L’assassí que estimava els llibres, de Martí Domínguez (Reseña)

Aquella no semblava una mort més. L’home portava a les mans el llibre d’un autor anomenat Thomas de Quincey, de títol ben expressiu: L’assassinat entès com una de les belles arts. L’inspector Agustí Tena va pensar que allò no podia ser una coincidència i que era una mena de marca de l’assassí. Tanmateix, quan es va revelar la identitat del mort ,i es va saber que s’anomenava Guillem Gual, i que es guanyava la vida com a periodista cultural, especialment traballant com a crític literari en diversos mitjans periodístics.

Siempre que voy a una librería me fijo mucho en las novedades de libros en catalán, y este libro que hoy reseño fue fruto de una de las cacerías que realizo de vez en cuando en librerías. Me llamó la atención el hecho de que trataba un poco el género negro y la investigación de un crimen, relacionado con los libros. 

El argumento comienza con el fragmento que he puesto al principio. Un crítico literario conocido por la dureza de sus reseñas literarias, Guillem Gual, aparece asesinado. Tal como pronto descubrirán los policías encargados del caso, Guillem contaba con numerosos enemigos, ganados con su trabajo como crítico. Y el asesinato en sí parece estar muy relacionado con la literatura, pues al lado del cadáver hay un ejemplar de El asesinato como una de las bellas artes, de Tomas de Quincey. A pesar de que podría ser una pista, también puede tratarsee de una simple coincidencia, y eso es lo que deberán averiguar los inspectores Tena y Espinosa, encargados del caso.

A lo largo del libro van tirando de las pistas de las que disponen y por ello acaban hablando con gente del mundillo literario y cultural valenciano. En paralelo además, vamos a seguir las historias de varias familias de Valencia, con historias de lo más variopinto. Por ejemplo, la familia del gran empresario (don Eugeni) cuya mujer (donya Clara) está más pendiente de las apariencias y de mantener su status que del bienestar de sus hijos. También Gregori Cantallops, un autor de gran cultura que está orgulloso de que su hijo tenga sus propias ideas. Estas historias paralelas sirven para hacer un retrato de las clases acomodadas valencianas, que en principio no tienen relación directa con el caso pero sí aportan contexto y profundidad a la historia. Hay por tanto dos mundos que se rozan pero no se mezclan: el de la cultura, y el de los negocios, al menos así ocurre con los protagonistas de esta novela. Al final, con tantas intrigas familiares, el motivo principal del libro, la investigación de los asesinatos, queda bastante eclipsado por todas las otras historias.  Sí es cierto que los dos detectives -Tena y Espinosa- forman una pareja con suficiente carisma y presencia como para hacer que no perdamos de vista la trama policial, pero al final son las otras historias las que marcan el ritmo de la novela. Se exponen las miserias de toda una serie de personas ligadas al mundo de la cultura, del periodismo, donde abundan las envidias y las puñaladas traperas. Existe también la crítica social en general, al integrismo en la educación y los principios excesivamente estrictos que pueden reprimir a las personas hasta ponerlas al límite.

La novela, aunque la he leído con agrado, sí es cierto que al principio me ha costado engancharme. El estilo de Martí Domínguez es agradable y elegante, supongo que el hecho de no ser una lectura demasiado adictiva para mí fue debido más bien al tipo de historia, donde el saber quién es el asesino no fue para mí el gancho para seguir leyendo, sino que lo fue más al final, toda la trama de historias paralelas.

Autor: Martí Domínguez
Año publicación: 2017
Número de páginas: 315
ISBN: 9788475886787

 

 

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