Call me by your name, and I’ll call you by mine.
Hacía tanto, tantísimo tiempo que no me asomaba por mi propio blog, que:
a) me he pasado un rato indecente restaurando las contraseñas y accesos. Como el que vuelve de unas largas vacaciones al trabajo y se ha olvidado de las contraseñas a los servidores y aplicaciones que maneja todos los días. Con la pequeña diferencia de que es el trabajo en sí lo que me ha mantenido apartada de la vida del blog.
b) creía que no valdría hablar de cualquier serie, libro o película un poco regulera. La reseña de vuelta tenia que ser de algo que realmente me hubiera dejado impactada. Por eso elegí esta película, de la que solo había leído y escuchado cosas buenas.
Y cuando digo ‘escuchado’ no quiere decir que nadie que yo conozca la haya visto todavía, pero ya sabéis, la radio, los periódicos, revistas… todo eso que contribuye en ocasiones a crear un ‘hype’ superlativo. Curiosamente, a veces nos fiamos más de opiniones de desconocidos, antes de las que escuchamos de los que nos rodean (¿por algo será?)
Aunque a estas alturas seguramente ya muchos conocéis la premisa de la película, hay que explicarla. Elio (Timothée Chalamet) es un adolescente de 17 que veranea con su familia en una villa del norte de Italia. Oliver (Armie Hammer) es un universitario al que el padre de Elio, el Sr. Perlman (Michael Stuhlbarg); Oliver viene a terminar su tesis en cultura grecorromana. Conviven en la casa también con la madre de Elio, Annella (Amira Casar), dedicada profesionalmente a la traducción. De entrada, Oliver es un joven apuesto, algo arrogante, seguro de sí mismo que se siente cómodo desde el minuto 1 en que llega a la villa. Elio por contra, es más introvertido, y de entrada parecen bastante diferentes entre sí. Pero poco a poco, ya se sabe, los días ociosos de verano, el pasar mucho tiempo juntos, hará que Elio y Oliver comiencen a orbitar uno alrededor del otro, casi sin parecer darse cuenta. Durante el verano, también cada uno tendrá sus jugueteos con las chicas del pueblo. Elio con Marzia (Esther Garrel), su amiga y novia, con la que pasa mucho tiempo a solas y con gran complicidad. Oliver a su vez, se siente atraído por una de las chicas locales, amiga de Marzia, cosa que incomoda a Elio.
Elio cada vez siente más curiosidad acerca de Oliver y todo lo que lo rodea, y a la vez que la curiosidad, surge el deseo sexual, y con él, las ganas de contarlo, de hablar del tema y no quedárselo para él. Porque para él es difícil comportarse como si no pasara nada, cuando de repente todo ha cambiado. Elio es, gracias a sus padres y su propia curiosidad, un adolescente que parece más maduro de lo que es gracias a su cultura y su dominio de algunos campos. Pero en el fondo, en las cosas que en este momento le inquietan, es un inexperto y un ignorante que lo tiene todo por aprender.
We rip out so much of ourselves to be cured of things faster than we should that we go bankrupt by the age of thirty and have less to offer each time we start with someone new. But to feel nothing so as not to feel anything – what a waste!
Las dos horas de metraje transcurren con calma (se podría decir una calma voluptuosa, en este caso esa expresion está plenamente justificada), mientras Elio y Oliver se acercan y se alejan entre ellos, se atraen pero a la vez intentan mantenerse alejados sin mucho éxito, intentan entretenerse con otras personas (chicas). Entre enfados, flirteos y acercamientos comienza a surgir el amor, claramente el primero para Elio. Y así sigue, la película, me gustaría comentar un poco más sobre el final, sobre algunas reflexiones que puede provocarnos sobre el amor, sobre la vida, muchos temas que van mucho más allá de una historia de amor adolescente… pero creo que este no es el lugar y el momento.
Sí puedo hablar de las espectaculares localizaciones. No solo la espectacular villa donde conviven todos los personajes, en la región de Lombardía, las habitaciones desprenden sensualidad, los crujidos de los suelos de madera tienen connotaciones nuevas en función del estado de ánimo de sus protagonistas. La zona que rodea la villa es preciosa, con espectaculares paisajes boscosos, rincones secretos y otros mucho más exuberantes y espectaculares (las cataratas de Serio, el lago de Garda…). Sí puedo hablar de la banda sonora, salpicada de temas de la época y música clásica, además de los temas originales de la banda sonora, a cargo de Sufjan Stevens. Las canciones «Mystery of Love» and «Visions of Gideon«; es el fondo perfecto a una historia donde el sol se mezcla con el transcurrir de las cosas más importantes, y los detalles más pequeños.
Al final, Call me by your name, que es según dicen una muy buena adaptación de la novela original (André Aciman, 2007), se revela no solo como una película sobre el amor, o algo tan concreto como un primer amor gay, sino en mi opinión algo más universal. El descubrimiento del amor, del sexo, la atracción y el sentirse envuelto en una locura. Qué mejor manera de meterse en esa locura que en la piel de un adolescente que apenas comienza a entrar en la edad adulta, la primera vez pero no la última que se experimenta el amor. Timothée Chalamet está en el centro de todo, y él es la película, pero para mí lo bueno que es este chico solo se ve potenciado porque todos los secundarios hacen muy buen trabajo (desde Oliver, hasta los padres, pasando por las compañías femeninas de los dos protgonistas, especialmente Marzia, una chica sabia y generosa). ¿Que si volvería a ver la película? Seguramente, algún día, en una tarde ociosa de verano… de esas tardes en que poco más hay que hacer que reposar, leer, dejarse acariciar por la brisa y recrearse en el amor.
¿Hace falta que lo diga después de todo esto? Me ha gustado.
Marzia: People who read are hiders. They hide who they are. People who hide don’t always like who they are.
Director: Luca Guadagnino
Guión: James Ivory (basándose en la novela de André Aciman)
Año: 2017
Duración: 2 h 12 min
País: Italia
Ficha IMDB
Reparto: Timothée Chalamet, Armie Hammer, Michael Stuhlbarg, Amira Casar, Esther Garrel,Victoire Du Bois