Des dels setze anys que havia incorporat aquestes tortures voluntàries al meu dia a dia. Controlar tot el que menjava era l’única manera que tenia de controlar l’ansietat. I l’ansietat no sabia exactament d’on em venia. Era com si visqués sempre amb pànic sense que hi hagués cap perill a prop. De jove pensava que la tara em venia del cos, que em feia fàstic i molta por, però després vaig veure que em venia de l’esperit, que no m’aguantava les sensacions i que ho transformava tot en una angoixa més o menys dolorosa però constant.
Esta semana he visto en el periódico que suelo comprar los sábados, que este libro se ha incorporado a la lista de los más vendidos en catalán. Yo me lo compré hace unas semanas, y ayer me puse a leerlo, quizá verlo en la lista fue un buen recordatorio. Además, un soleado sábado invernal fuera de casa, pero poca energía para hacer nada al aire libre, hacían la lectura muy apetecible. Así fue, me lo acabé en una tarde, porque me enganchó mucho, y porque es corto (no llega a las ciento cincuenta páginas).
Es curioso, que este año he leído el doble que otros años anteriores, pero me cuesta ponerme a explicar mis impresiones. Supongo que para todo hay temporadas, y para esto también. Sin embargo, no quiero dejar del todo esta faceta de mí y por eso he creído que opinar sobre este libro que comencé (y terminé) ayer, sería una manera tan buena como cualquier otra de romper el hielo con mi propio blog. Supongo que lo tengo tan abandonado, que a veces pareciera que fuese de otra persona…
Pero voy a comentar el libro. La protagonista, que se llama Claustre (interesante elección), se encuentra en una encrucijada vital al inicio del libro. De vuelta de visitar a su madre anciana, siente que necesita hacer una parada antes de volver a casa, y por eso hace una parada cerca de la casa donde se crió, y allí se encuentra con una vieja conocida. A ella le va a confiar todos los secretos de su vida, empezando por hechos que acontecieron cuando era una niña pequeña, hasta el momento actual, en que tiene 30 años y un pasado complejo y tumultuoso detrás.
En su vida le ha pasado un poco de todo, y poco bueno. Empezando por abusos en su infancia, continuando con la convivencia difícil con un padre alcohólico y una madre demasiado absorbente, la juventud de Claustre comienza con graves problemas de alimentación que su familia elige ignorar, y continúa con relaciones sentimentales tóxicas, inestabilidad, y una espiral de autodestrucción que en ciertos momentos amenaza su vida… pero como vemos, ha llegado hasta este momento, ha sobrevivido. ¿Qué le puede deparar el futuro?
La narración es en estricta primera persona. A veces las narraciones de este tipo pueden resultar cargantes, pero no me ha parecido que sea así en este caso. La narración se mueve de manera ágil y sencilla, sin grandes complicaciones pero sin ahorrarse detalles y un gran grado de introspección.
Era covarda? Com més m’ho deia, més m’enfonsava i més lluny em sentia d’ell. Però d’altra banda m’estimava sense planye’m i això em feia bé. El trasbals del cap no es veu i per aquest motiu, i perquè jo no explico mai res, la gent creu que no existeix. Això m’ha complicat la vida, m’ha fet semblar covarda i egoista pels que m’estimaven, llunàtica per a la majoria, m’ha posat en situacions grotesques i incomprensibles, però també ha fet que ningú em tractés amb indulgència, obligant-me a ser millor del que puc ser.
En algunas reseñas he leído que al libro no le vendría mal contar con 100 páginas más, pero no estoy de acuerdo, y explicaré por qué. Creo que con la longitud exacta con que cuenta, se nos cuenta una historia, y se nos cuenta bien, ahondando en la psicología de esta chica que se ha criado en un entorno familiar muy complicado, y explicando su evolución de forma lógica y coherente. Sobre el padre y la madre tenemos pinceladas, suficientes aunque no con toda la profundidad que podrían tener, es cierto. Sin embargo, para mí queda bien explicado. Un padre alcohólico con toques de brillantez pero demasiado débil para afrontar sus problemas, una madre que se deja vencer por la apatía y mantiene con su hija una relación basada en el egoísmo… una abuela interesada y desequilibrada con la que tiene poca relación, una pléyade de tíos, primos y allegados a los que cuesta ponerle cara excepto en algún caso puntual. Sí, la protagonista tiene problemas, pero no me ha dado la impresión de ser de aquellos libros que arrastran por el barro a su protagonista simplemente por enriquecer la historia. Lo que le pasa a Claustre puede pasarle (por desgracia) a cualquiera.
Jo no volia demanar res per no haver de tornar-ho, pero no haver de donar-li res a ell quan m’ho demanés. Encara pagava el plat a taula i l’escola cara de quan era petita. I, a més, necessitava tota la meva força per continuar fugint de tot arreu.
Quina altra opció em quedava que no fos desenterrar tot allò en què no volia ni pensar? Aguantar aquella tara en totes les metamorfosis possibles perquè patir així va amb la vida? Demanar pastilles per sortir del submon immediat perquè només hi ha solucions provisionals? Jo no volia vomitar el que cuina algú que m’estima. No pensava fornicar als bars de la ciutat amb homes que em fan fàstic i una mica de pena. Tampoc volia beure fins a rebentar-me el fetge ni asfixiar la gent que m’ha triat. Amb el temps havia anat avorrint la mentida i aleshores ja em provocava una repulsió instintiva, gairebé física. No em volia abandonar. A més, sentia que ja havia viscut tot un segle, però tot just acabava de fer els vint-i-set anys.
Quan hi penso, uns anys després, em fa un efecte oníric, molt penós, com gairebé tot a la meva vida. Potser hauria de guardar-li rencor. No està bé, entrar així al pis i al cos de la gent, arrencar-los intimitats i després tocar el dos sense avisar-los. Però com podria retreure-li res? Em va sacsejar sense trencar-me. I és extranyíssim, que algú ens arribi a veure bé sense que corri el temps i ho utilitzi a favor seu. Havia fet bé, aprofitant-ho. Qui sap si em passaria mai més.
Autora: Anna Punsoda
Año publicación: 2018
Número de páginas: 142
ISBN: 978841674378
Leído en… catalán (Ed. Amsterdam)
Dedicatoria:
Als meus pares
Últimamente me asomo poco por mi web y menos aún por vuestros blogs, pero quería dejarte un saludo y desearte unas felices fiestas. Espero que el año que entra solo nos traiga cosas buenas. Besos Sonia
Hola! Yo también paso poco por aquí, ya lo has visto… pero me ha hecho mucha ilusión ver tu mensaje
Espero que el 2019 sea bueno para todos, con cosas buenas. Besos!