I quan optes per aquet camí jo crec que estàs jugant amb foc, perqué no te n’adones i, de mica en mica, que si ara no baixo, que si ara tampoc, que si quen baixo no surto, te vas desvinculant de coes que també són bàsiques: lo poble, la gent que coneixes, la terra, que dius tu, i cada vegada et coste més tornar a relacionar-te com abans, perqué ja no ets la mateixa persona, ets com lo fill pròdig…
Llevo un retraso brutal con las reseñas, a ver si ahora que he terminado los exámenes puedo ponerme al día. Y de paso, leer un poco más. 😛 En este caso, voy a hablaros de un libro que me regalaron en mi cumpleaños, pero que debido a mi lentísimo ritmo de lectura de 2014, he terminado no hace mucho. La novela ha tenido mucho éxito en Catalunya, y dado que me gusta mucho leer en catalán y una amiga me habló (bien) de él, acabó en mis manos, suegra mediante.
La historia se centra en Èlia, una mujer que acaba de cumplir los 34 y como cada año, visita su pueblo natal para Todos los Santos. Es ya como un ritual, ella va, cumple sus obligaciones en el cementerio, y ya que está, pasa unos días con su padre y su tía. Pero lo que empieza siendo una visita de rutina como la de todos los años, acaba teniendo consecuencias muy diferentes, e incluso descubrimientos inesperados. Pongámonos en situación con el personaje: su pueblo natal está situado en la Ribera d’Ebre, aunque ella vive y trabaja en Barcelona (la Gran Ciudad); tenía una pareja estable, Blai, que le ha dejado recientemente; en el frente laboral, las cosas no van mucho mejor, pues el estudio de arquitectura en que trabaja está pasando grandes dificultades por la disminución de trabajo. El viaje al pueblo le sirve para poner en orden sus pensamientos y dejar reposar la mente un poco, aunque lo que no espera, es encontrarse a gusto en un pueblo que creía que era mucho más ajeno a lo que ella es de lo que es en realidad. Y es que en un periodo que abarca noviembre, diciembre y unos pocos días de enero, vivirá una montaña rusa de emociones en toda regla que le hará revisitar todas sus vivencias allí, que han sido muchas y muy variadas. Después de pasar su niñez, adolescencia y primera juventud allí, los recuerdos son de todo tipo. Dolor, amor, aprendizaje, sexo… Cuando Èlia echa la vista atrás se da cuenta de que en el pueblo ha pasado algunos de los momentos más importantes de su vida. Pero en este momento que es como un punto de inflexión en su vida, esta reflexión y pausa es algo en cierto modo inesperado. Las dificultades en el trabajo, la sensación de desamparo tras el abandono de su novio Blai y el reencuentro con un viejo amigo, Bernat, serán detonantes para que ella planee una pausa en su vida, una que le permita mirar atrás, reflexionar sobre su presente y mirar hacia el futuro, para ver qué rumbo debe tomar su vida. ¿Qué cosas, personas o hechos la han convertido en quien es ahora? Eso es lo que vamos a descubrir, con ella, en las páginas de la novela.
Ei, que per ser emigrant no cal anar a viure a l’altra punta del planeta, es pot ser emigrant de moltes coses, de realitats, de sentiments, de la llengua, també. Perquè cadascú té la pàtria que té, i se’n pot sentir allunyat encara que et trobis a deu quilòmetres, i la pot enyorar encara que siguis a tres hores de tren.
Pero como digo, no está sola en este viaje de descubrimientos. El reencuentro con Bernat Trau, y a causa de ello, con Clara, una amiga de infancia que casi alcanzó en su día la categoría de hermana, harán que revisite su pasado. En la novela se trata el tema de que durante la vida, las personas cambian. Ni nosotros somos los mismos, ni tampoco los demás. Y si todos evolucionamos de forma diferente, quizá esas «nuevas personas» no deban seguir interactuando como si nada hubiera pasado. La novela nos habla de amor, de desamor, de sexo, de nostalgia, de la familia, las raíces… y el pueblo. El pueblo casi tiene personalidad y entidad propia en la novela, pues varios de sus personajes – entre ellos Èlia – expresan su parecer con respecto a la dualidad pueblo-ciudad. Desde los que nunca han conocido otra cosa – el padre de la protagonista, su tía -, hasta los que sí y no desean volver – Clara, Joana -, pasando por los que sienten una necesidad de volver a sus orígenes, al pueblo que consideran más puro y simple que la ciudad – Bernat, Èlia -. En la novela se habla de la vuelta a los orígenes, a lo sencillo en contraposición a la masa uniformizadora de la ciudad. Ese pueblo será el centro, el escenario de todo, con sus cotilleos, sus olivas, su gente y su dialecto, el catalán de la Ribera d’Ebre. Ese dialecto se manifestará en mayor medida en los personajes que llevan toda la vida allí, en los mayores, de forma muy natural. Pero también en los que se han criado en el «tros». Por ejemplo, veremos cómo Èlia casi no lo muestra en los primeros días pero poco a poco acaba hablando como una más. El pueblo se muestra en detalle con sus costumbres (navideñas, por ejemplo) y con diversas tipologías de personas que fácilmente reconocerá cualquiera que haya vivido en algún sitio similar. Los del pueblo «de toda la vida», conviven con los que vuelven o con los que se incorporaron ya adultos a la población. El tipo de historia irá cambiando a medida que avanzan las páginas: en algunos tramos predominan los recuerdos, en otros la interacción entre personajes, en otros la reflexión.
Havia creuat una barrera mental. L’Èlia havia tornat a sorprendre’s a ella mateixa. A la trentena, qui m’ho havia de dir, una altra Èlia em demanava pas: l’Èlia adulta, que estava deixant esmaperduda la joveneta romàntica que creia en pel·lícules de fidelitat heroiques.
En resumen, una muy buena novela real como la vida misma. Una mujer con sus errores, sus vivencias y varias elecciones que puede hacer en una encrucijada de su vida. Está muy bien recreado el ambiente rural de ese pueblo, el dialecto, los personajes, típicos y no. Seguro que muchas mujeres se han sentido un poco «Èlia» al leerlo. Sobre todo las que han tenido sus raíces y primeras vivencias en un pueblo, o en un entorno rural. Yo he tenido todo eso, y sin embargo no me he reconocido demasiado. Tampoco lo esperaba. De todos modos, ha sido una buena lectura. Seguro que leeré la segunda novela de Marta Rojals, L’Altra, muy pronto.
Para terminar la reseña, una canción de Joy Division que tiene bastante importancia en cierto punto de la historia: «Love will tear us apart».
Autora: Marta Rojals (@marta_rojals)
Año primera publicación: 2011
ISBN: 9788482649665
Número de páginas: 363
Leído en… catalán (Ed. RBA La Magrana)
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Información Bitacoras.com
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