En las listas de mejores estrenos que hemos tenido últimamente, he visto que aparece repetidamente Search Party. Aunque inicialmente no me llamaba mucho la atención la premisa, decidí echarle un vistazo, ¿y por qué no?
En la serie, tenemos a una protagonista, Dory (Alia Shawkat), que con veintipico años, sigue sin saber muy bien cuál es su lugar en el mundo. Profundamente desmotivada por su trabajo como ayudante a un ama de casa rica, y con su relación de larga duración con Drew (John Reynolds), la desaparición de una chica (Chantal, interpretada por Clare McNulty) con la que fue a la universidad y con la que apenas tuvo nunca contacto, le sirve como excusa para encontrar emociones y un nuevo objetivo en su vida. El novio de Dory, Drew, tiene un «trabajo» en una empresa como becario, donde tiene que trabajar a cambio de nada con la esperanza de conseguir un contrato de verdad. Pero Dory tiene, además de su novio, amigos a los que intenta arrastrar en su búsqueda. Una de ellas es Portia (Meredith Hagner), una ‘mariposa social’ aspirante a actriz, que de momento tiene un papel secundario en una serie. El otro, Elliott (John Early), gay y modernillo que siempre presume de: a) haber sobrevivido a un cáncer, y b) sus numerosas aportaciones a causas benéficas.
Todo desde el principio es bastante extraño. ¿Por qué Dory se empeña con todas sus fuerzas en encontrar a una chica que posiblemente está muerta, y que además, no conocía casi de nada? La obsesión de Dory comienza a irritar a sus amigos, sobre todo a su novio, y llega a salpicar incluso a los padres de Chantal, o a conocidos de la chica, como su extraño ex-novio Gavin (Griffin Newman). Por el camino irá encontrando lo que ella considera pistas, pero el espectador no sabe si serán casualidades. ¿Está Chantal muerta, o está viva? Y si está viva, ¿qué la retiene lejos de casa, ella misma o alguna otra persona?
La serie es una mezcla de comedia ácida y misterio por resolver. Se acaban encontrando con todo tipo de personas extrañas, que pueden, o no, tener que ver con la desaparición de Chantla. A Dory le acaban pasando cosas que son nuevas para ella, hasta entonces no había tenido tantas emociones en su vida, y eso le gusta. Los amigos de Dory, y ella misma, son muy liberales, cínicos, aburridos de todo y de todos a pesar de no tener ni treinta años. Fundamentalmente, son bastante antipáticos, la que más… nuestra protagonista, Dory. Su personaje parece diseñado para caer mal, y de hecho tiene éxito en eso. A mí personalmente me han gustado mucho más los que la rodean que ella misma, que adrede parece una pánfila pasada de vueltas. Sin embargo ella y los demás resultan muy efectivos; todos presumen de ser personas sensibles y concienciadas, pero cuando realmente tienen la oportunidad de actuar, rara vez lo hacen. Incluso Dory, que presume tanto de ser sensible, de preocuparse, actúa de forma tremendamente egoísta en muchas ocasiones.
Sin embargo, no me gustaría recomendar la serie a todo el mundo, incondicionalmente. Es un tipo de humor muy especial, personajes detestables que hay que saber soportar. He visto comparar mucho la serie con Girls, y he de decir que puede que en parte la comparación esté justificada. Para mí, lo diferente es que de Girls acabé cansándome y esta serie la he visto con ganas hasta el final. A pesar de tratar casi los mismos temas (misterio de chica desaparecida excluido), supongo que la antipatía que me genera la protagonista aquí es menor que la que me genera Lena Dunham.
Han sido unas tres horitas viendo la serie, y me la he ventilado en solo unos días. La sensación al acabar de verla ha sido bastante positiva, así que, aunque no sea para todos los gustos, si os llama la atención os animo a probar.
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Ficha IMDB
Fechas emisión USA: Noviembre 2016
Número de capítulos / duración: 10 / 25 minutos