There’s nothing stoical about any of this. I’ve thought and felt it through in every possible way, and I can only make sense of the sadness because it is sad. Sad for me. Sad for others too, but in a much vaguer, normal, only-to-be-expected sort of way. Certaintly I wouldn’t, like my former father-in-law, want to attend the funeral of my child. If I’m being over-logical about it all, repressing the pain, I can’t see it. I feel the sadness even more sharply, now that the new girl child has been born, at the idea of missing knowing what they will both be like, later, what they will become.
A la lista de libros autobiográficos que he leído, en su día quise sumar este, la narración de una escritora (que no conocía previamente) que se enfrenta a un diagnóstico de cáncer incurable, y elige afrontar el tiempo que le queda escribiendo, y recordando aquello a lo que siente que debe estar agradecidaen su vida.
La relación de la autora, Jenny Diski, autora de más de una decena de novelas, con Doris Lessing, tampoco la conocía. Jenny Diski salió de un hogar donde nunca pudo contar con sus padres, y a consecuencia de eso, y del rumbo que acabó tomando su adolescencia (drogas, sexo, rebeldía exacerbada), fue internada varias veces en instituciones psiquiátricas, siendo todavía muy joven. Doris Lessing, cuyo hijo iba a la escuela con Jenny y sugirió que la ayudaran, la acogió en casa y a raíz de eso, pudo continuar con sus estudios y encontró por fin el hogar que nunca había tenido.
Pero en este libro no es directamente ese el tema. El tema es la muerte, y el cáncer. En las primeras páginas Jenny recibe el diagnóstico de su cáncer, un cáncer inoperable de pulmón, a causa del cual su esperanza de vida se reduce a dos, máximo tres años. Y su primera reacción es que no sabe cómo reaccionar a la noticia. Todo el abanico de respuestas, desde las más ingeniosas hasta las más banales, ya las conocemos. El cáncer está ya muy cubierto en cualquier forma de cultura popular, ¿cómo decir algo, sin que parezca el eco de otra cosa que alguien ha dicho en una película, serie, o un libro?
Así que decide escribir algo similar a un diario del cáncer. Ella es escritora, así que aunque eso también es en cierto modo típico, es lo que va a hacer porque es lo único que sabe hacer: escribir. Comienza un diario de su cáncer, y de hecho comienza a publicar una columna mensual en la web London Review of Books. Pero resulta que lo que escribe no va tanto sobre el cáncer, sino con cómo lo vive ella, y episodios del pasado que le vienen a la mente. Sobre todo su adolescencia, cuando entró a vivir en la casa de Doris Lessing.
Both infinity and death were beyond me. They defeated me, and although I came to know that everyone was subject to death, it was some time before the penny dropped that I, too, would eventually be part of the seething crowd of everyone who dies.
Aunque vivió bajo el techo de Lessing, Jenny nunca fue adoptada oficialmente, y por eso le cuesta definir cuál era el vínculo que la unía a ella. Madre de acogida, benefactora, cuidadora, «la mujer en cuya casa vivía». Sus padres no pudieron hacerse cargo de ella pero seguían vivos, por tanto no era huérfana. La relación de las dos es difícil de definir, y quizá Lessing no fue la persona más cariñosa del mundo con la chica, pero Jenny venía de unos padres que nunca le dieron nada remotamente parecido a la estabilidad ni un hogar. A pesar de su carácter combativo y a menudo difícil, Jenny se dio cuenta de que vivir en casa de Doris Lessing era para ella una buena oportunidad. Además, siempre había querido convertirse en escritora, y allí el ambiente era perfecto para conseguir su objetivo.
Sin embargo no todo era fácil, a pesar de que la relación entre las dos estaba bien establecida (Jenny no debía meterse en problemas como único pago a toda la ayuda que Doris le daba), Jenny no podía evitar sentir inseguridad y cierto resentimiento. ¿Hasta cuándo duraría la situación? ¿Le caía bien a Lessing? Y en algunos momentos eso provocó conflicto entre las dos. No solo eso, sino que en alguna ocasión Jenny llegó a sospechar que quizá solo era material para inspiración para Lessing, que introdujo en un par de novelas suyas un personaje que se le asemejaba.
I am and have always been embarassed by all social rituals that require me to participate in a predetermined script. It may simply be that I am not a natural actor.
Además, Jenny se sintió en cierto modo responsable por la vida que llevó Peter, el hijo de Doris Lessing, ella sentía que había ocupado el lugar del «verdadero hijo» en el hogar de Lessing, mientras él estudiaba fuera. Y la relación con Doris Lessing, sabemos, y se encarga de contarlo ella misma, nunca llegó a ser del todo idílica.
Pero no olvidemos que el libro habla también del cáncer y de cómo lo vive ella. El proceso de quimioterapia, sus pensamientos ante la muerte inminente, los altibajos de los meses que siguen al diagnóstico, el intento de humor que se desmorona cuando piensa que no va a vivir para ver a sus nietos.
En total, unas memorias que hablan de una adolescencia difícil, familias rotas, con reflexiones sobre la enfermedad y la muerte, y sobre los vínculos que en ocasiones nos unen a las personas menos probables.
For several days now I’ve been feeling as if I’m on a holiday, a short one coming to its end. Not a specially good one. Not sorry to be leaving, not sorry to have been here. No particular feeling one way or another. Not living in my place. Not familiar enough. As one might sit on the edge of a chair that is waiting for another occupant to take it over. It’s the strange of strange feelings.
Autora: Jenny Diski
País de la autora: UK
Año publicación libro: 2016
Número de páginas: 250
ISBN: 978-1-4088-7990-0
Leído en… inglés (Ed. Bloomsbury)