega del Segundo Cuarteto de Los Ángeles de Ellroy.
  • Caballos Lentos, de Mick Herron: espías caídos en desgracia, agentes secretos de lo más inútil y traiciones por doquier son la base de esta novela, donde brilla el gordo y resentido Jackson Lamb en el centro de todo, y como jefe absoluto de la Casa de la Ciénaga, hogar de otros espías a los que han apartado de las misiones importantes. Muy buena novela de espías, me gustó mucho más de lo que esperaba.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

MÁS NARRATIVA: Relatos, folklore y más

Se me quedaba corto lo anterior, y de todos los libros que he leído creo que estos tres merecen ser destacados también.

  • Tyll, de Daniel Kehlmann: Quizá mi novela favorita de este año. Mezcla historia, folklore, drama, comedia… todo con el enigmático Tyll Ulenspiegel en el centro. En un país arruinado y desolado por la Guerra de los Treinta Años, Tyll se gana la vida embaucando, entreteniendo, e utilizando sus habilidades como mejor sabe para salir adelante. Un libro lleno de épica, picaresca, tremendamente entretenido. Me costaba dejar de leerlo, y seguro que algún día repetiré.
  • El dios detrás de la ventana, de Michael Kruger: Un libro de relatos no muy largo, de un autor no muy conocido, pero que acabé leyendo por casualidad y me encantó. Es difícil resumir los temas que acaba tocando en las historias, decir qué nexo común las une, pero sí puedo contar que todas son de una sorprendente profundidad. Se tratan temas que, ambientados en el día a día de sus protagonistas, huyen de lo cotidiano. La soledad, la angustia de estar vivo, la inseguridad, inquietudes metafísicas… son relatos que me sorprendieron.
  • El ángel Esmeralda, de Don DeLillo: Relatos algo más convencionales, pero súper bien escritos. Los temas que tratan son muy diversos, pero en todos predomina también el desencanto y la tristeza. Precisamente de los libros de relatos (buenos) lo que me encanta es cómo pueden atraparme siendo de estilos muy diferentes. Devoré el libro, me encantó, muy muy bien escrito y crudo a la vez que poético.
  • Lluvia fina, de Luis Landero: Una novela sobre rencores e historias familiares, que no esperaba que me gustara tanto pero que me atrapó. En una familia llena de historias inconclusas y disputas sin solucionar, asistimos a las confidencias y sufrimiento de unos y otros. En el centro de todo está un personaje que sirve de confesora y siempre dispuesta a escuchar. Una sorpresa esta novela, disfruté como una enana. Aunque con el bajón que da toda la historia, igual la palabra «disfrutar» no sería la más adecuada.

 

 

 

 

 

 

CÓMICS / NOVELAS GRÁFICAS

  • El árabe del futuro, de Riad Sattouf: este año también leí Persépolis, pero esta narración de la infancia del autor en Siria, Libia y a ratos en Francia, acabó gustándome más. Aunque a ratos agote un poco con algunos personajes a los que uno le daría un guantazo (sí, el padre sobre todo), acaba siendo un retrato doméstico de una parte de la realidad de esos países, hace unas cuantas décadas. Muy interesante.
  • Pyongyang y Crónicas de Jerusalén, de Guy Delisle: La crónica de un periodista occidental en Corea del Norte fue lo que me enganchó de este autor, es una visión interesante, fresca y con sentido del humor que nos desvela curiosidades de los países que ha visitado.

 

 

 

 

 

 

NO FICCIÓN

Este año no he leído muchos libros de no ficción, cosa que sí hice en años anteriores. Aun así, un par muy interesantes y curiosamente relacionados con el mismo tema.

  • El hombre en busca de sentido, de Viktor Frankl: Psiquiatra superviviente de los campos de concentración nazis, en este librito Frankl cuenta su historia queriendo transmitir un mensaje de esperanza y de curación. No es solo la narración de sus vivencias, sino una serie de reflexiones y enseñanzas que sacó a partir de lo que vivió.
  • El extraño que llevamos dentro: El origen del odio y la violencia en las personas y sociedades, de Arno Gruen: Un ensayo muy interesante donde se habla de la teoria del autor, que dice que el ser humano no tiene por naturaleza tendencia a la violencia y el odio. Explica cómo los niños muy pronto en su desarrollo se ven obligados a elegir entre el amor o el poder, y cómo eso influye en la formación de su personalidad. Utiliza ejemplos históricos para ilustrar mejor la teoría, sobre todo alrededor del nazismo. ¿Cómo pueden las personas, o incluso una sociedad entera, deshumanizarse así? Muy muy interesante.

 

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