Para mí era obligatorio ver esta serie, dado que tiene una temática de terror. Channel Zero es una serie temática, en la que cada temporada trata un tema diferente. En cada temporada se explora una leyenda urbana diferente, en cada caso será una historia de terror del tipo de las que nacen en Internet (lo que se ha venido a llamar «creepypastas»), y de ese modo tenemos temporadas temáticas.
En esta primera temporada, titulada «Candle Cove», se nos cuenta una historia relacionada con un programa de televisión infantil, donde se cuenta una siniestra historia de piratas y que tiene curiosos efectos (no precisamente positivos) en los niños que lo ven. Sobre la historia original se puede leer por ejemplo en esta web, yo no la conocía pero pronto la serie nos pone al día. El protagonista es Mike Painter (Paul Schneider), un psicólogo infantil que vuelve a su pueblo natal para investigar la misteriosa desaparición de su hermano gemelo Eddie y otros niños en los 80, y cómo eso estuvo conectado a un extraño programa de televisión local que se emitió en la misma época. Allí se reencuentra con algunas personas de su pasado, con su madre Marla (Fiona Shaw), con su amiga Jessica (Natalie Brown), y con otras personas con las que trató hace muchos años.
La serie en cuestión, Candle Cove, es bastante extraña y tiene pinta de bajo presupuesto. En ella hay unas marionetas horrorosas que interpretan piratas. A medida que pasan los capítulos veremos que las desapariciones de niños están relacionadas con otros niños, con una extraña criatura totalmente recubierta de dientes, que los protagonistas van perdiendo en el transcurso de los capítulos. Durante los 6 capítulos que dura esta temporada, sabremos más sobre la serie Candle Cove, sobre cuándo se emitió, quién podía verla, quién la creó y por qué. ¿Por qué los niños actúan de forma violenta? ¿De qué modo les influye la serie de televisión? ¿Y por qué han pasado tantos años entre una y otra oleada de muertes y desapariciones?
La serie es una apuesta por el clásico relato de terror en el que prima la inquietud y el «mal rollo», por encima de los sustos fáciles o los giros de guión. La atmósfera está bien creada, y consigue ser efectiva; nadie está a salvo, los niños dan cosica, el terror ocurre a plena luz, y no hay armas o precaución que sirva. El convertir a los niños en el elemento terrorífico no es nuevo pero sí efectivo, esos niños a los que conduce una fuerza desconocida son más letales que cualquier adulto. Es una serie sencilla en cierto sentido, pero que consigue su objetivo de inquietar y dar mala sensación; ya es mucho más de lo que otras series que se han creado últimamente han podido conseguir, y eso es un logro en mi opinión. Con sus medios limitados alcanza su objetivo, y cumple.
Son seis capítulos, relativamente cortitos (unos 40 minutos cada uno), así que la historia va bastante directa al grano y cuenta lo que quiere contar sin perder el tiempo. A mí el tema de que uno de los elementos centrales sean muñecos y marionetas me parece de lo más efectivo, pues de por sí dan muy mala sensación. En la historia, se trata de cosas que dan miedo tanto a niños como a adultos, supongo que eso convierte la serie en efectiva y aunque no provoca terror, sí consigue mantener el interés y generar inquietud. La serie no es perfecta, pero esa sensación «malrollera» es todo lo que buscaba.
La segunda temporada tendrá el título Channel Zero: No-End House, y contará la historia de una joven que visita la Casa Sin Fin, una casa de los horrores que consiste en una serie de habitaciones, cada cual más perturbadora. Cuando vuelve a casa, todo ha cambiado.
Web oficial
Ficha IMDB
Fechas emisión USA:
Número capítulos / Duración: 6 / 42 minutos aprox.
No sé por qué pero me ha recordado una serie que veía cuando era niña y me daba «yuyu». No me acuerdo del título pero sí que tengo escenas grabadas en la memoria. Me llama mucho. Me la apunto pero a saber cuándo podré verla 😉
Besos